No se puede vivir sin dolor pero sí reducirlo./ Foto: Givenchy.
Cuerpo
Vivir sin dolor es posible: así es como puedes minimizarlo, según los expertos
Más del 25% de la población española sufre dolor crónico. Uno de los mayores expertos explica cómo reducir su impacto.
Por Paka Díaz
02 DE MARZO DE 2024 / 09:30
Todos hemos sentido algún dolor puntual. Un golpe en el codo, una caída, un esguince o una muela picada que dice «aquí estoy yo». Todos molestan, pero saber que se van a acabar ayuda a soportarlos. Sin embargo, para muchas personas el dolor crónico se convierte en un compañero de vida. Uno que puede llegar a ser insoportable.
Según el Barómetro del dolor crónico en España de 2022, un 25,9% de la población sufre dolor crónico. Eso supone una cuarta parte de la ciudadanía, más de 12 millones de personas. Además, este informe señala que el 27,1 % desconoce la causa de su enfermedad o qué les causa dolor.
Para ayudar a quienes sufren dolores habituales, y para que el resto pueda comprenderlos, el Dr. Alfonso Vidal uno de los mejores especialistas en dolor, ha escrito Vivir sin dolor. La guía definitiva para aliviarlo y recuperar tu vida (ed. HarpersCollins).
¿Qué es el dolor?
Los expertos dicen que el dolor es una experiencia sensorial y emocional. Esa experiencia supone un conjunto de cosas y es muy personal. “No sólo sentimos el dolor según diversas intensidades, sino que lo interpretamos en el sistema nervioso central”, remarca el doctor Vidal, “en función de las circunstancias nos puede dar alegría o pena. O, al contrario, esa alegría o esa pena influye en la manera en la que nosotros sentimos determinadas circunstancias”.
El dolor se puede sentir como un pinchazo, una quemadura, una electricidad, un golpe… “Esos son los matices del dolor que nos ayudan a comprender qué estructuras están afectadas. Lo que no es normal es que el dolor se mantenga en el tiempo, ni después de que se se haya pasado la causa que lo provocaba».
Causas de dolor
Entre las causas que generan dolor, el Dr. Vidal destaca el proceso de desgaste que sufrimos, simplemente por estar vivos. También nuestro estilo de vida, cuanto más descuidado, más dolor puede provocar. Además, señala nuestro historial, y en él los accidentes, golpes que te han pasado. “Casi siempre encontramos un factor que nos suele orientar de dónde viene el dolor. Algunas de estas causas las podemos controlar, otras no”, explica.
Por eso, señala que es fundamental comprender la parte hasta la que pueden llegar los profesionales sanitarios con los tratamientos. Pero, también, la que puedes hacer tú.
Para comprenderlo, pone un ejemplo práctico. “Si en un accidente pierdes una pierna, nuestra ciencia no tiene los medios en la actualidad para que te salga uno nuevo. Pero sí tenemos los medios para poder reemplazarla. Para que en muchos momentos no eches de menos ese miembro, porque haces la vida que harías si no lo hubieras perdido. Esto es lo que tratamos de hacer respecto al dolor. Que puedas llevar una vida lo más parecida posible a si no lo tuvieras, sin limitaciones”, explica.
Eso sí, supone una implicación por parte del paciente: “supone, muchas veces, una disciplina de vida, de trabajo, de alimentación… Y a veces, también, una serie de tratamientos crónicos como se toman en otras enfermedades como la hipertensión o la diabetes”.
Incomprensión ante el dolor
Sentir dolor crónico puede llegar a ser muy frustrante y muy duro. “La repetición del esfuerzo inútil conduce a la melancolía”, cita al filósofo José Ortega y Gasset el doctor Vidal. “Cuando tienes algo que no se resuelve, aparte del problema que sigue ahí, no puedes sobrepasarlo. Por mucho que lo intentes, vas para atrás y eso es terrible”, comenta.
Además, el médico cita la incomprensión social. Esa desconfianza que genera el dolor, una experiencia personal e intangible. Y, por tanto, poco demostrable. “Incluso de las personas que están más cerca de uno. Igual tú dices, «oye, que me duele», y la respuesta es, «pues tienes un aspecto muy bueno». A veces, las personas cuando vienen a la consulta con sus familiares o parejas nos cuentan esto. Cuando les digo que sí, que es por esta o aquella causa, mucha gente dice, «lo ves, era verdad». Como si no les creyeran del todo”.
Cómo minimizar el dolor
El libro del doctor Alfonso Vidal se titula Vivir sin dolor. Pero, ¿es posible vivir sin él? Lo cierto es que no. “Vivir din dolor no es posible porque el dolor es un mecanismo de defensa necesario. Hay personas que tienen un trastorno de la sensibilidad, por lo que no sienten dolor y corren el riesgo de dañarse sin darse cuenta. Lo que no es necesario es que sea un dolor mantenido de una intensidad imposible”, explica el profesional sanitario.
Para él, el mensaje que es importante transmitir es que “hay expectativas, hay mecanismos, profesionales y tratamientos. Este mensaje de esperanza es algo que me parece importante de transmitir.” Sr puede minimizar la experiencia del dolor, para conseguir el mayor bienestar posible.
El doctor Alfonso Vidal nos da una serie de recomendaciones para actuar ante el dolor crónico. Tanto si lo sufrimos como, también, para concienciarnos del que padecen los demás.
No desesperar. Según apunta el doctor Vidal, cuidar de la salud mental es esencial cuando tienes dolor crónico. “Hay que buscar un entorno favorable y afectuoso, una red de apoyo”, destaca.
Seguir buscando. A veces el problema es que el profesional al que has acudido no es el indicado. “No todos los médicos están especializados en tratar el dolor. Si vas a una tienda y no hay naranjas, vas a otro comercio. A veces hay que buscar”, indica el experto.
Descansar. “La vida de las personas aproximadamente se compartimenta en tres tercios. Uno de ellos lo dedicamos a dormir, por lo que descansar bien es fundamental. Un buen descanso se consigue estando cansado, lo primero. Que el entorno sea favorable para ello”, recomienda el doctor Vidal.
Ergonomía en el trabajo. “Si tienes que cargar mucho peso o pasas mucho tiempo frente al ordenador, debes cuidar que el entorno sea el más adecuado”, sugiere el médico. «Por ejemplo, protegerte con gorra si estás mucho tiempo al sol. Cuidar de la ergonomía en tu lugar de trabajo, con una buena silla, la mesa a la altura adecuada… Usar elementos de protección pasiva. Si vas a sacar algo del horno, no metes las manos, sino que las proteges con un guante adecuado”, recuerda el médico.
Alimentación adecuada… para ti. El doctor señala que hay que tomar alimentos favorables para la salud y el sistema nervioso, las vitaminas, los minerales, el omega-3… Todo ello es importante tenerlo en cuenta, siempre adecuados a tu circunstancia. Además, evitar hábitos que no te favorecen, como el alcohol o fumar. «Fíjate en qué alimentos te sientan bien y cuáles no. Esa debe de ser tu principal guía, con una dieta variada», aconseja.
Dedica tiempo al ocio activo. O sea, a disfrutar de nuestros hobbies y aficiones. “Lo importante es que sea un ocio activo”, señala el experto, “para que mantengamos un buen tono muscular. El ejercicio físico moderado y continuo en el tiempo es terapéutico y preventivo. Mejora el tono y el músculo sujeta mejor el cuerpo, previene las enfermedades”. Pero además, destaca que “lo que tienes que hacer es cuidar de tu salud mental, por eso salir y estar con los amigos también es muy recomendable. Te duele menos cuando estás con tus amigos, pasando un buen día.
Conciencia social. Hay que promover una mayor concienciación social sobre el dolor crónico. “Tanto de la sociedad como de los responsables. La conciencia de que el dolor es un problema tiene que ser primero de la sociedad, después de todos los profesionales sanitarios. Y si no estás especializados, debes orientar al paciente a algún profesional que sí lo esté».
Hablar más del dolor. Pero además, el médico subraya que “los responsables de la salud deben de tener conciencia de ello. Igual que todos los médicos saben qué es una diabetes y cómo tratarla, todos deberían saber responder ante un dolor y ver cuáles son las necesidades del paciente.
Prevenir. Aparte de recalcar que “los políticos deberían de concienciarse ante el problema de las personas con dolor crónico”, el doctor Vidal recuerda que “hay que trabajar más la prevención. Eso lo tienen que entender la sociedad, pero lo tiene que promover las autoridades. Si la sociedad aprende a cuidarse, los síntomas serán menos intensos y se podrán tratar mejor”. Además, señala que “hacen falta más Unidades del dolor, pero también la conciencia social».
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