
Hay una primera fase en la que despliegan todos sus encantos. Pero pronto comienzan a succionarte la energía. Por eso es tan importante aprender a identificar a un narcisista antes de que sea tarde. FOTO: EL Gran Gatsby.
Hora de fumigar a ególatras y endiosados
El narcisismo ya tiene su propio canal en Youtube y no es para engrandecer su ego
Que exista un canal dedicado solo al narcisismo dice mucho de nuestro tiempo. Su creadora, Tabatha Lepe, pasó del dolor personal a crear una red de ayuda que combina experiencia, psicología y mucho humor.
Por María Corisco
31 DE OCTUBRE DE 2025 / 14:00
Identificar a un narcisista a tiempo ahorra mucho sufrimiento. Y no siempre es fácil, porque estos perfiles pueden irrumpir en nuestras vidas zalameros, corteses, embaucadores… y, cuando menos te lo esperan, te succionan la vida. Para entonces, ya es tarde.
Bien lo sabe Tabatha Lepe, creadora del primer canal en español de YouTube especializado en el trastorno narcisista. Lo llamó Identifica un narcisista, y en poco tiempo se convirtió en un refugio digital para miles de personas que buscaban entender por qué se sentían vacías tras una relación aparentemente perfecta. «Son una plaga», bromea. «Y aquí tienes una lata extragrande de fumigador».
 
			
		 
			
		De víctima a divulgadora
Lepe no habla desde la distancia académica, sino desde la experiencia. Durante años —cuenta— vivió una relación con un perfil narcisista que la dejó emocionalmente exhausta. «El mío ha sido un camino largo de sanación, pero esta experiencia me permitió desarrollar un método estructurado para identificar y desterrar para siempre al narcisista».
Ese método es el eje de su nuevo libro, Narcisistas. Amar en tiempos del diablo (Ed. La Esfera de los Libros), una guía tan clara como combativa. En él, explica desde lo más básico —qué es una pareja tóxica y en qué se diferencia de una narcisista, por ejemplo— hasta un mapa con diez rasgos para reconocerlos. Entre ellos, falta de empatía, manipulación emocional, incapacidad de asumir culpas, necesidad constante de validación o ese famoso gaslighting que hace dudar de la propia percepción.
Cuando te conviertes en la barrita energética del narcisista
Uno de los conceptos que más ha popularizado es el de ‘suplemento’: la persona de la que el narcisista se alimenta emocionalmente y que puede ser pareja, amigo o familiar. Hay dos tipos: el suplemento estable (la base constante de atención) y el suplemento estrella, aquel que brilla y del que el narcisista intenta apropiarse simbólicamente. «La atención es su gasolina. Sin ella, su identidad se desmorona».
El proceso suele empezar con la fase de love bombing, esa avalancha de halagos, promesas y muestras de afecto que crea una ilusión de vínculo profundo. Después llega el hombro frío, la desvalorización y el ciclo de confusión. Lo peor, explica, «no es el final, sino el desgaste psicológico que deja el proceso: culpa, ansiedad, insomnio y una sensación de haber perdido el sentido de uno mismo».
Las cuatro máscaras del narcisista
No todos los narcisistas son iguales. Lepe distingue cuatro tipos principales: el histriónico, el sociópata/intelectual, el encubierto (con su versión psicópata) y el borderline. Todos tienen algo en común: una necesidad inagotable de control. «A la gente no la conoces por las buenas, la conoces por las malas», escribe. El libro, apoyado en el DSM-5 —el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, una guía elaborada por la Asociación Americana de Psiquiatría—, traza las tácticas más frecuentes: triangulación (hacer competir a varias personas por su atención), proyección de culpa, victimismo estratégico y el temido ghosting emocional, en el que desaparecen dejando a la víctima en estado de shock.
Pero el objetivo de Lepe no es demonizar, sino prevenir y sanar. Su tono es directo, empático y, sobre todo, práctico. Invita a usar lo que llama «el cuadernito rojo», un diario donde anotar banderas rojas y a aplicar el contacto cero, una desconexión emocional y comunicativa que corta el ciclo de dependencia.
Romper el ciclo (y recomponerse)
Salir de una relación con un narcisista no es como salir de cualquier relación. «Es un duelo complejo, porque lo que se pierde no es a una persona real, sino a la idealización que construiste de ella». Por eso propone un plan de cuatro etapas:
- Reconocimiento y ruptura. Aceptar que no se puede cambiar al otro.
- Recuperación física. Dormir, comer, desintoxicar cuerpo y mente del estrés constante.
- Sanación psicológica. Trabajar la culpa y reconstruir la autoestima.
- Cierre energético. Romper la conexión emocional residual que mantiene el vínculo.
El mensaje es esperanzador: «Ama la vida porque tú sí puedes evolucionar. Un narcisista, no».
El síntoma de una época
Que un canal de YouTube sobre narcisismo acumule cientos de miles de visualizaciones no es casualidad. Indica algo más profundo: el narcisismo ya no es un tema clínico marginal, sino una preocupación social. En tiempos de redes y validación instantánea, los comportamientos narcisistas se amplifican. Y, lo que es peor, a menudo, se normalizan. Lepe no demoniza las redes —al fin y al cabo, son el medio que le permitió llegar a miles de personas—, pero sí advierte: «El narcisista moderno tiene un escenario ideal. Es un espacio donde cada ‘me gusta’ es una dosis de gasolina emocional».
Al final, el éxito de Tabatha Lepe no es solo haber publicado un libro o creado un canal pionero. Es haber convertido su propia herida en una herramienta colectiva. Sus vídeos mezclan humor, anécdotas y autocrítica, pero su fondo es terapéutico: ayudar a otros a reconocer patrones y poner límites.
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