Aunque el verano es esperado por las vacaciones, también es una época que nos afecta mucho al estado de ánimo./ Imagen: Imdb (Sexo en Nueva York).
Cuerpo
Si odias el calor y la humedad del verano, esto es lo que puedes hacer para ser feliz
¿Te sientes como si fueras el grinch de las vacaciones? No eres el único que sufre por el clima en agosto, pero tenemos los trucos para que empieces a amar (o al menos soportar) el verano.
Por María Corisco
22 de agosto de 2023 / 14:49
Nos hemos criado soñando con las vacaciones. Es un anhelo infantil al que vamos dando forma a medida que entramos en la rueda del trabajo y que continúa ahí, latente, transmitiéndonos la idea de que el periodo estival, con tanta luz y tan buen tiempo, debe llevar implícita la felicidad. Pero luego la realidad es otra, y ese «buen tiempo» es en realidad una tortura que te apoltrona, te pone de mal humor y te roba la vitalidad.
De hecho, cada vez somos más los que confesamos que odiamos el calor y la humedad del verano. Pero no hay por qué odiar esta temporada. Tenemos las claves para que vuelvas a ser tan feliz en verano como cuando eras pequeño.
Por qué no somos felices en verano
El punto de partida, claro está, es dónde pasas los meses de verano y tus vacaciones estivales. Si eres de los que presumen de ir con la rebequita en agosto y hasta de dormir con edredón, puede que no entiendas lo que sufrimos quienes podemos freír huevos en el asfalto y necesitamos cambiarnos varias veces al día de ropa por la humedad.
Y no es sólo el clima: aunque en nuestro imaginario sigamos asociando el verano con días soleados y momentos de diversión, también esta estación se acompaña de factores que pueden influir negativamente en nuestro bienestar emocional. El cambio en las rutinas puede producirnos estrés; la presión social de que hay que salir a divertirse puede generar ansiedad; el pensar en mostrarnos en traje de baño ante los demás nos puede avergonzar, y es un momento -como sucede en navidades- en el que quienes no tienen muchas relaciones pueden sentirse más solos que nunca.
Teniendo todo esto en cuenta, hay tres factores con los que tenemos que lidiar: el calor, la humedad… e Instagram.
Cómo nos afecta el clima en verano
El calor excesivo y la humedad pueden tener varios efectos en nuestro estado de ánimo y bienestar emocional debido a sus impactos en el cuerpo y la mente. Algunos de los efectos más comunes incluyen:
- Irritabilidad y agitación. Las altas temperaturas y la humedad pueden hacer que nos sintamos incómodos y agitados, lo que puede llevar a una mayor irritabilidad y cambios en el temperamento. La sensación constante de calor y sudoración puede generar una sensación general de malestar, lo que afecta a la paciencia y a la capacidad para manejar el estrés.
- Fatiga y falta de energía. El calor extremo puede agotarnos física y mentalmente. Esto puede propiciar una disminución de la energía y la motivación, lo que, a su vez, puede afectar a nuestro estado de ánimo y a la disposición para participar en actividades. En cuanto a la humedad, puede dificultar la evaporación del sudor, lo que hace que el cuerpo trabaje más para mantener una temperatura constante. Esta lucha contra el calor puede agotarte físicamente y disminuir tu nivel de energía.
- Dificultades para dormir. Las altas temperaturas y la humedad pueden dificultar conciliar el sueño y mantener un sueño reparador. El insomnio relacionado con el calor puede afectar negativamente al estado de ánimo y a la capacidad para manejar el estrés durante el día.
- Aumento del estrés. El estrés térmico causado por el calor excesivo y por la humedad puede activar la respuesta de estrés del cuerpo. Esto puede aumentar los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que podría contribuir a una mayor ansiedad y tensión emocional.
- Dificultades en la concentración y el pensamiento. El calor puede afectar la función cognitiva y la claridad mental. Las personas pueden sentir dificultades para concentrarse, tomar decisiones y realizar tareas cognitivamente demandantes.
- Cambios en el apetito y la hidratación. El calor puede influir en el apetito y los patrones de alimentación. Esto a su vez puede afectar el equilibrio de nutrientes y la energía. La deshidratación también puede tener un impacto negativo en el estado de ánimo y la función cognitiva.
- Exacerbación de problemas de salud mental. Para aquellos que ya luchan con problemas de salud mental, como la ansiedad o la depresión, el calor excesivo puede empeorar los síntomas existentes. Las personas que ya tienen dificultades para regular sus emociones pueden encontrar que el calor agrega una capa adicional de desafío.
- Reducción de la actividad social. Las altas temperaturas y la humedad pueden limitar las actividades al aire libre y la participación en eventos sociales. Esto puede llevar a una sensación de aislamiento y soledad, lo que podría afectar negativamente al estado de ánimo.
Qué hacer para que nos afecte el calor
Meterte en la nevera hasta septiembre no es opción, y posiblemente tampoco lo sea huir hacia algún refugio de montaña o, directamente, una cueva . Es difícil, en realidad imposible, no caer en el tópico y la obviedad, pero te sugerimos algunos consejos, guiados por el sentido común y que combinan estrategias prácticas y técnicas de manejo del estrés, para que intentes sobrellevarlo lo mejor posible
- Mantente hidratado. Debes beber suficiente agua aun cuando no tengas sensación de sed. Es esencial para combatir la fatiga y la irritabilidad causadas por el calor, ya que la deshidratación puede afectar a tu estado de ánimo.
- Viste ropa adecuada. Opta por ropa ligera, de colores claros y tejidos transpirables para mantenerte fresco. Evita las prendas ajustadas que puedan dificultar la circulación de aire.
- Busca lugares frescos. Pasa tiempo en lugares con aire acondicionado o ventilación adecuada para evitar la exposición constante al calor. Si no tienes acceso a un lugar fresco, considera pasar tiempo en centros comerciales, bibliotecas públicas u otros lugares públicos con aire acondicionado.
- Evita la exposición al sol en las horas más calurosas. Las horas pico de calor, generalmente al mediodía, son las más intensas. Intenta limitar las actividades al aire libre durante estas horas o busca sombra si tienes que estar afuera.
- Usa protector solar. Si necesitas estar al aire libre, protégete del sol con protector solar y ropa adecuada. Las quemaduras solares pueden contribuir a la incomodidad y al mal humor.
- Practica la relajación. Dedica tiempo a practicar técnicas de relajación, como la respiración profunda, la meditación o el yoga. Estas prácticas pueden ayudarte a mantener la calma y reducir el estrés relacionado con el calor.
- Mantén una rutina. Aunque las altas temperaturas pueden alterar tus hábitos, intenta mantener una rutina regular tanto como sea posible. Tener estructura en tu día puede brindarte un sentido de normalidad y estabilidad.
- Mantén un entorno fresco. Utiliza ventiladores, aire acondicionado o, incluso, toallas húmedas para mantener tu espacio habitable más fresco. Un ambiente cómodo puede influir positivamente en tu estado de ánimo.
- Hidratación y alimentación adecuadas. Además de beber suficiente agua, consume comidas ligeras y refrescantes, como frutas y verduras, que ayuden a mantenerte bien alimentado y con energía.
- Realiza actividades agradables. Encuentra actividades que disfrutes y que te permitan mantener la mente ocupada y enfocada en algo positivo.