El dulce, las cenas copiosas o el alcohol empeoran los síntomas de los cambios hormonales. Pero eso no significa renunciar a las celebraciones en la mesa. El secreto pasa por buscar el equilibrio.
Esta práctica, que ha resurgido con fuerza, está llena de beneficios. Pero para obtenerlos en menopausia hay que limitar su duración y flexibilizarla para evitar los picos de cortisol y otros problemas.
Incluir en la alimentación diaria ciertos alimentos que combaten la inflamación crónica puede contribuir a mejorar la acumulación de grasa visceral, prevenir problemas metabólicos y tener más energía.
Mantener el suelo pélvico en forma es fundamental en esta etapa, pero ni los Kegel son la única solución ni se pueden realizar de cualquier forma. Identificar los fallos más comunes ayudará a evitarlos.
Según un estudio publicado en Menopause Journal, el cardio en exceso puede elevar los niveles de cortisol durante la menopausia.
Cuando los cambios hormonales empiezan a acechar la piel, no es suficiente con hidratarla. Las fórmulas corporales para esta etapa deben combinar propiedades reafirmantes, nutritivas y reparadoras.
A partir de los 40 o 45 años, el cuerpo de la mujer empieza a cambiar. El aumento de tripa es uno de los reflejos más claros que, además, esconde riesgos para salud. Manejarlo es tan clave como asumirlo.
Antioxidantes, antiinflamatorios y capaces de prevenir las pérdidas de orina, estos alimentos no deberían faltar la dieta. La nutricionista Tatiana da Silva da algunas ideas para incluirlos y disfrutarlos.
El descenso hormonal puede comprometer la salud ósea. Realizarse este sencillo examen radiológico ayuda a conocer en qué estado se encuentran los huesos y a prevenir el riesgo de posibles fracturas.
No todo en esta etapa es entrenar la fuerza. De hecho, sin movilidad no sirve de mucho. Por eso es fundamental integrar unas sencillas prácticas en el día a día, especialmente a partir de los 45.
La alimentación, el ejercicio o el sueño se convierten en las mejores armas para transitar más preparada por esta etapa. Por eso es tan importante revisar los hábitos y cambiarlos a tiempo.