Pastillas para protegerse del sol: ¿milagro moderno o complemento con ciencia detrás?

Hace ya tiempo que se fantaseaba con la idea de protegerse del sol con una simple cápsula. «Llegará el día que sea así», aventuraban algunos expertos años atrás. Sin embargo, aún queda mucho por andar en los laboratorios para dar con una protección solar en pastilla. Lo que sí tenemos a nuestra disposición es la fotoprotección oral. Se trata de una serie de suplementos nutricionales que ofrecen una protección extra a la piel frente a los daños de las radiaciones solares. Es decir, por sí solas, las popularmente conocidas como pastillas para el sol no son suficiente. Pero combinadas con el uso de crema solar, multiplican la resistencia de la piel al sol proporcionando un escudo más completo. De este modo ayudan a prevenir quemaduras y daños acumulativos.

El problema es que, tal y como pone de manifiesto el Observatorio Heliocare by Cantabria Labs, solo un 33% de la población conoce en qué consiste la fotoprotección por vía oral. Y no solo eso. Únicamente un 9% la toma. «Estos datos revelan una brecha significativa entre el nivel de conocimiento y la adopción efectiva de estrategias de protección solar», lamenta el doctor Salvador González, dermatólogo de la Unidad de Cáncer Cutáneo del Grupo Pedro Jaén y asesor de Cantabria Labs. Esta disparidad es especialmente notable en hombres y, sobre todo, en los más jóvenes. Las mujeres, por su parte, sobre todo a partir de los 30 años, están más informadas y son más usuarias. «Lo que refuerza la necesidad de seguir con campañas que promuevan su uso adecuado», añade el experto.

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Razones de peso para tomar fotoprotección oral

El principal motivo para tomar pastillas para el sol es que, en términos generales, cometemos bastantes fallos en lo que se refiere a la protección solar. Si bien sabemos que, afortunadamente, un 94% usa filtro solar, el 86% lo hace mal… Entre los errores más comunes: no repetir la aplicación; echar poca cantidad; aprovechar el bote del año anterior, etc. Además, otro dato a tener en cuenta. El fotoprotector en crema solo es capaz de bloquear el 55% de los radicales libres provocados por la radiación solar. Por no hablar de las zonas olvidadas —orejas, nariz, cuero cabelludo o labios—, que son precisamente las más propensas a la aparición de tumores cutáneos como el carcinoma basocelular.

Precisamente aquí es donde la protección solar oral marca la diferencia. Ya que aporta esa ayuda extra que, como se ve, es tan necesarias. Además, como subraya el doctor González, pionero en el desarrollo de fotoprotección oral, «cabe destacar su uso en el manejo de fotodermatosis, en trastornos pigmentarios tales como el vitíligo y el melasma, así como en pacientes con queratosis actínica». «También es interesante —añade— al hablar de cáncer, promoviendo su prevención o sirviendo como terapia adyuvante en tratamientos mínimamente invasivos como la terapia fotodinámica».

¿Una ayuda para el bronceado?

Si bien no tiene que ser la razón determinante para usar protección solar oral, hay que recordar que la mayoría de estas pastillas mejoran el bronceado. ¿La razón? Algunas fórmulas lo inducen gracias a activos como betacarotenos. Esto no significa que confieran una tonalidad anaranjada, como mucha gente piensa. Sino que se traduce en un tono saludable y uniforme. También resulta interesante que en la fórmula se incluyan ingredientes extra. Es el caso de Heliocare 360º D Plus. Por un lado, contiene vitaminas D y E y niacinamida. Por otro, un alto contenido en la tecnología ASPA-Fernblock, que aumenta la resistencia de la piel al sol desde la primera toma y optimiza la funcionalidad de la vitamina D.

Esta línea de investigación demuestra, tal y como explica el dermatólogo, «su efecto antioxidante, antiinflamatorio, protector del daño al ADN inducido por UVB e inmunomodulador. Además de asegurar ese mejor funcionamiento de la vitamina D». Además, en su opinión, abre al puerta al diseño de futuras estrategias para mejorar las herramientas de protección solar.

Cuándo empezar a usar pastillas para el sol

Salvador González, que también es catedrático y profesor en la Universidad de Alcalá de Madrid, recuerda que hace ya 20 años se comprobó que el efecto de la fotoprotección oral es prácticamente inmediato. «En nuestras investigaciones, utilizamos Fernblock, tecnología de la línea Heliocare de Cantabria Labs, como agente fotoprotector oral, constatando que una media hora posterior a su ingesta ya ofrecía beneficios antioxidantes y de protección solar». Pero siempre en personas sanas sin patologías cutáneas específicas.

En el caso de pacientes con alergias, pieles muy sensibles y otras problemáticas se aconseja empezar con antelación. «Por ejemplo, si hay una fotodermatosis se recomienda iniciar la suplementación al menos dos semanas antes de la llegada de la primavera», apunta el doctor. ¿Y en los fototipos oscuros? Su uso resulta igualmente pertinente ya que incluso la luz visible puede potenciar las lesiones pigmentadas, más frecuentes en estas pieles, como el melasma.