
Con el calor extremo, el cerebro prioriza funciones esenciales para la supervivencia. Eso puede causar fatiga mental y alteraciones en la conducta. FOTO: Pexels/ ©Mikhail Nilov.
MENTE
Así afecta el calor extremo a tu cerebro: del insomnio y la fatiga mental a los cambios de humor
En verano y con tanta oleada de calor, es importante saber cómo evitar la fatiga cognitiva. Una experta nos enseña a hacerlo.
Por Paka Díaz
1 DE SEPTIEMBRE DE 2025 / 10:00
Este verano, las olas de calor parecen alargarse en el tiempo. Se considera ola de calor a un episodio de al menos tres días consecutivos, en que como mínimo el 10% de las estaciones registran máximas por temperaturas extremas. Los efectos pueden ser intensos y muy variados. Como suele señalar la física y meteoróloga Mar Gómez, además hay que tener en cuenta que entre el 30 y el 60 % de la población es metereosensible. O sea, que es extremadamente sensible a la climatología. Sobre todo las mujeres y a las personas de edad avanzada.
En concreto, el calor extremo es lo que más mella hace en nosotros. Según una encuesta del Ministerio de Sanidad, más del 90% de la población lo percibe como un riesgo grave para la salud. De ella se desprende que los efectos que más sufre la población son los golpes de calor o desmayos, en un 84%. También la deshidratación afecta al 83%. Mientras que el 70% asegura padecer insomnio y fatiga. Pero una parte de la población, señala síntomas como la confusión o la desorientación. Esto ocurre porque el calor afecta, y mucho, a nuestra capacidad cognitiva y a nuestro órgano rey, el cerebro.


Qué le pasa al cerebro con el calor extremo
Cuando se superan los 36-37 grados, lo que ocurre es que, automáticamente y en pocos minutos, el cerebro detecta la necesidad de regularse. Por eso, cuando comienza a detectar un calor excesivo, destina la mayor parte de sus recursos al hipotálamo. Esta zona es la encargada de mantener la temperatura corporal regular. Las altas temperaturas afectan a la función cognitiva y a la regulación de las emociones provocando cambios en la memoria, el estado de ánimo y el comportamiento, así como en el sueño y la sensación de hambre.
Las temperaturas extremas obligan al organismo a realizar un sobreesfuerzo para mantener la homeostasis térmica. «A nivel cerebral, uno de los primeros efectos es la activación del hipotálamo, centro de control térmico, que desencadena respuestas fisiológicas para disipar el calor, como la sudoración o la vasodilatación.
Las estructuras más sensibles a la hipertermia son el hipotálamo, el sistema límbico, la amígdala e hipocampo, y los lóbulos frontales. Su sobrecarga puede generar síntomas como fatiga cognitiva, desregulación emocional, dificultades atencionales y alteraciones de la memoria de trabajo», apunta la Dra. María García Galant, Jefa del Servicio de Neuropsicología del Hospital HM Nou Delfos, en Barcelona.
Cuál es nuestro termostato interno
El hipotálamo, una zona del encéfalo situada en la base cerebral, juega un importante papel como centro de control térmico. «Actúa como un termostato interno que mantiene la temperatura corporal en equilibrio», señala la médica. Ante un exceso de calor, se dedica a priorizar funciones vitales para reducir la temperatura interna. Cuando se ve sobrepasado, redirige recursos del sistema nervioso hacia la termorregulación. Esto puede provocar un funcionamiento menos eficiente de otras áreas cerebrales. Como las responsables de la atención, el juicio o el estado emocional. Por eso nos podemos llegar a sentir confusos o despistados.
Lo que ocurre, según indica la experta, es que el cerebro prioriza funciones esenciales para la supervivencia. Para ello, se pone a toda potencia. Pero claro, le cuesta. Neuropsicóloga clínica y psicóloga, la Dra. María García Galant recuerda que «durante episodios de calor extremo, se activan mecanismos automáticos subcorticales que requieren gran consumo energético. Implica una redistribución de recursos, reduciendo la disponibilidad por ejemplo para el lóbulo frontal, implicado en la autorregulación, la planificación y la toma de decisiones. Como resultado, se observa fatiga mental, disminución del rendimiento ejecutivo y alteraciones en la conducta».
Emociones descontroladas por el calor
Además, el calor afecta al sistema límbico, encargado de la regulación emocional. Por tanto, también nuestra respuesta emocional se ve alterada ante el estrés térmico. «La hiperactivación de la amígdala puede generar mayor irritabilidad, apatía, agresividad o ansiedad. Estos cambios son especialmente visibles en contextos de deshidratación, alteraciones del sueño o desestructuración de rutinas. Como ocurre frecuentemente durante las olas de calor», comenta la doctora García Galant.
La neuropsicóloga advierte que entre las consecuencias cognitivas y conductuales más frecuentes están la disminución de la atención, lentitud en el procesamiento, una menor capacidad de concentración y alteraciones del estado de ánimo y del sueño. «Estos efectos suelen ser leves y transitorios. Pero pueden intensificarse con la exposición prolongada al calor, la deshidratación o la falta de descanso», alerta.
Cómo proteger al cerebro del calor
Para proteger al cerebro del calor y evitar daños cognitivos, o deterioro de las funciones cognitivas, la Dra. María García Galant señala que conviene estar bien informado sobre los riesgos del calor, «especialmente en los casos con patologías neurológicas o tratamiento farmacológico», apostilla.
Además, la experta recomienda mantener una buena hidratación, evitar la exposición al sol prolongada en horas centrales, adaptar la actividad física y cognitiva, y no suspender tratamientos sin supervisión médica. Por otra parte señala que es esencial adaptar las rutinas con el fin de reducir el impacto del calor en la función cognitiva y el bienestar general. Evitar estar mucho tiempo al sol, beber agua abundantemente y buscar lugares frescos donde descansar. Aparte hay que prestar una especial atención a cualquier síntoma que notemos.
- TEMAS
- VIDA SALUDABLE
WeLife hoy
Yoga CaloríasFelicidad CoreanaHambre emocionalComida ecológicaCalorSiguenos :)