Toda la verdad sobre los desodorantes tradicionales: ¿de verdad son mejores los naturales?

Una de las paradojas de nuestra cultura es la de que nos moleste nuestro olor corporal. No hablamos de sudores rancios o de falta de higiene, sino del olor corporal que cada uno de nosotros lleva consigo. Surgen así los remedios para intentar oler como las flores o la brisa marina o, como mucho, no oler a nada. Y surge la duda de qué desodorante usar. Y aquí es donde aparecen los desodorantes naturales, que tanto se han puesto de moda. Aunque todavía generan muchas dudas y discrepancias. Especialmente porque aún no está claro si es necesario o no usar desodorante a diario.

“En medicina y dermatología lo consideramos un producto cosmético, no un tratamiento médico, aun cuando alguno de sus componentes sí pueda ser un medicamento”, explica el doctor Javier Pedraz, dermatólogo del Hospital Universitario QuirónSalud Madrid. “Hay condiciones por las que una persona sí puede necesitarlo: exceso de sudoración o problemas indirectos derivados de esta sudoración, como es el posible mal olor”.

Fuera de estos casos, podríamos perfectamente prescindir de su uso, aunque, señala el experto, “es normal que nos guste utilizarlos para, así, sentir que estamos cubiertos ante una situación que nos haga sudar más o en la que nos preocupe que podamos llegar a emitir algún olor”.

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¿Son malos los desodorantes con aluminio?

“En principio, como dermatólogos, solemos recomendar marcas comerciales que se compran en farmacia. Es una forma de asegurarnos que los componentes no van a ser irritativos, no van a dañar la piel”, confiesa el doctor.

Entre esos componentes, el más importante son las sales de aluminio, “lo mejor para controlar la sudoración”. Y puede que aquí te lleves las manos a la cabeza porque has oído hablar de que el aluminio del desodorante es tóxico. Se trata de una idea que se propagó hacia 1917 y que venía a decir que las sustancias que utilizan los desodorantes para evitar la transpiración pueden ayudar a la formación de células tumorales”. Casi nada.

Desde luego, mejor dar el cante que no tener un cáncer, y fue así como se propagó la idea de los desodorantes naturales, esto es, sin sales de aluminio. Fueron muchos los estudios que se hicieron para comprobarlo hasta llegar a la conclusión, avalada por la OMS y por la American Cancer Society, de que no hay evidencia científica de que un desodorante antitranspirante normal sea perjudicial para la salud.

“Las sales de aluminio, como muchos otros productos, en determinadas concentraciones pueden ser tóxicas -señala el doctor Pedraz-. Es algo que también se ha dicho de los fotoprotectores, por ejemplo. ¿Mi opinión? Quitan bastante bien el sudor, pero suelen ir acompañadas de otros ingredientes, como los alcoholes, que pueden irritar, secar demasiado”.

Desodorante naturales o tradicional, ¿cuál es mejor?

Si vamos a usar desodorantes con estas sales, el consejo del experto es que se usen “de forma tópica, como el roll-on, antes que en aerosol. Eficaces son todos, pero son más seguros los tópicos”. ¿Incluye esto las pomadas antitranspirantes? Aquí, explica, hay que tener en cuenta que, “cuanto más graso es, más tiempo va a estar en contacto con la piel. Y esto puede verse desde un punto de vista positivo, porque el efecto va a ser más prolongado, o desde uno negativo: va a ser más oclusivo, no va a dejar que la piel respire. Por eso sería preferible, en vez de pomada, usar mejor una emulsión”.

Ventajas de los desodorantes naturales

Si tenemos en cuenta todas estas apreciaciones, también se pueden señalar una serie de ventajas de los desodorantes naturales en comparación con los convencionales.

• Ingredientes naturales. Generalmente están hechos con ingredientes naturales y orgánicos, como aceites esenciales, bicarbonato de sodio, almidón de maíz, aceite de coco y manteca de karité. Esto significa que no contienen productos químicos sintéticos, fragancias artificiales ni colorantes.
• Menos irritación. Los desodorantes convencionales a menudo contienen productos químicos irritantes, como aluminio, parabenos y fragancias sintéticas, que pueden causar irritación en la piel. Los naturales son menos propensos a causar irritación y alergias en la piel sensible.
• Respetuosos con el medio ambiente. A menudo vienen en envases más sostenibles, como tarros de vidrio o papel reciclable. Además, al usar ingredientes naturales, se reduce la huella ecológica en comparación con la producción de productos químicos sintéticos.
• son cruelty-free. En esta misma línea, muchos desodorantes naturales son elaborados por empresas que siguen prácticas éticas y no realizan pruebas en animales.
• Olor agradable. Suelen contener aceites esenciales naturales que proporcionan un aroma fresco y agradable. Estos aceites esenciales pueden tener propiedades antibacterianas y desodorantes que ayudan a controlar el mal olor.