Belleza oncológica: por qué verte bien en el espejo te ayuda cuando pasas por un cáncer

La importancia de la belleza oncológica en todos los cánceres pero, en concreto, en el de mama, ha quedado clara en diversos estudios. En 2009, un grupo de investigadores franceses realizaron uno en varios hospitales con mujeres afectadas por cáncer de mama. En él percibieron cómo el acceso a los servicios estéticos y de salud permitía a las pacientes evitar una serie de sensaciones de nerviosismo negativas. Tanto ellas como sus familiares ratificaron la mejora. No se trata en absoluto de algo superficial, sino de salud mental.

La Asociación Española contra el cáncer (AECC) desveló en un informe pionero que seis de cada diez enfermos de cáncer solicitan tratamientos médico-estéticos. Tan importante le parece a esta organización que ofrece en su web la Guía de cuidados estéticos para el paciente oncológico, que se puede descargar gratuitamente.

De todos los efectos secundarios que genera la quimioterapia, seguramente la pérdida de cabello en todo el cuerpo, cejas y pestañas incluidas, es el menos perjudicial. Sin embargo, un estudio publicado en 2001 en la revista European Journal Cancer Care, reflejó que para más de la mitad de las encuestadas perder el pelo era lo que más temían de la quimioterapia.

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Qué supone para las mujeres perder el cabello

Ocurre por varios motivos. “Para una misma es verse despojada de tu identidad bruscamente y en un momento de absoluta fragilidad. Afecta directamente a tu autoestima, a la imagen de ti misma que siempre te ha acompañado. En un momento de tantos cambios y tanta incertidumbre es duro”, explica Carmen Gómez, abogada especializada en privacidad y protección de datos y una de las fundadoras de WOWturbans, una firma que ofrece los turbantes para las pacientes que atraviesan un cáncer.

Pero además, “perder el cabello es, para todos los demás, un signo inequívoco de que tienes cáncer. Con todo lo que ello conlleva. Salir a la calle con la cabeza tapada es compartir con todos tu enfermedad y eso requiere valentía cuando menos…”, confiesa Gómez. Con ello indica otro de los grandes temores de cualquier paciente oncológico: sentir la mirada de pena de las demás personas. Una mirada sin maldad alguna, pero que hiere.

Turbantes como acción de belleza oncológica

La belleza oncológica aumenta la autoestima y ayuda a reafirmar la identidad. Te ayuda a sentirte mejor en momentos que pueden ser muy oscuros. Por eso es importante que estos protocolos estén al alcance de cualquier paciente que los necesite. “A mí, tener que llevar, durante mucho tiempo, turbante me permitió darme cuenta de que no es una frivolidad tratar de verse lo mejor posible”, explica Gómez.

En 2020, Carmen (48 años), fue diagnosticada de cáncer de mama Her2+, uno de los cánceres de mama más agresivos.  El camino que recorrió le hizo reflexionar mucho. Entre otras cosas, comprendió que “la belleza oncológica no es una frivolidad”. Lo hizo porque sintió en su propia piel “ese proceso tan duro, en el que además de todo asumes cambios radicales en tu físico, es importante no sentirse disfrazada ni avejentada”. De aquel sentimiento nació un proyecto. Usuaria de los turbantes durante su tratamiento, ya que perdió su cabello, Carmen Gómez se alió con su amiga Laura Portugal (44 años), directora de Comunicación y Marketing en una consultora financiera y amante de la moda, para crear WOWturbans, la firma de turbantes que a la misma Carmen le hubiera gustado tener a su alcance al recibir su diagnóstico.

Lo primero que pensaron las socias fue lograr crear unos turbantes que fueran bonitos y útiles. “Siempre soñé con tener una marca propia, así que cuando Carmen me comentó que había detectado claramente la carencia en el mercado de turbantes oncológicos, comenzamos a trabajar en WOWturbans con un firme propósito: ayudar a las mujeres que están pasando un cáncer a sentirse un poco más guapas en el proceso”, recuerda Laura Portugal.

Las dos hacen referencia a la baja autoestima que ataca a muchas personas cuando se ven sin pelo por los tratamientos. Y señalan que estaban convencidas de que “llevar una prenda cómoda, bonita y de calidad puede ayudar a verte mejor”, añade Laura, que vivió muy de cerca todo el proceso de su amiga y socia.

Qué supone llevar un turbante oncológico

Aunque la peluca supone una cierta incomodidad, por el calor, porque se mueve… Lo cierto es que decidir llevar un turbante oncológico es como salir del armario del cáncer ante toda la sociedad. Tanto psicológica como físicamente conlleva ciertos efectos secundarios. “Probablemente es la prenda más difícil que una mujer va a llevar a lo largo de su vida”, confirma Carmen, “por eso es importante no ponerse cualquier cosa en la cabeza”.

Además, señala que “decidir usar alternativamente peluca y turbante o solo peluca o solo turbante, se toma una sola vez, pero determina de forma radical cómo vas a vivir la enfermedad durante muchos meses. Si optas por la peluca y nadie te ve sin ella, habrá muchísima gente que jamás sepa que tienes cáncer. Salvo que tú lo cuentes”.

Pero, apunta, “si eliges llevar turbante no hay vuelta atrás. El día que salgas a la calle con él, tu cáncer es público, lo has compartido con todo el que te cruzas, lo conozcas o no”. Ella reconoce que es un momento complicado “todo el mundo va a saber que estas enferma, y es una dura parcela de intimidad que haces pública”. Por eso, decidieron hacer “un turbante estiloso, juvenil y con el que sepas que vas bien. Eso ayuda a llevar mejor ese momento”.

Cómo son y cómo se llevan los turbantes oncológicos

En WOWturbans tuvieron en cuenta desde el minuto uno que “un turbante de mala calidad o que no te favorezca te va a provocar probablemente algún problema en la piel y desde luego un rechazo mayor a la prenda del que seguro a priori ya tienes”. Por eso, decidieron apostar por complementos de alta calidad y tener muy en cuenta los tejidos que iban a usar.

Utilizan algodón ecológico de alta calidad para sus diseños, que regula la temperatura. Los tienen con rayas, delicadas flores, vaqueros deslavado o panas calentitas para el invierno. “También les damos un toque de glamour. Incrustamos de manera artesanal strass, tachuelas, estrellas de brillantes, libélulas doradas, abejas plateadas…”, cuentan. Además, sus turbantes llevan “diadema, porque creemos que lo fundamental es aportar el volumen que te falta en la cabeza cuando no tienes cabello. Llevar turbante marca mucho, “estigmatiza”, y es importante que el turbante no te lo ponga más difícil, sino todo lo contrario. Recomiendan “tener uno más básico, de los que llamamos esenciales para el día a día, y otro con algún detallito más elegante, más formal para ir a una cena o a trabajar, si es que tu enfermedad te lo permite”.

Para llevar los turbantes sugieren pensar en ellos “como un elemento más de tu look”. En su web, ellas hacen muchas propuestas de outfits con sus modelos para inspirar. Por último, lo que piden es recordar que “esta odiosa enfermedad afecta cada vez a mujeres más jóvenes. Muchas de ellas no dejan de hacer cosas porque los tratamientos cada vez se toleran mejor de manera general así que haces más vida social”.

Algo que les parece estupendo ya que Carmen recalca que “no quedarte en casa, caminar, cuidarte la alimentación, y relacionarte creemos que es fundamental para pasar el proceso de la mejor manera posible. Mantenerte activa en la medida en que puedas”. Por eso, sus turbantes “están pensados para la calle”, para promover esa vida social que tanto bien te pueda hacer, “aunque te los puedas poner en casa”.

Otras acciones para la lucha contra el cáncer de mama

Pero esta no es la única marca que colabora de alguna forma con la lucha del cáncer de mama. Cada vez son más las firmas que ponen su granito de arena, especialmente de belleza. Una de ellas es Estée Lauder. El año pasado, se celebró el 30 aniversario de la Campaña contra el Cáncer de Mama de Estée Lauder Companies. Desde entonces, han recaudado más de 118 millones de dólares para la investigación, en una impresionante campaña global. Este año, además, la división española de la empresa celebra su décimo aniversario de colaboración con la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).

Uno de sus proyectos estrella es el de la Dra. Belén Gómez, que ha señalado nuevas funciones a una proteína llamada DICER, relacionadas con la estabilidad genómica en las células cancerígenas. Gracias a este descubrimiento se abren ventanas nuevas de uso de esa proteína Biotecnología y Biomedicina.

En concreto, con el cáncer de mama, Estée Lauder logró popularizar el lazo rosa, esa llamada a la concienciación de la sociedad que ha hecho que todos trabajemos juntos en solidaridad con las pacientes.

En la actualidad,  el cáncer de mama en mujeres ha superado al cáncer de pulmón como el cáncer diagnosticado con mayor frecuencia en todo el mundo. Para celebrar su décimo aniversario, la firma de belleza ha decidido donar el 100% de dos de sus productos estrella, en su versión rosa para seguir investigando.

Por un lado, han lanzado una edición especial en rosa del suero Advanced Night Repair, de Estée Lauder, un vanguardista sérum de reparación nocturna que trata todos los síntomas del envejecimiento. Con fórmula patentada, minimiza las líneas de expresión, hidrata hasta 72h y refuerza la barrera de la piel. Por otro, han creado una edición limitada de tres tonos de la Colección de Labiales Empowered in Pink Pure Color, de Estée Lauder. Estos labiales además de dar un ligero volumen, se mantienen  hasta diez horas. Lo mejor, la recaudación de ambas ediciones especiales se destinará íntegramente a la investigación contra el cáncer de mama.

El dinero recaudado servirá para apoyar el proyecto Evaluación de la combinación del tratamiento de Radioterapia con nuevos fármacos, liderado por el Dr. Rafael Martínez-Monge en la Cancer Center Clínica Universidad de Navarra (UNAV – CCUN). Este innovador proyecto supone una investigación de vanguardia para mejorar las tasas de supervivencia en el cáncer de mama triple negativo. Como destaca Raquel García Manrique, General Manager de Estée Lauder Companies, “este proyecto representa un paso audaz y significativo hacia adelante en nuestra misión de combatir el cáncer de mama”. Además, recuerda que “cada avance, cada descubrimiento, nos acerca un paso más hacia la erradicación del sufrimiento causado por esta enfermedad”.