Cómo saber con qué amigos te puedes ir de vacaciones (y con cuáles no) para no arruinar tu verano

Hay aprendizajes que solo se adquieren en carne propia. Uno de ellos es el de que esos amigos con los que te lo pasas genial de fiesta, en el cine o en tiendas vintage no son la mejor compañía para pasar unos días juntos de vacaciones. Cuesta trabajo, pero antes de arruinar tu verano es importante que decidas quién quieres que vaya contigo y quién es preferible que vaya por su lado.

“No es un secreto que la convivencia pone a prueba las relaciones. Pasa así en las parejas, en las familias y también entre los amigos”, explica la coach María Jiménez.

“Cuando varios amigos deciden ir juntos de vacaciones, y van a compartir tiempo y espacio, deben tener en cuenta que la confianza no puede ser una patente de corso para hacer lo que cada cual quiera. Hay que dar un paso atrás y llegar a una serie de pactos que permitan que todos disfruten por igual”.

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Se trata de pactar, y hay muchos aspectos que tener en cuenta: limpieza, presupuesto, dietas, intereses, actividades, horarios, orden… “Puede ser realmente estresante y hay amistades que se rompen después de unos días compartiendo el mismo apartamento o la misma habitación de hotel”.

En este sentido, es importante que elijas irte con personas que tienen una idea similar de lo que se quiere hacer en vacaciones: si se quiere hacer un turismo activo, cultural, festivo, gastronómico… Y reservar parcelas de tiempo para que cada uno descanse de los demás”.

El amigo mandón

Cada grupo cuenta con un personaje al que le gusta organizar las cosas. Esto, en principio, puede parecer una virtud… “hasta que te das cuenta de que necesita imponer su criterio y que los demás acepten sus decisiones”. Deciden qué hacer cada día, dónde y qué comer, eligen los freetours…

“Puede que te resulte cómodo acomodarte, pero ten en cuenta que esa persona se va a adueñar de ese rol para este viaje y para los siguientes, de forma que en lo sucesivo te será muy difícil que se tenga en cuenta tu voz”.

Junto al amigo mandón y controlador, está el amigo amante del escaqueo: el que no se ha ocupado de ninguna de las gestiones del viaje, que espera que se lo den todo hecho y que, además, nunca es el primero en pagar y siempre termina debiéndote dinero.

Para dominar a ambos amigos, la experta en relaciones señala que “es conveniente que se asignen diferentes tareas a cada uno de los miembros del grupo. Es una forma de que todos se involucren”.

Con respecto al dinero, “el mejor consejo es hacer un grupo con una aplicación de pago que va de forma instantánea sumando y restando las aportaciones de cada cual”. Y para el que siempre manda, “dejar claras desde el principio aquellas actividades o intereses que quieres que se tengan en cuenta”.

Cómo organizarse para evitar discusiones

Cuanto más espacio haya, más fácil será todo. Es una obviedad, pero que en las vacaciones se hace más patente que nunca. No es lo mismo tener para ti solo la habitación de un hotel, o al menos compartirla solo con uno de tus amigos, que alquilar un pequeño apartamento y meteros todo el grupo con la idea de que salga más barata la estancia.

En estos casos, la experta señala que se tengan en cuenta los siguientes factores: “Hay que pactar la limpieza de los espacios comunes; por ejemplo, que cada cual deje el baño tal y como lo encontró, o que cada noche la cocina debe quedar recogida”.

También te va a interesar saber si tu amiga es de las que llevan cuatro maletas cuyo contenido va a desperdigar por el salón, o sus hábitos a la hora de acostarse, como si necesita dormir con luz o con música de fondo.

El tema económico hay que dejarlo también resuelto: no se trata de que sea mejor o peor un presupuesto alto o uno bajo, “sino de que se ajuste a lo que todos quieren, pueden y están dispuestos a pagar. Si tienes un amigo que solo quiere ir a restaurantes de moda, u otro que se defiende comiendo cada día un bocata del súper, debes saberlo con antelación y decidir si quieres viajar en esas condiciones o no”.