¿Te estresa conducir? Así es cómo la postura o el silencio te pueden ayudar a reducir la ansiedad al volante

Prisas. Atascos eternos. El GPS dando instrucciones. Un parque móvil que en los últimos 35 años se ha duplicado (de 16,5 millones de vehículos en 1990, a los más de 34 millones actuales). Cortes por obras. Más prisas… Actualmente, conducir no parece eso que tanto relajaba a nuestros padres. Un reciente estudio de movilidad, realizado por la app Easypark, señalaba que el 83% de los españoles menores de 34 años se estresa al volante.

Pese a todo, hay mucha gente que sigue disfrutando en carretera. José María Galofré, CEO de Volvo Car España, se encuentra entre ellos. «Me gusta muchísimo conducir, no solo coches: también motos, la bici… Para mí, es un momento de relajación, de disfrute», cuenta. «Aunque sí hay algo que me pone nervioso: que el coche no me ayude. Si cuando llegas al coche, además a tus problemas externos se les suman que todo es complicado, la situación deja de ser agradable».

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Agobiados por el tráfico

Está claro que las condiciones externas están ahí. No es solo el hecho de aguantar un atasco a primera hora de la mañana. Es que eso puede arruinarte el resto del día. Ocho de cada 10 españoles consideran que la movilidad en su ciudad —especialmente en Madrid, Cataluña y Andalucía— afecta a su calidad de vida, según el Observatorio Midas. Más datos al respecto: el 50% de los ciudadanos siente un impacto negativo en su bienestar al llegar tarde al trabajo por culpa del tráfico. Y un 47% se agobia por no encontrar estacionamiento.

Por eso, es tan importante que, al menos, ese rato que estás en el coche (entre 30 minutos y una hora para casi la mitad de los españoles) sea lo más agradable posible. Y ahí entra en juego esa comodidad o ayuda que Galofré menciona. «El propósito de Volvo, desde que su origen hace casi 100 años, es que cuando estés en uno de sus vehículos sientas la mínima ansiedad».

Lo primero: estar cómodo en el coche

Las marcas de automoción lo tienen claro. Un conductor cómodo es un conductor más alerta. Volvo, por ejemplo, colabora con los expertos de la Universidad de Gotemburgo para el diseño de sus asientos y toda la ergonomía. Así han conseguido, por ejemplo, minimizar los puntos de presión.  El hecho de que el habitáculo esté bien insonorizado también aporta calma. Esa sensación de subir las ventanillas y dejar el ruido fuera.

«Una de las cosas que más ansiedad crea en un coche es ese nerviosismo de cómo quito la radio, cómo bajo la temperatura, qué ruido suena por ahí…. Cuando te sientas en un Volvo eso desaparece. Todo está a mano, parece lógico y es sencillo. Eso es lo que hará que tu viaje sea tranquilo», sostiene el CEO del grupo, quien relaciona este aspecto con el origen sueco de la marca. “El modelo funcional en Suecia busca que las cosas sean naturales”. En otras palabras, la tecnología intuitiva se traduce en ahorrar energía mental. Algo que en este mundo de hiperconexión y carga mental se agradece bastante.

Sentir confianza para combatir la ansiedad al volante

No todo el mundo se siente seguro al volante. Algo que se ve muy claro cuando nos enteramos de que el 33% de las personas con carné tiene un miedo irracional a conducir, de acuerdo con la Fundación Mapfre. En este sentido, la tecnología —inteligencia artificial, cámaras, radares, dispositivos ultrasónicos…— se ha convertido en un gran aliado.

Galofré se refiere a funcionalidades como Pilot Assit (que ofrece asistencia en la dirección y le ayuda a mantener la distancia con el vehículo de delante), los sensores 360º para la detección de objetos -peatones, bicis, motos, otros coches…-, la integración de Google Assistant, etc.  «La idea no es que conduzcan por ti, pero sí que cuentes con ello por si tú fallas», resume.

El estrés y la ansiedad, cada vez más peligrosos en carretera

Porque, ojo, no perdamos de vista un dato: solo el 10% de los accidentes se deben a errores de mecánica del vehículo o a malas condiciones de la vía. En el 90% restante se encuentra detrás el factor humano. Están el exceso de velocidad, el consumo de alcohol y drogas y, por supuesto, el estrés. Porque, como advierte el CEO de Volvo, «el cansancio y la ansiedad cada vez tienen más peso». Ante esto, que el diseño de un automóvil tenga en cuenta los niveles de cortisol no es un hecho insustancial.

Es más, en Volvo, esa preocupación por ofrecer una seguridad extra, y en última instancia, mayor calma, forma parte de su ADN. Ya lo hicieron con el invento del cinturón de seguridad de tres anclajes en 1959 —cuya patente compartió con el mundo y que se calcula que ha salvado más de un millón de vidas— y del asiento infantil a contramarcha (1972). O más recientemente con la alerta de fatiga, la función de detección de ocupantes o el nuevo cinturón multiadaptativo, que se adapta a las variaciones del tráfico y a la persona que lo lleva mediante los datos en tiempo real recogidos por los sensores.

Cuidar de la salud mental también fuera del coche

Pero no todo son innovaciones dentro de las cuatro puertas del automóvil. Hace poco Volvo lanzó SeguraMente. Una iniciativa que integra la salud mental y emocional en la conversación sobre seguridad vial. «El compromiso de cuidar a las personas se enmarca en la ética de Volvo. No solamente cuando están dentro del coche, sino también fuera. Defendemos la seguridad en el vehículo y también el respeto por unos valores que nos hagan la vida más fácil», defiende Galofré. Porque, como él mismo dice, cuando estás tranquilo y te sientes bien, probablemente, vivas mucho mejor.