Así te ayuda el método 5P para fortalecer el suelo pélvico en la menopausia

Ya es común ver anuncios de mujeres, más o menos mayores, que tienen escapes de pis y a las que se les ofrece como solución el uso de compresas diseñadas específicamente para absorber y evitar olores. Se ha naturalizado y aceptado que esos escapes forman parte del proceso natural de envejecimiento femenino, especialmente tras la menopausia. Pero, ¿y si pudiéramos prevenir o frenar la incontinencia? La clave, el suelo pélvico.

El suelo pélvico es un conjunto de músculos, ligamentos, tejido conectivo y órganos que forman una especie de hamaca que sostiene en su lugar la vejiga, el útero y el recto. Con los cambios hormonales de la menopausia, se producen una serie de alteraciones que pueden afectar a su fortaleza y resistencia:

• Atrofia vaginal. La disminución de los niveles de estrógeno durante la menopausia puede provocar atrofia vaginal (adelgazamiento, sequedad y pérdida de elasticidad de las paredes vaginales) y afectar la salud del suelo pélvico.
• Pérdida de tonificación muscular. La falta de estrógeno también puede contribuir a la pérdida de tono muscular en el suelo pélvico; esta debilidad puede llevar a problemas como la incontinencia urinaria y la disfunción sexual.
• Incontinencia urinaria. La menopausia puede aumentar el riesgo de incontinencia urinaria, ya que la pérdida de tono muscular y la atrofia vaginal pueden afectar la capacidad del suelo pélvico para soportar adecuadamente la vejiga.
• Prolapso pelviano. Es el descenso de los órganos pélvicos -como la vejiga, el útero o el recto- hacia la vagina debido a la debilidad de los músculos y tejidos de soporte. La menopausia puede aumentar el riesgo de prolapso pelviano debido a los cambios en la estructura del suelo pélvico.

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Hay que recordar que estos problemas no son exclusivos de la menopausia, y pueden darse en mujeres más jóvenes, especialmente en aquellas que han tenido partos naturales difíciles.

Cómo se hace

Desde hace unos años, se insiste en la importancia de que las mujeres trabajen su suelo pélvico para fortalecerlo. Lo ideal es hacerlo antes de que se presenten problemas, pero, si ya llegamos tarde, la rehabilitación puede ser nuestra solución. En este sentido, el Método 5P, también conocido como Método ProPiocePtivo Postural PelviPerineal “es una manera fácil y práctica de normalizar los músculos del periné y contribuye a complementar el tratamiento en problemas asociados con esta musculatura”, explica María Pérez, fisioterapeuta experta en suelo pélvico, salud femenina y ejercicio terapéutico, creadora de La Pelvis Revolution y colaboradora de Intimina.

El origen de este método se encuentra en una matrona francesa, Chantal Fabre-Clergue, quien diseñó esta herramienta con la finalidad de que tomemos conciencia de nuestro propio cuerpo, gestionemos los desequilibrios musculares y tratemos las disfunciones del suelo pélvico. “Begoña Caldera, una fisioterapeuta española que trabajó en Francia junto a Chantal en una unidad de suelo pélvico, lo trajo a nuestro país en torno a 2010”, señala María Pérez.

El eje de este método se basa en el conocido como tronco propioceptivo, que básicamente es un tronco de madera partido por la mitad. Apoyando los pies sobre su parte redonda, se pueden ir haciendo pequeñas regulaciones posturales y poniendo en juego y tonificando las fibras tónicas del perineo. Se trata de mantener el equilibrio sobre una base inestable, haciendo ejercicios que van creciendo en dificultad según las pautas del fisioterapeuta

Beneficios del método 5P

“El método 5P se basa en dos premisas: la sobreestimulación de los receptores posturales de los pies y el desequilibrio postural. Con estos dos principios conseguimos equilibrar la musculatura postural de forma automática”.

Con respecto a lo que podemos conseguir, según las creadoras de este método se puede trabajar para:

• Mejorar la conciencia corporal del suelo pélvico.
• Equilibrar el tono de los músculos del suelo pélvico.
• Mejorar el patrón respiratorio.
• Optimizar la gestión de la presiones intraabdominales.
• Mejorar la postura y el esquema postural.
• Equilibrar el funcionamiento de todos los músculos del complejo abdominopélvico.

En cuanto a las patologías para las que está indicado, no solo encontramos la incontinencia (urinaria o fecal) o los prolapsos: también se utiliza “en recuperación postparto; debilidad o contractura del suelo pélvico; dolores pélvicos, de espalda o menstruales; hemorroides; estreñimiento; vaginismo, anorgasmia…»

Cómo aprenderlo

“El método se puede aprender en consulta con una fisioterapeuta especialista de suelo pélvico, en clases grupales o en talleres puntuales presenciales u online. Lo ideal es comprar el tronco y realizarlo en casa con regularidad”. Eso sí, destaca la experta, “este método surge en el contexto de la rehabilitación pelviperineal, y cuando hablamos de patología debe haber un correcto diagnóstico y seguimiento para asegurarnos de que no existe ninguna contraindicación y de que la evolución es favorable”.