MENTE
_Qué es el síndrome de Houdini y por qué deberías evitarlo en tu pareja
Mientras que unos requieren movimiento, otros trabajan con la tensión muscular./ Pexels.
EJERCICIO
Son dos forma distintas de entrenar, cada una de ellas con sus ventajas y sus indicaciones específicas, que pueden ser de gran ayuda si aprendes a utilizarlas dependiendo de tus circunstancias.
Por Mónica Heras
28 de diciembre de 2022 / 07:00
Lo dice tu madre, tu entrenador, tus amigos y hasta la ciencia: el ejercicio físico es indispensable para mantenerse en un estado de salud óptimo. Además, el entrenamiento de fuerza es esencial para que tus hormonas funcionen como un reloj, lo cual se traduce en la verdadera fuente de la juventud. Dicho esto, no te quedará ninguna duda de la importancia de moverte varios días por semana y en este sentido, es recomendable que elijas muy bien la rutina que vas a hacer.
Dentro de las numerosas variables que existen, encontramos distintas formas de poner al músculo a trabajar, como lo son los ejercicios isométricos y los isotónicos, ¿conoces cuáles son sus diferencias?
SUSCRÍBETE a nuestra newsletter y recibe todas nuestras novedades para tu cuidado y bienestar.
Este tipo de ejercicio es aquel en el que se mantiene la misma medida, dimensión o longitud de los músculos y, por lo tanto, carece de movimiento. En ellos no hay extensión muscular, aunque sí se ejerce tensión y es ahí cuando este trabaja.
El objetivo principal es la activación de la musculatura a través de una postura concreta durante un tiempo determinado (unos 10 segundos, aunque siempre se puede ir alargando dependiendo de la resistencia).
Los beneficios de los ejercicios isométricos son los siguientes:
Algunos ejemplos de estos ejercicios podrían ser: la plancha, sentadilla apoyado en la pared, el puente, así como muchas de las posturas de yoga.
A diferencia de los ejercicios isométricos, este tipo de entrenamiento que sí requiere contracción y movimiento articular y, aunque la longitud del músculo cambia, la carga sigue siendo la misma durante la práctica del ejercicio.
Existen dos tipos de contracciones:
La contracción concéntrica: Se produce cuando el músculo se contrae y se acorta contra una carga constante. Es decir, al levantar el peso durante un ejercicio.
La contracción excéntrica: Es cuando el músculo se contrae y se alarga con una carga constante. Es decir, al recuperar la posición inicial y bajas el peso.
Los beneficios de los ejercicios isotónicos son los siguientes:
Algunos ejemplos de ejercicios isotónicos son los de bíceps que te contamos en este artículo, correr, caminar, los ejercicios de glúteo como estos, practicar una serie de yoga dinámico, nadar, etc.
Podríamos decir entonces que las diferencias fundamentales entre los ejercicios isométricos y los ejercicios isotónicos son la manera en la que se trabaja el músculo.
Mientras que en el caso de los ejercicios isométricos no se realiza contracción muscular, lo que te permite trabajar el equilibrio y las fibras musculares más profundas; los isotónicos requieren más potencia y fuerza, lo que hará que a largo plazo tengas un mayor rendimiento y mejora la oxigenación y la circulación sanguínea.
WeLife hoy
Síndrome de HoudiniDieta para la reglaDesayunar plátanoCafé antes del gimnasioSarcasmoMENTE
_Qué es el síndrome de Houdini y por qué deberías evitarlo en tu pareja
Mente
_Qué es el narcisista maligno y cómo evitar convertirte en su víctima
Alimentación
_Café antes de ir al gimnasio: así ayuda la cafeína a mejorar el resultado del entrenamiento
Mente
_Mide tus palabras: el sarcasmo es una bomba de relojería que acaba destruyendo las relaciones (también de pareja)
Relaciones
_La ventajas de ser una pareja LAT, el nuevo concepto de familia que se ha hecho viral en España
Siguenos :)