Qué es el modo monje, el sistema de trabajo que te hace ser más productivo con cero estrés

Bajo el hashtag monkmode, las redes sociales han popularizado una nueva forma de afrontar el trabajo que suma productividad y resta estrés. Con más de 82 millones de visualizaciones en TikTok, esta herramienta popularizada por programadores que luchaban en contra de la multitarea, aboga por eliminar todas las distracciones durante un tiempo lo suficientemente largo para llegar a un estado de concentración que permita la productividad. Sí, el modo monje está en contra de las pausas en mitad de la jornada laboral, como método efectivo para fomentar la concentración.

Según el CEO de 32 años Josh Wood, «es preferible el método del modo monje porque puedo entrar en el estado de inmersión durante mucho más tiempo y no distraerme; como no hay pausas, hay menos tentación de hacer algo improductivo». Para ello aconsejan desactivar las notificaciones del móvil o incluso apagarlo, bloquear las redes sociales del ordenador, revisar el correo sólo en momentos previamente elegidos y evitar las conversaciones innecesarias. Eso en su vertiente más sencilla, pero en la más radical abogan incluso por eliminar el azúcar y el sexo.

Pasos para activar el modo monje

En términos generales, el modo monje apunta a construir rutinas que emulen la actitud disciplinada y concentrada de los monjes, para, así, conseguir un estado de atención plena que permita enfocarte sólo en las tareas que te has propuesto. El modo monje se puede dividir en cuatro pasos esenciales, que conforman toda la disciplina:

1. Márcate un objetivo medible: debe tener una fecha de inicio y una fecha de fin para tener en mente todos los objetivos a batir y poder priorizarlos. Debes decidir también cuánto tiempo tendrás activado el modo monje, que debe ser aumentado progresivamente.

2. Modifica tus hábitos diarios: deshazte de los malos hábitos como el alcohol y el tabaco y sustitúyelos por otros más saludables como salir a correr, hacer ejercicio, comer bien, meditar o descansar. Todo lo que pueda ayudarte a estar en forma para afrontar tus objetivos y conectar con tu cuerpo y tu mente.

3. Concéntrate en una sola cosa: se trata de los periodos largos de trabajo en los que tenemos que enfocarnos en la tarea establecida en el primer paso. Durante este periodo de tiempo debemos tener cero distracciones: ni móviles, ni conversaciones, ni libros, ni ningún tipo de juego. Solos tú y el trabajo.

4. Aislamiento: este último paso requiere disciplina, fuerza de voluntad y la colaboración de aquellos que te rodean. Si trabajas desde casa, debes informar al resto de personas con las que convivas de que vas a entrar en modo monje para que no te interrumpan bajo ningún concepto.

Distracciones, el enemigo del modo monje

Uno de los autores de referencia en este nuevo método viral es Cal Newport, un profesor de informática de la universidad de Georgetown, que escribió el libro Céntrate (en inglés Deep Work). Las teorías de Newport defienden la necesidad de bloquear el canal por el que llegan las distracciones, es decir, estar dispuestos a desconectarse de las redes u otros medios que dificultan la concentración. Y es que, según su teoría, «ante el aburrimiento, el cerebro busca cualquier tipo de distracción, lanzándose a cualquier actividad para no tener la sensación de perdida de tiempo». Sin embargo, Newport defiende que estar aburrido es una forma de entrenar el cerebro para aprender a realizar tareas sin tener la compulsión de buscar momentos de diversión o relax.

Y es que según asegura Gloria Mark, profesora del Departamento de Informática de la Universidad de California en Irvine, «los individuos se distraen una media de una vez cada tres minutos», aproximadamente. Ya sea una llamada telefónica, un mail inoportuno o una conversación en el peor momento. De ahí que el modo monje se haya convertido en viral, ya que estamos tan acostumbrados a lidiar con las distracciones que nos hemos convertido en nuestro mayor obstáculo para conseguir la concentración plena.

Pero, volviendo a Newport, este autor defiende que «el modo monje llevado al extremo puede suponer un aislamiento excesivo que te conduzca a una sensación de soledad nada recomendable». Por ello, en su mencionada obra, da una versión más light de la práctica, recomendando dividir la jornada laboral en momentos dedicados a la atención plena, en los que las distracciones están prohibidas, y otros momentos de trabajo más superficial en los que se permiten ciertas distracciones, como responder correos electrónicos.