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beneficios del ayuno intermitente

El ayuno intermitente tiene muchos beneficios para mantener el bienestar físico./ Imagen: Pexels.

Alimentación

Para qué sirve hacer ayuno intermitente (y los trucos fáciles para hacerlo bien)

Olvídate del ayunar con el objetivo de adelgazar y contémplalo como un estilo de vida sencillo de implementar y con grandes ventajas en tu bienestar (si lo haces bien y está supervisado).

Por Sara Trueba Rodríguez

28 de marzo de 2023 / 07:00

Seguro que tienes gente en tu entorno que no puede comer nada más levantarse (a lo mejor tú eres esa persona). Otras, que se han acostumbrado a cenar pronto con el propósito de no irse demasiado llenas a dormir, y otras incapaces de arrancar el día sin desayunar. En el primer y segundo caso es posible que estén realizando algún tipo de ayuno intermitente sin saberlo.

El ayuno se ha puesto de moda en los últimos años, pero no deja de ser una manera natural de regenerarse y un sistema que ya practicaban los hombres de las cavernas al que, algunos organismos, tienden incluso inconscientemente. En cualquier caso, se ha demostrado que el ayuno intermitente tiene grandes ventajas en nuestro bienestar.

Te contamos para qué sirve, cuáles son sus beneficios y qué precauciones debes tomar antes de elegirlo como nuevo estilo de vida saludable.

¿Qué efecto tiene el ayuno en el organismo?

Según la Técnico Superior en Dietética Ana Lioba, «el ayuno sirve para recuperar y regenerar los órganos del sistema digestivo y otros colaterales. Como hay muchas maneras de ayunar, hay que escoger la que mejor le vaya a uno, pero siempre sabiendo hacerlo… No tiene sentido comenzar con ayunos largos y exigentes, mejor empezar con pequeños y cortos», comenta.

Todo se centra en los mecanismos que tiene el organismo para sobrellevar la falta de alimento durante un tiempo. Hace millones de años, cuando el ser humano se alimentaba según lo que cazaba y no tenía garantizado el alimento tres veces al día (a veces ni siquiera una vez), el cuerpo ya estaba preparado para saber gestionar esos períodos de carencia, obteniendo la energía a partir de esa autogestión.

«El primer aporte de energía se hace con lo que ingerimos justo tras la comida. Pasadas las tres horas, cuando ya se ha absorbido, el cuerpo utiliza las reservas: glucógeno hepático y muscular y la grasa. Si el ayuno se prolonga, se agotan dichas reservas (en 24 horas de ayuno) y se empiezan a degradar las proteínas, creando cuerpos cetónicos a partir de la grasa para dar soporte al cerebro y al sistema nervioso».

Beneficios del ayuno intermitente

Sí, incluir algún tipo de ayuno en tu estilo de vida tiene numerosos beneficios comprobados y respaldados por la ciencia. Eso sí, ni ayunar es la solución para todo ni es una estrategia para perder peso, aunque se pueda llegar a perder un poco. De hecho, se dice que el ayuno reduce el consumo de calorías porque se restringe el tiempo destinado a comer pero, ¿no hay posibilidad de generar ansiedad por la comida, logrando el efecto contrario?

«Sí, por supuesto, por eso cualquier ayuno debe estar supervisado. De todos modos, el ayuno de 12 horas es muy seguro. En cualquier caso en el período de ingesta haya que tener el aporte necesario de calorías y nutrientes». Estos son sus beneficios:

  • Depura y elimina tóxicos del hígado y colon.
  • Mejora la mucosa del estómago e intestino.
  • Hace descansar al páncreas porque disminuye los picos de glucosa.
  • Mejora el sistema inmunitario, disponiendo de más energía y reduciendo los marcadores de inflamación.
  • Mejora el perfil lípido.
  • Revierte angustia y nerviosismo.
  • Regenera las células.

Se habla del incremento de energía, más claridad mental y equilibrio hormonal con el ayuno, pero, ¿todos los tipos de ayuno consiguen esto? «En general sí. El ayuno mejora la capacidad cognitiva, hace que la mente esté más lúcida, pero eso suele notarse más con los ayunos más intensos. Quedémonos con las ventajas digestivas que supone el ayuno básico, 12h-12h», cuenta Lioba.

«No quiero hacer apología del ayuno para que nadie se confunda y decida hacer ayunos extremos a lo loco, sin acompañamiento, porque podría tener consecuencias desagradables», advierte la profesional. De hecho, hay una serie de inconvenientes y cuestiones que hay que tener en cuenta antes de incorporar el ayuno a nuestra vida. «Lo primero es que siempre debe hacerse bajo indicación y con asesoramiento. Si se hacen un poco más extremos (más de 12h) hay que adaptarlo. Puede producir dolor de cabeza y un bajón de energía en momentos puntuales», añade

¿El ayuno intermitente es para todo el mundo?

Aunque la profesional en Dietética asegura que los ayunos cortos van bien con una actividad normal, no así en el caso de los largos, «que deben controlarse y conllevan descanso». Existe también la posibilidad de hacer un semi-ayuno, consistente en ventanas de más de cuatro horas a lo largo del día. «Se activa el complejo motor migratorio que es el sistema de super limpieza del sistema digestivo una vez hemos hecho la digestión», explica la experta.

Así, el ayuno está contraindicado durante el embarazo y lactancia, en personas con medicación crónica (según qué tipo de patología tenga), diabéticos tipo 1, psicopatías, TCA (Trastornos de Conducta Alimentaria), cardiopatías… «Tampoco es recomendable en niños, adolescentes y ancianos ni cuando la temperatura atmosférica es gélida, puesto que esto aumenta la necesidad de energía para calentar el cuerpo», aclara.

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