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CUERPO
La curiosa conexión de los dientes con una vida más larga: por qué una mala salud bucal puede afectar a tu microbiota intestinal
Un buen cuidado de dientes y de boca es una herramienta clave para evitar enfermedades crónicas y vivir una vida más longeva.
Por María Corisco
08 DE MAYO DE 2025 / 17:00
Cuando pensamos en una boca sana, es fácil imaginar una sonrisa perfecta, blanca y digna de un anuncio de pasta de dientes. Pero, más allá de lo estético, cuidar de tu boca es clave para la salud general y, sobre todo, para un envejecimiento saludable y longevidad. No se trata sólo de evitar las caries o el mal aliento: una buena salud bucal puede marcar la diferencia entre tu calidad y tu esperanza de vida.
¿Por qué? Porque lo que ocurre en la boca no se queda en la boca. Enfermedades como la periodontitis o infecciones no tratadas pueden tener efectos a largo plazo en todo el organismo, afectar al corazón, los pulmones e incluso el cerebro, aumentando el riesgo de problemas crónicos y acelerando el envejecimiento. Como explica Óscar Castro, presidente del Consejo General de Dentistas de España, «la boca no es un ente aislado del resto del cuerpo. Está científicamente demostrado que, cuando hay procesos infecciosos o inflamatorios en la cavidad oral, las bacterias pueden pasar al torrente sanguíneo y favorecer procesos inflamatorios que aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares, dificultan el control de la diabetes e incluso pueden estar implicadas en enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer».
La boca, una puerta al resto del cuerpo
La boca está estrechamente conectada con múltiples sistemas del organismo. Las bacterias responsables de las enfermedades orales, junto a sus toxinas, pueden acceder al torrente sanguíneo y alcanzar órganos como el corazón, los pulmones o el cerebro, e incluso atravesar la placenta durante el embarazo. Estas son algunas de las conexiones más relevantes.
Inflamación sistémica y enfermedades crónicas
La enfermedad periodontal (gingivitis y periodontitis) puede aumentar los niveles de proteína C reactiva (PCR), un marcador inflamatorio asociado a riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y artritis reumatoide.
Corazón y vasos sanguíneos
Las bacterias periodontales pueden entrar en el torrente sanguíneo y contribuir a la aterosclerosis (endurecimiento de las arterias). De hecho, se ha encontrado ADN de bacterias orales en placas arteriales de personas con enfermedades cardíacas, lo que sugiere un vínculo entre la salud bucal y la salud del corazón. Y hay estudios que demuestran que la periodontitis puede aumentar el riesgo de infarto y de accidente cerebro vascular.
Relación con la diabetes
Es una conexión bidireccional: las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de enfermedad periodontal, y la inflamación de las encías puede aumentar la resistencia a la insulina, dificultando el control de la glucosa en sangre.
Cerebro y deterioro cognitivo
Investigaciones recientes han encontrado bacterias periodontales en el cerebro de personas con Alzheimer, lo que sugiere que pueden contribuir a la neuroinflamación y la acumulación de placas beta-amiloides. También se ha visto que la inflamación crónica derivada de infecciones en la boca puede aumentar el riesgo de deterioro cognitivo.
Sistema digestivo
Una mala salud bucal puede afectar la microbiota intestinal, ya que muchas bacterias de la boca pueden viajar al sistema digestivo, y las infecciones bucales pueden alterar el equilibrio bacteriano del intestino, afectando la función inmune y metabólica.
Pulmones y sistema respiratorio
Las bacterias de la boca pueden ser aspiradas hacia los pulmones, aumentando el riesgo de neumonía, especialmente en personas mayores o con el sistema inmune debilitado. La periodontitis también se ha relacionado con el agravamiento de enfermedades pulmonares como la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica).
Según el doctor Castro, el problema es que «muchas de estas afecciones orales no duelen en sus primeras fases, por lo que pueden pasar desapercibidas hasta que ya han causado un daño importante. Por eso, la prevención y las revisiones regulares con el dentista no son un capricho, sino una necesidad para detectar a tiempo cualquier problema y evitar consecuencias más graves para la salud general».
Así influye en la longevidad
La salud oral no es solo una cuestión estética, sino una aliada para una vida larga y saludable. Según los expertos, mantener una buena higiene bucodental reduce el riesgo de enfermedades crónicas, especialmente las más comunes con el paso de los años. En concreto:
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Disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
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Mejora el control de la diabetes.
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Ayuda a prevenir el deterioro cognitivo y el Alzheimer.
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Reduce la inflamación sistémica, clave para un envejecimiento saludable.
Además, una buena salud bucal te permite masticar correctamente, algo esencial para una buena digestión y absorción de nutrientes. Cuando faltan piezas dentales o hay dolor al comer, se tiende a evitar ciertos alimentos ricos en fibra o proteínas, lo que afecta negativamente a la salud muscular y metabólica en la edad adulta.
Consejos para una buena salud bucal
- Cepíllate los dientes al menos dos veces al día con pasta dentífrica con flúor.
- Usa hilo dental o cepillos interdentales para prevenir la acumulación de placa en las encías.
- Acude a revisiones dentales periódicas con tu dentista, incluso si no notas molestias.
- Limita el el azúcar y ultraprocesados, ya que fomentan la caries y la inflamación.
- Mantén una buena hidratación para evitar la boca seca.
- Evita el tabaco y el alcohol, ya que incrementan el riesgo de cáncer oral y enfermedades en las encías.