Parar en el trabajo nos ayuda a ser más productivos./ Imagen: D.R.
Salud mental
Qué son las pausas activas y cómo pueden ayudarte durante tu jornada para no acumular estrés, según los expertos
Las pausas activas tratan de reducir la fatiga laboral y los dolores musculares, prevenir el estrés y aumentar la creatividad y el rendimiento.
Por Sara Flamenco
25 DE SEPTIEMBRE DE 2023 / 08:22
Trabajar sentado durante ocho horas frente al ordenador, puede que no sea tan cansado como otros empleos más físicos, pero también generan fatiga e incluso dolor muscular. Por eso, si esa es tu situación, conocer el concepto de «pausas activas» es vital para ti. «Las pausas activas son momentos seleccionados durante la jornada laboral focalizados para que aquellos que participen, recuperen energías para seguir con su trabajo y para estimular la creatividad», señala Sara Álvarez, co-fundadora y creadora de la metodología RETO48.
En países como Estados Unidos están muy extendidas, pero en nuestro país sólo se dan en las empresas más pioneras. Y eso que estas pausas «están programadas para que los músculos más cargados puedan liberar la tensión acumulada y continuar con las labores sin sentir fatiga, dolor o cansancio». Algo que, a priori, es bueno tanto para el trabajador como para la empresa, puesto que pueden aumentar la productividad.
Las pausas activas que propone RETO48 se individualizan en función de la actividad que realicen los trabajadores pero, a nivel general, tratan de reducir la fatiga laboral y los dolores musculares, prevenir el estrés y aumentar la creatividad y el rendimiento. «Las personas que trabajan sentadas tienen gran presión en los glúteos y la zona poplítea, por lo que en estas pausas intentamos activarlos con ejercicios que se realizan de pie», nos cuenta Álvarez sobre la capacidad de estas pausas para aliviar el dolor muscular.
Pero no sólo sirven para eso, sino que también son una buena herramienta para reducir el estrés mediante «ejercicios de concentración plena en la respiración, ya que el estrés es un enemigo silencioso que activa el sistema nervioso autónomo simpático (el de la alerta), lo que provoca un aumento de la presión arterial, de la frecuencia cardíaca y de los niveles de cortisol de forma constante. Parar para respirar es la clave para recuperar la claridad de ideas, la concentración y conseguir una completa oxigenación», nos ha contado.
Los problemas que causa pasar ocho horas sentado frente al ordenador
1. Problemas respiratorios. Las situaciones estresantes y los estados emocionales de estrés aumentan el ritmo ventilatorio de forma inconsciente, se respira con mayor frecuencia, pero también de manera más superficial e ineficaz.
2. Dolores musculares. Las cervicales y las lumbares son las más perjudicadas, pero también sufren los hombros, la zona media de la espalda y la zona glútea a consecuencia de estar tantas horas sentados.
3. Molestias articulares. Pasar horas con el ratón del ordenador, además de provocar la llamada «tendinitis del ratón», genera molestias articulares en las muñecas.
4. Fatiga ocular. Es una de las zonas en las que antes se aprecia la fatiga. Si te frotas los ojos y la frente de forma automática, la padeces.
5. Problemas circulatorios. Como aclara Sara Álvarez, «los músculos que son llevados al extremo durante las extensas jornadas laborales por permanecer estáticos, acumulan desechos tóxicos. En realidad, se trata de una tensión acumulada que también puede presentarse en las piernas al disminuir la circulación, que puede ocasionar hasta calambres».
Los beneficios de las pausas activas
1. Reducción del estrés
Una de las principales características de las pausas activas es la respiración lenta y profunda, una de las técnicas más eficaces para reducir el estrés en el organismo. Como añade la experta, «las exhalaciones lentas y profundas ayudan a activar el sistema parasimpático (el del descanso) y, por tanto, a disminuir la tensión física y mental».
2. Mejora de la oxigenación
Las pausas activas estimulan la circulación de la sangre y la respiración, lo que favorece la oxigenación de la sangre y, por lo tanto, de todos los órganos del cuerpo. Como añade Sara Álvarez, «no estamos diseñados para quedarnos sentados todo el día. Ser seres sedentarios no está en nuestros genes y tampoco es útil para nuestra creatividad y productividad. Levantarse durante unos minutos y hacer que nuestra sangre fluya y llegue un poco más de oxígeno al cerebro, es una parte necesaria del día de trabajo».
3. Alivio de la sobrecarga muscular
Aunque no lo creas, estar sentado durante ocho horas sobrecarga los músculos, los tendones y las articulaciones. «Las pausas activas ayudan a combatir la falta de actividad física (sedentarismo) que es uno de los principales factores vinculados al desarrollo de diversos problemas de salud, entre ellos, las enfermedades cardiovasculares y la obesidad«, añade Álvarez.
4. Aumento de la energía, la concentración y la creatividad
Las pausas activas también ayudan a restaurar nuestra atención, aumentar la creatividad y hacernos más productivos. Como explica la experta, «cualquier pausa -aunque sea de dos minutos por cada hora-, tiene un impacto inmediato en nuestro organismo, y nuestras pausas activas están diseñadas para que en 30 minutos vuelvas al trabajo como nuevo».
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