Respirar bien es fundamental para nuestro bienestar./ Imagen: Unsplash.
Bienestar
Lo estás haciendo mal: por qué tienes que aprender a respirar mejor (y así afecta a tu memoria)
¿Suspiras y bostezas a menudo? Es posible que tu problema no tenga que ver con el mal de amores ni se cure acostándote más pronto. Descubre cómo es tu respiración y empieza ya a ser más consciente de ella.
Por Sara Trueba
19 DE ABRIL DE 2023 / 07:00
En un año respiramos más de siete millones de veces. Tal vez seas de los que piense, «menos mal que no soy consciente de esto» o «si tuviera que hacerlo conscientemente, no haría otra cosa». Pues efectivamente, ya lo dice Nazareth Castellanos en Neurociencia del cuerpo (Ed. Kairós), «aunque respirar es uno de los pocos procesos fisiológicos que podemos dirigir libremente, es en su mayoría un proceso automático y no consciente».
La doctora en neurociencia menciona en el libro un experimento realizado en la Facultad de Medicina de Chicago en 2016 tras el que llegaron a la conclusión de que cuando inspiramos por la nariz tenemos más capacidad de memoria… En este sentido, «si la respiración influye en la capacidad de memorizar, recordar y aprender, es porque impacta en el hipocampo», reza Castellanos en el libro.
¿Qué ocurre en nuestro organismo cuando realizamos respiraciones superficiales en lugar de más profundas y conscientes? Si la respiración es capaz de influir en la memoria, ¿en qué otros aspectos de nuestro bienestar la respiración es clave? El fisioterapeuta Juan De Dios Flores, de la clínica Premium Marbella, adelanta que la respiración ya era tenida en cuenta en la Antigua Grecia: «Hipócrates y sus seguidores utilizaban la respiración como parte del tratamiento para diversas enfermedades. Numerosas civilizaciones antiguas prestaban atención a la respiración como fórmula para el bienestar«.
Cómo nos afecta no respirar bien
Sí, la culpa, de nuevo, la tiene la vida moderna. Ella nos ha llevado a un estilo de vida sedentario y estresante que puede afectar nuestra capacidad respiratoria. En este sentido, una respiración inadecuada afecta negativamente nuestro bienestar.
No se trata de ponernos una alarma en el teléfono ni un sensor que nos avise cuando realicemos respiraciones superficiales durante un tiempo prolongado. Sin embargo, tal vez la solución pase por establecer unas rutinas en las que la única tarea sea la de volver a la respiración. Al final, no deja de ser un proceso parecido al que se realiza durante la meditación, pero con un propósito físico y fisiológico, sin buscar un bienestar ni una conexión especial con uno mismo.
«La respiración profunda y consciente mejora la oxigenación del cuerpo, reduce el estrés, la tensión muscular y la ansiedad, mejorar la concentración y aporta claridad mental, aumentando el bienestar en general. De hecho, al mejorar la calidad de vida, disminuye el riesgo de enfermedades relacionadas con el estrés», asegura el fisioterapeuta de la Clinica Premium Marbella.
Por contra, «la respiración superficial puede provocar una disminución en la oxigenación de los tejidos, lo que puede llevar a fatiga, dolor de cabeza y mareo, entre otros síntomas», comenta. Además, y entrando de lleno en la función pulmonar, «desde un punto de vista fisioterapéutico, la respiración profunda consciente puede ayudar a mejorar la capacidad de ventilación». Por lo tanto, es muy importante considerar su práctica como parte de una rutina integral de cuidado de la salud.
Comienza el día con tres respiraciones profundas. Primero, coge aire en cinco tiempos. Después, retén unos segundos. Suelta en otros cinco tiempos y repite varias veces a lo largo del día.
Respiración pulmonar o diafragmática, ¿qué es mejor?
No solo los cantantes, nadadores y personas con problemas de apnea deben aprender la respiración diagrafmática. De hecho, la respiración diafragmática es un método que ayuda a las personas en general a respirar profundamente. «La respiración diafragmática es una técnica de respiración más efectiva ya que involucra la expansión del diafragma, lo que permite una mayor cantidad de aire a ingresar en los pulmones. Es por eso que se habla tanto de ella en la fisioterapia respiratoria», comenta Flores.
Cómo respirar con el diafragma
- Túmbate boca arriba y coloca las manos en el abdomen.
- Inspira por la nariz y siente cómo tu abdomen sube (llenándose de aire tus pulmones).
- Exhala por la boca despacio.
- Repite varias veces.
«Una respiración adecuada implica una inspiración profunda y una espiración completa, utilizando el diafragma y los músculos respiratorios accesorios para expandir el pecho y los pulmones», señala el experto. No es complicado adquirir el hábito y mecanizarlo. Al principio deberás incluirlo en tu agenda del día a día, parando para centrarte en respirar. Además de oxigenar, estarás practicando una técnica de mindfulness para volver al momento presente. «Se puede aprender a respirar bien a través de la práctica y la atención consciente. La fisioterapia respiratoria y otras técnicas como el yoga y la meditación pueden ayudar a mejorar la capacidad pulmonar y la técnica de respiración», añade el fisioterapeuta.
Para respirar bien siempre hay que tener en cuenta la posición
Hay diferentes factores a tener en cuenta en lo que a la posición en la que nos encontremos se refiere para poder respirar bien:
- Si estás sentado, respirarás mejor con la espalda bien apoyada y alineada.
- Cuando comemos, y tragamos, no respiramos. Por eso, si comemos deprisa impedimos una correcta respiración.
- Al dormir. ¡Cuidado con la almohada! No debe ser ni muy alta ni muy baja. Además, la postura fetal facilita el movimiento del aire dentro del cuerpo.
- Mientras caminas. Con la espalda recta y la mirada al frente, marca el ritmo de la respiración según sea el ritmo de tus pasos.
- Cuando haces ejercicio. Estirar bien la musculatura evita tensiones que pueden afectar a la respiración.
La apnea del móvil o del correo electrónico
No solo existe la apnea del sueño. Otro tipo de apnea amenaza nuestro bienestar. Es más difícil de identificar, pero posiblemente la padece mucha más gente. ¿Has oído hablar de la apnea del correo electrónico o la apnea del móvil?
En 2008, la divulgadora Linda Stone observó que, cuando entramos en el buzón de entrada o enviamos un email o mensaje de texto a través del teléfono, nuestra respiración se vuelve más superficial, llegando incluso a suspenderse durante unos instantes. Según un estudio de la Universidad de California, el nivel de estrés es más alto mirando una pantalla y, cuando nos estresamos, respiramos peor.
Identificarlo es el primer paso para poder solucionarlo. Basta con recuperar la postura, tomar aire por la nariz, hinchando el abdomen, y soltándolo por la boca hasta hacer una exhalación completa. La repetición anulará el perjuicio anterior y hacernos conscientes de ello nos ayudará a mecanizarlo.
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