¿Cómo practicar deporte de forma segura si tienes asma?

El verano es una época ideal para disfrutar del aire libre y practicar deportes. Sin embargo, las altas temperaturas y otros factores ambientales pueden plantear desafíos adicionales para las personas con asma. Pero con las precauciones adecuadas, el ejercicio al aire libre durante el verano es posible y ofrece numerosos beneficios para la salud respiratoria y el bienestar general.

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¿Qué beneficios aporta el ejercicio a las personas con asma?

1. Mejora de la capacidad pulmonar. La práctica regular de ejercicio ayuda a fortalecer los músculos respiratorios, mejorando la capacidad pulmonar y la eficiencia del intercambio de oxígeno, lo que puede reducir la frecuencia y severidad de los síntomas asmáticos.
2. Ayuda a controlar el peso. Mantener un peso saludable es crucial para las personas con asma, ya que el sobrepeso puede exacerbar los síntomas.
3. Reduce el estrés. El ejercicio libera endorfinas, que ayudan a reducir el estrés y la ansiedad. Dado que el estrés puede ser un desencadenante de los ataques de asma, mantenerse activo puede ser una forma eficaz de minimizar estos episodios.
4. Fortalece el sistema inmunológico. El ejercicio moderado refuerza el sistema inmunológico, lo que ayuda a reducir la susceptibilidad a infecciones respiratorias, que a menudo pueden desencadenar el asma.

Siete claves para practicar deporte de forma segura en verano si eres asmático

1. Elige el momento adecuado. Las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde suelen ser más frescas y las que tienen niveles más bajos de polen y alergenos, lo que es ideal para personas con asma. Evita hacer ejercicio entre las diez de la mañana y las cuatro de la tarde, cuando el calor y la contaminación están en su punto más alto.
2. Hidrátate. Mantente bien hidratado antes, durante y después de la actividad física. La deshidratación puede aumentar la viscosidad del moco y dificultar la respiración. Beber agua regularmente es fundamental para mantener las vías respiratorias húmedas y reducir el riesgo de ataques de asma.
3. Calienta antes de empezar y enfría gradualmente al terminar. Realiza un calentamiento adecuado antes de empezar cualquier actividad física para preparar pulmones y músculos para el ejercicio. Del mismo modo, un enfriamiento gradual después de la actividad puede ayudar a prevenir el broncoespasmo inducido por el ejercicio.
4. Usa tu medicación preventiva. Si tu médico te ha recomendado el uso de un inhalador de alivio rápido o de control antes del ejercicio, asegúrate de utilizarlo según las indicaciones. Lleva siempre contigo el inhalador por si experimentas síntomas durante la actividad.
5. Elige deportes apropiados. Opta por actividades de intensidad moderada y procura entrenar en intervalos inferiores a seis minutos, el tiempo recomendado para evitar una crisis respiratoria durante la práctica deportiva. La natación es uno de los deportes más adecuados, ya que la humedad del ambiente es menos irritante para las vías respiratorias. Otros deportes recomendados incluyen caminar, ciclismo de baja intensidad, yoga, y golf.
6. Conoce tus detonantes. Es fundamental identificar los factores que te pueden provocar un ataque de asma, como el polen, el humo, la contaminación y el aire seco o el frío. Evita lugares con altos niveles de contaminación o áreas con una alta concentración de alergenos durante el verano.
7. Vigila la calidad del aire. Consulta la calidad del aire en tu área antes de salir a hacer ejercicio. Si los niveles de ozono o contaminación son altos, es mejor realizar el ejercicio en interiores o posponerlo para otro momento.

El verano puede ser una época fantástica para mantenerse activo, incluso para las personas con asma. Con las precauciones adecuadas y una planificación cuidadosa, es posible disfrutar de los beneficios del ejercicio al aire libre sin comprometer la salud respiratoria. Recuerda siempre seguir las recomendaciones de tu médico y escuchar a tu cuerpo para evitar cualquier complicación durante la actividad física.

Almudena Beltrán de Miguel Doctora en la Unidad de Chequeos de la Clínica Universidad de Navarra, Almudena Beltrán de Miguel es especialista en Medicina Interna y en valoración médica deportiva.