Cómo saber si tienes un amigo tóxico: lo que tienes que hacer para romper con él para siempre

En una típica frase motivacional, el psicólogo argentino Juan Armando Corbin escribía: «Ni el más grande de los éxitos se puede comparar a la felicidad de tener un buen amigo». De toda esa frase, hay una palabra clave, «buen». O sea, alguien que te ayuda y te hace sentir mejor. Sin embargo, no siempre es así. Pero nos cuesta, y mucho, reconocer a las amistades tóxicas. Desprendernos de ellas, aún más.

Sería extraordinario poder contar con educación emocional desde los primeros ciclos formativos, desde niños. Pero no es algo aún lo suficientemente desarrollado en las aulas, aunque es un objetivo de buena parte del profesorado. Mientras tanto, nos pueden ayudar las indicaciones que da la psicóloga Erin Falconer en su libro Cómo no romper con tus amigos. Aprende a cuidar las relaciones que aportan valor a tu vida (Zenith). Tras leerlo, es más fácil separar el trigo de la paja amistosa. Así, podrás acabar por decir, como la poeta Emily Dickinson, «todo mi patrimonio son mis amigos».

Cómo detectar las amistades tóxicas

En su libro sobre la amistad, Falconer, psicoterapeuta y copropietaria de PickTheBrain, comunidad de superación personal en Estados Unidos, da una serie de consejos para reconocer amigos tóxicos. Por ejemplo, esa persona que sólo te llama cuando necesita algo, que te menosprecia o ridiculiza en público, que es agresivamente competitiva. Tanto, que dudas a veces si compartir buenas noticias con ella, porque no sabes si se alegrará.

Estas son algunas de las pistas, pero hay más. Si te critica por detrás, sólo te cuenta penas y las suyas son las más importantes, o si te deja plantado con frecuencia. Pero, eso sí, Falconer también señala la otra cara de la moneda. “Esa persona es tóxica, pero si toleras sus comportamientos, tú también eres cocreadora de ese problema”, advierte. Además, recuerda, “la gente tóxica suele ser súper divertida, pero es poco probable que puedas tener una relación estrecha con ella”.

La ruptura de la amistad

Cualquier que haya perdido a un amigo, sabe lo doloroso que es. En realidad, tras esa ruptura, hay que hacer un duelo, como con cualquier pérdida. Pero, también, como siempre que algo se acaba, cuanto menos drama, mejor para todas las personas implicadas. Eso sí, a veces cuesta porque sientes una traición demasiado grande.

Por todo ello, conviene aprender a romper con tus amistades cuando sientes que ya no te aportan nada o te hacen daño. Antes, puedes optar por hablar con ellas, para tratar de enmendar la situación. Pero si eso no os ayuda, ha llegado la hora de terminas la relación.

Cómo romper una amistad

Nombrada una de las mejores emprendedoras digitales en Los Ángeles por el periódico LA Confidential, Erin Arconen lleva toda una vida estudiando la amistad y sus efectos en los seres humanos. La terapeuta tiene claro que hay que cuidar de tus amistades, pero no dar ni el más mínimo margen a las amistades tóxicas.

“¿Por qué es un tabú hablar de romper una amistad?”, se pregunta. Lo es “tanto que acabamos ninguneando a la persona antes que romper explícitamente con ella”. Para evitarlo, propone quedar para hablar. En caso de que no se pueda o resulte muy incómodo, sugiere mandar un correo electrónico o una carta, siempre con un tono cuidadoso, sin insultar ni humillar.

Además, recuerda que en la comunicación es conveniente saber muy bien qué se quiere decir. También mantener la calma al expresar tus sentimientos y por qué dejas la relación de amistad. Y recuerda que se trata de un proceso doloroso. “Date permiso a llorar la pérdida de esa amistad. Hubo algo que os unió al principio y, aunque al final haya resultado una mala opción, tienes derecho a albergar recuerdos felices”, anima. Eso sí, ahora te toca disfrutar de las amistades que sí te van a hacer feliz. Esas son las que merecen la pena.

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