
Esta bacteria está demostrando su potencial a la hora de mejorar tu salud. FOTO: Freepik.
CUERPO
Akkermansia, la bacteria desconocida que influye en la obesidad, la inflamación y la diabetes
Aumentar sus niveles no es tan fácil como tomar un suplemento: aún no está disponible de forma comercial y su cultivo es complejo. Por ahora, la dieta y el estilo de vida son sus mejores aliados.
Por María Corisco
02 DE JULIO DE 2025 / 07:30
La microbiota intestinal sigue revelando sus secretos. Lo que hace unos años era un territorio casi desconocido, hoy se perfila como uno de los campos más prometedores para comprender y mejorar la salud. Cada vez se tiene más información acerca de cómo las bacterias que habitan el intestino influyen en procesos como la digestión, la inmunidad o el metabolismo. Y, entre todas ellas, una especie, la Akkermansia muciniphila, está captando una atención creciente por parte de la comunidad científica
Esta bacteria, poco conocida hasta hace poco, «está demostrando tener un papel clave en la protección de la barrera intestinal, la reducción de la inflamación sistémica y la regulación del metabolismo», apuntó la doctora Conchita Vidales, especialista en Nutrigenética y autora de Cuida tu microbiota (Ed. Cúpula), durante su charla en WeLife Tour Barcelona. Cada vez más investigaciones exploran sus posibles beneficios para la salud metabólica, digestiva e inmunitaria, y cuál es su papel en el equilibrio del ecosistema intestinal.


Se ha visto que la Akkermansia se alimenta de la mucina, una sustancia que recubre y protege la pared del intestino. Al degradar esta mucina, estimula al cuerpo a producir más, fortaleciendo la barrera intestinal. Esto es clave, porque una mucosa intestinal sana impide que toxinas y microorganismos dañinos pasen al torrente sanguíneo, lo que protege frente a la inflamación crónica de bajo grado.
Mejor control del peso y del metabolismo
Algunas investigaciones han mostrado que personas con más Akkermansia tienden a tener menor riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 y síndrome metabólico.
Un estudio publicado en Gut encontró que las personas que tenían más Akkermansia muciniphila en su intestino y seguían una dieta baja en calorías mejoraban su sensibilidad a la insulina (lo que ayuda a controlar el azúcar en sangre) y reducían la grasa visceral (la que se acumula alrededor de los órganos y es más peligrosa para la salud). Es decir, tener más Akkermansia puede hacer que una dieta para perder peso sea más efectiva y saludable, ayudando al cuerpo a usar mejor la glucosa y a reducir grasa dañina.
Además, otro artículo, publicado en Biology Insights explica que esta bacteria puede influir en los niveles de una hormona llamada GLP-1, que ayuda a regular el azúcar en sangre y a controlar el apetito. Es decir, no solo mejora el intestino, sino que también puede ayudarte a sentirte saciado antes y a mantener estables tus niveles de glucosa, algo esencial en personas con sobrepeso, diabetes tipo 2 o riesgo metabólico.
Reduce la inflamación sistémica
Esta bacteria se asocia con niveles más bajos de marcadores inflamatorios, algo muy importante en enfermedades autoinmunes o crónicas. Así, una revisión en Experimental Gerontology resalta su papel clave para mantener el intestino sano:
- Refuerza la barrera intestinal. Akkermansia estimula la producción de mucina y proteínas de unión entre células intestinales, lo que reduce la permeabilidad intestinal (el llamado intestino permeable). Esto evita que pasen al organismo bacterias o endotoxinas proinflamatorias.
- Modula el sistema inmunitario. Puede reducir la producción de citoquinas inflamatorias y aumentar las antiinflamatorias, ayudando a mantener una respuesta inmunitaria equilibrada.
- Interacción con metabolitos beneficiosos. Esta bacteria puede influir en la producción de ácidos grasos de cadena corta (como el butirato), que también tienen efectos antiinflamatorios y nutren a las células del colon.
Cómo favorecer el crecimiento natural de la Akkermansia
La mala noticia es que, por ahora, «aumentar la presencia de Akkermansia muciniphila en el intestino no es tan sencillo como tomar un suplemento», explica la doctora Conchita Vidales. Aunque algunos estudios han comenzado a probar formulaciones con la bacteria pasteurizada, todavía no hay productos disponibles de forma generalizada en farmacias o herbolarios. Además, se trata de una bacteria exigente que necesita condiciones muy concretas para prosperar, lo que dificulta su cultivo y conservación fuera del laboratorio. Por eso, hoy por hoy, la mejor forma de favorecer su crecimiento es a través de la alimentación y el cuidado del entorno intestinal.
Así, aunque todavía no puedes encontrar Akkermansia en cápsulas vivas como otros probióticos, tu estilo de vida y alimentación influyen directamente en su presencia y actividad, según afirma la doctora. Con estrategias simples y sostenibles, puedes fortalecer esta aliada invisible y mejorar tu salud intestinal y metabólica en el proceso. No olvides que el cuerpo humano ya contiene Akkermansia en el intestino (en mayor o menor medida), y hay formas naturales de estimular su proliferación:
- Aumenta el consumo de fibra prebiótica. Los alimentos ricos en inulina y fructooligosacáridos (FOS) como achicoria, alcachofa, espárragos, cebolla, ajo, puerro o plátano poco maduro ayudan a alimentar a Akkermansia y otras bacterias beneficiosas.
- Incorpora polifenoles antioxidantes. Estos compuestos mejoran el entorno intestinal y estimulan a bacterias como Akkermansia. Están presentes en frutas del bosque, uvas, nueces, cacao puro, té verde o aceite de oliva virgen extra.
- Evita dietas ultraprocesadas. Las dietas pobres en fibra y ricas en azúcares refinados o grasas animales reducen su abundancia.
- Respeta los tiempos de ayuno. Esta bacteria prospera durante los periodos en que el sistema digestivo está en reposo. Por eso, los ayunos nocturnos prolongados (por ejemplo, cenar temprano y desayunar tarde) o el ayuno intermitente pueden favorecer su crecimiento.
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