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En la dieta baja en FODMAP se suprimen polioles, fructosa, lactosa, gluten, sorbitol, etc./ Imagen: Unsplash.
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Hacer esta dieta baja en ciertos carbohidratos puede no ser del todo bueno si no está recomendada explícitamente y se hace durante un tiempo prolongado.
Por Paka Díaz
27 de junio de 2023 / 13:58
A todos los que aman cocinar, también les gusta curiosear por los contenidos de Instagram y TikTok sobre recetas y alimentos. En los últimos tiempos, hemos visto en ellos una palabra de la que no teníamos ni idea de lo que significaba: FODMAP. Tras investigar un poco, descubrí que era un acrónimo de Oligosacáridos, Disacáridos, Monosacáridos y Polioles Fermentables.
Estos carbohidratos de cadena corta y alcoholes relacionados se han puesto de moda porque hay gente que por alteraciones de su microbiota los tolera mal. Les producen gases y otros síntomas incómodos por un exceso de fermentación. Tal parece el auge de personas que tiene esos síntomas, que se ha creado una dieta baja en FODMAP para evitarlo.
“FODMAP es el acrónimo de carbohidratos fermentables de cadena corta, fructooligosacáridos fermentables (fructanos y galactanos), disacáridos (lactosa), monosacáridos (fructosa) y polioles (sorbitol, manitol, maltitol, xilitol e isomaltosa)”, explica el doctor Pedro Robledo, responsable de la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética en MD Anderson Cancer Center Madrid.
Además, el médico cuenta que “la dieta FODMAP fue diseñada por un grupo de gastroenterólogos australianos, que aplicó pautas dietéticas a un grupo de pacientes con Síndrome de Intestino Irritable, basadas en bajo aporte de oligosacáridos. Ya que estos no fermentan completamente en el intestino delgado y lo hacen en el colon, lo que genera un aumento de sintomatología”. Pero, ¿qué tiene FODMAP que está tan de moda en los temas de alimentación?
En Instagram y TikTok, los usuarios se pasan unos a otros información y recetas sobre FODMAP. Esto es algo que, según Robledo, “en primer lugar, puede llevar a equívoco, ya que es difícil no encontrar alimentos que contengan FODMAP”. Además aclara que lo “importante es conocer qué elementos quiero eliminar de FODMAP según sintomatología y diagnóstico”.
Y advierte: “todas las pautas dietéticas que son diseñadas con base científica para una patología específica suelen dar un resultado favorable. En muchos casos, las dietas fuera del ámbito clínico son recomendadas como si fueran recetas de cocina por el hecho de ser combinaciones de alimentos, sin embargo, no siempre los resultados son los que se quieren tener, y en muchas ocasiones generan un problema mayor.
Al popularizarse y ver tantas cosas escritas en las redes sociales, se podría decir que los FODMAP son peligrosos o dañinos. Sin embargo, el doctor Robledo corrige esa noción: “Realmente, no es correcto decir que sientan mal los FODMAP, ya que no es la causa por la que comienzan los síntomas gastrointestinales”.
En realidad, el médico explica que esas molestias “son la consecuencia de un estado patológico previo, como colon irritable o enfermedad inflamatoria intestinal. O bien por alteraciones de permeabilidad de membrana, como ocurre con las disbiosis o intolerancias alimentarias. O incluso de origen farmacológico por el empleo de antibióticos o AINES [medicamentos antiinflamatorios no esteroideos]”.
La dieta FODMAP es, en realidad, una dieta baja en FODMAP. Pero, por mucho que en redes sociales la gente se la recomiende, lo cierto es que sólo está indicada en situaciones muy concretas. “Está indicada en situaciones patológicas que afectan al aparato digestivo”, explica Robledo. Y recalca que “no debe emplearse como dieta de adelgazamiento. De hecho, tiene tiempo de empleo limitado, por posibles carencias».
“Dependiendo de los síntomas y su localización, deben ser restringidos grupos de FODMAP, como polioles, fructosa, lactosa, gluten, sorbitol etc., con alto contenido en estos componentes por cada 100 gramos de alimento”, explica el médico. Pero advierte que “cuando no hay síntomas, puede introducirse o restringir alimentos FODMAP por un espacio de tiempo limitado con intención de mejora de absorción de calcio y producción de ácidos grasos de cadena corta o aumento del bolo fecal”. Además, alerta: “el impacto sobre la microbiota no siempre es bueno cuando se emplea por tiempo largo”.
Tras seguir esta dieta restrictiva en determinados alimentos, luego hay que empezar a volver a tomarlos. “En el caso de intolerancias y disbiosis, las guías recomiendan empezar no más de cuatro a seis semanas. Luego, a partir de la cuarta semana, se reintroducen de forma gradual pequeñas porciones de alimentos. Se empieza por polioles como manzana, pera o albaricoque, y gluten posteriormente”, explica el médico. Además, señala que “en el caso de colon irritable o Enfermedad Inflamatoria Intestinal, debemos suspender si desaparecen los síntomas”.
“La solución no sería retirar los alimentos que contienen FODMAP para siempre de la dieta, porque están contenidos en alimentos beneficiosos saludables. Lo que se debe hacer es buscar la causa de la intolerancia a los FODMAP y solucionarlo”, añade la doctora Sari Arponen, autora, entre otros, del libro En la cocina con Sari Arponen.
La médica también recalca que “los FODMAP son alimento para muchas bacterias beneficiosas. Por eso interesa que podamos comerlos en cantidad y variedad, procedentes de alimentos como la cebolla y el ajo, muchas setas, muchas frutas, el aguacate, etc. Es importante tener una variedad y diversidad de microbiota, y si comemos una gran variedad de comida para ésta, la tendremos más sana”.
La popularidad de la dieta baja en FODMAP es tal que la marca ProAge ha creado la primera línea proteinada hipoalergénica en el mercado internacional certificada como baja en FODMAP y FODMAP FRIENDLY. “Había un vacío total. A día de hoy en España aún se sabe muy poco respecto al Síndrome de Sensibilidad Central (SSC) y cómo solucionar patologísa digestivas con dietas bajas en FODMAP. Nuestra proteína no es una simple proteína, es un medio para tratar esas patologías y a su vez nuestro sistema inmune, ya que el pilar fundamental de este está en el aparato digestivo”, explica Viki Blanco Mayo, CEO y Fundadora de ProAge.
Investigadora principal de aplicaciones en nuevos mercados, Blanco y su equipo detectaron la necesidad de ofrecer un producto adecuado para las personas con problemas intestinales relacionados con los FODMAP. “Con nuestra línea proteinada y sus componentes reparamos el intestino y combatimos el estrés oxidativo”, cuenta. Destaca que han logrado un certificado que solo se otorga en Australia, donde nació el acrónimo FODMAO en la Universidad de Monash.
Para afrontar los síntomas relacionados con los FODMAP, Viki Blanco sugiere mantener un registro de los alimentos consumidos y los síntomas experimentados. Además recomienda consultar con un profesional de la salud para un diagnóstico adecuado y, en caso necesario, seguir una dieta baja en FODMAP siempre bajo la supervisión de un profesional. Además, recuerda que “el manejo de los síntomas puede variar para cada individuo”.
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