Cómo convertir tu defectos en virtudes: el método que demuestra que puedes mejorar tu carácter

Se tiende a confundir el carácter con el temperamento. Así decimos que una persona muy irascible tiene mal carácter o alguien muy optimista lo tiene bueno, pero esto no deja de ser un error. «El carácter se refiere a un conjunto de rasgos y patrones de comportamiento que define la forma en la que una persona interactúa con el mundo y se relaciona con los demás. Se puede decir que el carácter es la manifestación de la personalidad a través de comportamientos consistentes y duraderos», nos aclara Beatriz Galván, psicóloga especializada en apego y trauma.

Como afirma la doctora en psicología social Rosa Rabbani en una de sus charlas para la serie Aprendemos Juntos, de BBVA, el carácter implica muchas más cosas: nuestros valores morales, el sentido del humor, la confianza en uno mismo… todo esto son rasgos del carácter y, en combinación con nuestros defectos, es lo que configura nuestro carácter completo, según asegura la experta.

¿Se puede modificar el carácter?

«El desarrollo del carácter comienza desde la infancia, influenciado por factores genéticos, ambientales y sociales. A lo largo de la vida, las experiencias y las interacciones con el entorno van moldeando y determinando los rasgos de carácter de cada individuo», explica Beatriz Galván. Por tanto, si las interacciones con el entorno moldean el carácter, se puede deducir que éste se puede modificar. «Somos conscientes de que los primeros años de un niño son estratégicos para su forma de ser, pero el error es que creemos que luego ya no hay nada que hacer. Es un error absoluto, todos los investigadores que hemos estudiado este tema hemos llegado a la conclusión de que nuestro carácter está en constante desarrollo», afirma Rosa Rabbani.

Y así lo corrobora Galván, que afirma que el carácter es algo dinámico y puede modificarse a lo largo del tiempo a través de la introspección, la autoconciencia y el trabajo personal. Según explica Rabbani, esto se consigue gracias al concepto de neuroplasticidad del cerebro, que es su capacidad para cambiar y adaptarse en respuesta a la experiencia y al entorno.

Cómo modificar tu carácter

Según explica Rabbani, todos los seres humanos poseen en potencia todas las virtudes humanas, pero no todas las tienen igual de trabajadas y eso es lo que se consideran defectos, puesto que son las que pueden generar conflictos en la vida cotidiana. Conforme a su teoría, estos defectos no son sino rasgos en los que todavía no te has focalizado para poder desarrollarlos.

Beatriz Galván ha desarrollado un método para modificar aquellos rasgos del carácter que consideramos menos atractivos, una forma más de conocerte a ti mismo para cambiar aquello con lo que no estés conforme.

1. Reconoce tus defectos: lo primero es identificar cuáles son tus defectos o características que sientes que te gustaría cambiar o mejorar. Un defecto podría ser intentar tener una respuesta para todo, incluso para aquello que en realidad no sabes, uno de los males de nuestro tiempo. Darte cuenta de ello ya es un paso enorme, una cura de humildad tremenda pero necesaria para conseguir cambiarlo.
2. Reflexiona sobre las causas: «Intenta entender el origen de estas características. Puede ser útil analizar tus experiencias pasadas y cómo han influido en tu personalidad», aconseja Beatriz Galván.
3. Desarrolla la autodisciplina: «Trabaja en la gestión emocional y el control de impulso, y establece metas realistas para mejorar tu carácter. La autodisciplina te ayudará a mantenerte firme en tu camino hacia la transformación», propone la experta.
4. Practica la empatía y la compasión: trata de ponerte en el lugar de los demás y de entender sus puntos de vista y sus sentimientos. La empatía te ayudará a ser más comprensivo y a mejorar tus relaciones con los demás.
5. Busca apoyo y orientación: no tengas miedo de pedir ayuda a amigos, familiares o profesionales si necesitas orientación para mejorar tu carácter.
6. Se perseverante y paciente: cambiar o mejorar estas características no será fácil ni rápido, pero con perseverancia y paciencia podrás lograrlo. «Cuando llevamos mucho tiempo funcionando de una determinada manera, necesitamos tiempo y esfuerzo para hacerlo de forma distinta. No te desanimes si los cambios no se producen de inmediato, y refuérzate en los pasos que vas dando», anima Galván.
7. Celebra tus logros: «Cada vez que logres convertir un defecto en una virtud, celébralo y date cuenta de tu progreso. Esto te motivará a seguir trabajando en mejorar tu carácter y a alcanzar tus metas», concluye la experta.