
Las relaciones más cortas son más difíciles de superar porque terminan en pleno proceso de enamoramiento./ Imagen: 500 días juntos.
Mente
Por qué te cuesta más olvidar una relación de meses que una de años (y cómo conseguirlo sin sufrir)
Se llama "casi algo" a una relación de pareja que no acaba de definirse como noviazgo o que dura menos que este, pero que funciona como si lo fuera.
Por Sara Flamenco
13 DE SEPTIEMBRE DE 2023 / 17:05
Cuando se hala de un «casi algo» se hace referencia a esa persona a la que nos hemos enganchado rápidamente y por la que sentimos intensamente en un corto periodo de tiempo. Los sentimientos que tenemos hacia esa persona y los planes que realizamos con ella son los mismos que realizaríamos con una pareja, pero nunca terminamos de llamarlo así. Son relaciones muy intensas porque se encuentran siempre en la primera fase, la de enamoramiento, por lo que se suele idealizar a la otra persona, y cuando se terminan, cuesta mucho superar ese final.
¿Por qué un vínculo todavía tan frágil puede causar sufrimiento? Según la psicóloga María Esclapez, «la fase de enamoramiento invita a ver sólo lo bueno de la relación, imaginar un futuro perfecto e idealizar a la otra persona. Es una fase en la que aún no se han vivido las dificultades que trae una relación estable y sólo se conoce lo bueno. Por eso se sufre tanto, porque, aunque la relación haya durado apenas unas semanas o unos meses, para ti lo fue todo«, afirma la psicóloga.
De la idealización a la ruptura
Cuando nos gusta alguien y comenzamos a quedar con él, ocurren una serie de reacciones químicas en nuestro cerebro que ayudan a mantener el interés durante un par de meses, tiempo que sirve para aprender a conocer a la otra persona para decidir si queremos comenzar una relación más seria. Al no haberse consolidado como una relación formal, no acabamos de conocer a la persona que tanto nos gusta, lo que puede hacer que idealices tanto a la persona como la relación. Nos imaginamos a esa persona perfecta, proyectamos en ella todos nuestros deseos y vivimos en un estado de idealización constante en el que pensamos que nuestro «casi algo» es nuestra alma gemela.


Y, ¿qué ocurre cuando la relación se acaba cuando nos encontramos en ese estado de enajenación transitoria? Que se convierte en un duelo muy doloroso y difícil de superar. Primero, porque para nosotros esa persona lo era todo y, segundo, porque es difícil aceptar el dolor que nos causa porque no nos sentimos con derecho a denominarlo ruptura ya que, en realidad, la relación nunca se materializó.
Cómo superar los «casi algo»
La ruptura de este tipo de vínculo es, al igual que en otras situaciones, un duelo que hay que superar. En muchos casos, el problema es que tendemos a reprimir lo que sentimos por la falta de concreción de la relación, por lo que el sufrimiento se multiplica. Y, ¿cómo podemos superar una ruptura con un «casi algo»? Hay que tratarla como la ruptura real de una relación que, al final, es lo que es. La psicóloga María Esclapez nos da sus seis tips para ayudarnos a superar una ruptura:
- Contacto cero. «Aunque esta técnica se recomienda especialmente en las relaciones dependientes, es algo que también puedes aplicar si tu duelo resulta muy doloroso», nos aconseja Esclapez. El objetivo de este paso es no volver a pensar en la otra persona y, para conseguirlo, debes cortar todas las vías que te conectan con ella. No puedes hablar de manera directa, ni escribir, ni tampoco recibir información de él o ella, por lo que es mejor que la bloquees en tu teléfono y redes sociales, para evitar tentaciones o incluso stalkearle.
- Rodéate de personas que te quieran. «Esto te ayudará a sentirte querida y generará la oxitocina que te falta tras la ruptura», asegura la psicóloga. Este consejo forma parte de los nueve tips para nuestro autocuidado de la psicóloga Beatriz Galván. Rodearte de gente que te quiere y te validen como persona te ayudará a restablecer la autoestima perdida.
- Dedica tiempo a tu malestar. «Escribe o verbaliza cómo te sientes. Habla sobre tus recuerdos, tus anhelos y desahógate. Ponerle palabras al dolor ayuda mucho», comenta la experta. Y es que cuando algo nos duele, tendemos a dejar de pensar en ello, pero lo único que conseguimos con eso es enquistar el dolor, no eliminarlo.
- Busca tu refugio. «Encuentra actividades que te hagan sentir válido, que te distraigan y te generen bienestar«, aconseja Esclapez. Puede que estés triste, pero si sólo te regodeas en la tristeza, tampoco vas a avanzar. No se trata de evitar mirar al dolor de frente, sino de procurarte momentos de bienestar en tu día a día.
- Intenta marcarte un objetivo. «Esto le dará sentido a tu vida. Cuando rompemos una relación nos sentimos desubicados. Tener algo por lo que luchar nos devuelve la ilusión«, aconseja la experta. Puede ser salir a correr X kilómetros o pintar ese cuadro que habías dejado a medias.
- Haz una carta de despedida, pero no se la des a tu ex. «Esta carta es para materializar el dolor, sacarlo de ti y expresar todo aquello que te quedaste con ganas de decir», concluye la psicóloga. A veces, somos más capaces de verbalizar nuestros sentimientos por escrito que de manera oral. Escribe lo que sientes con sinceridad hacia ti mismo, sin dejarte nada dentro.
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