Cómo influye el descanso en tener mejor memoria: las cinco maneras de conseguirlo

Las horas de sueño son el único momento en el que nuestro cerebro está completamente relajado. Por eso, dormir bien y una buena cantidad de tiempo es necesario. «Lo que sucede en el cerebro cuando dormimos, en términos sencillos, es esencialmente que tiene la oportunidad de no estar conscientemente involucrado en un cambio de tareas durante todo el día», dice Victoria Garfield, investigadora principal de la Unidad del Consejo de Investigación Médica para Lifelong Health and Aging y profesora del University College London.

«Como resultado, nuestra función cognitiva mejorará. Y te sentirás mejor al día siguiente porque nuestras células cerebrales tuvieron la oportunidad de descansar, regenerarse y reponerse«, asegura la investigadora. Diversos estudios analizados por Garfield aseguran que dormir muy poco o demasiado se asocia con un incremento del riesgo de padecer ciertas patologías como diabetes, hipertensión, problemas cardiovasculares, demencia, ansiedad o depresión.

Pero no sólo es beneficioso dormir durante la noche. El análisis de Garfield concluyó que las siestas durante el día se asocian con un mayor volumen cerebral total. El estudio, publicado en la revista Sleep Health, asegura que dormir la siesta de manera habitual te resta entre 2,5 y 6,5 años de envejecimiento. ¿Conclusión? Si duermes la siesta, vivirás más (y mejor).

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Estos son los cinco consejos que da Victoria Garfield para asegurarte de que tu cerebro está lo suficientemente descansado:

Duerme lo suficiente

Según explica Garfield, deberíamos dormir entre siete y nueve horas cada noche para que nuestro cerebro se restaure por completo. «Se hace mucho hincapié en la dieta, en tener un peso saludable, en hacer ejercicio, en no padecer diabetes y en todas estas cosas», explica. «La gente dice: «Oh, sí, pero yo puedo dormir cuatro horas por noche y estoy bien», y no entienden que, en realidad, los efectos acumulativos a lo largo del tiempo realmente no son buenos», comenta la investigadora. Con nuestro ritmo de vida, son muchas las personas que se han acostumbrado a un descanso insuficiente, lo que puede que te valga para aguantar el día, pero a la larga tendrá consecuencias muy negativas para tu desarrollo cerebral».

Sigue siempre el mismo horario de sueño

Sabemos que es difícil, pero la experta recomienda acostarte y levantarte a la misma hora todos los días de la semana, lo que incluye los fines de semana. Somos animales de rutinas, y seguir con los mismos horarios todos los días predispone al cuerpo para dormir las siete o nueve horas que necesita.

Échate una breve siesta

Cuando somos pequeños estamos acostumbrados a dormir la siesta, pero es algo que perdemos con la edad porque no tenemos tiempo. Pero Garfield aconseja una breve siesta de hasta 30 minutos cada día, porque esto ayuda al cerebro a descansar. Eso sí, otros estudios aseguran que dormir la siesta está relacionado con un mayor riesgo de hipertensión, ictus y Alzheimer… a veces, la ciencia no es una ciencia exacta.

Haz ejercicio

La clave está en desconectar del trabajo y de otras actividades que exigen un nivel alto de concentración al hacer algún tipo de deporte. Lo ideal sería dar un paseo por la naturaleza con todos nuestros dispositivos electrónicos apagados, pero si vives en una gran ciudad, puedes intentar hacerlo en un parque. Moverte y hacer ejercicio también es una buena forma de dar un respiro al cerebro.

Haz algo que no te haga pensar

En estos casos siempre se recomienda la meditación y el mindfulness, pero hay personas para las que les resulta imposible desconectar el cerebro a este nivel. Para ellas, Garfield recomienda otro tipo de actividades que requieren menos energía cerebral, como ver la televisión o ir a hacer la compra. Al no obligar a tu cerebro a hacer ningún tipo de esfuerzo, también sirve para descansarlo.