Ceguera facial, el problema para reconocer caras que le complica la vida a Brad Pitt

La sensación no puede ser más incómoda: alguien viene a saludarte, le miras y, por más que te esfuerzas, no eres capaz de reconocer su cara. Si eso te sucede ocasionalmente, no te supondrá más problema que ese momento de apuro al no saber con quién estás hablando. Si, en cambio, es algo que te pasa a menudo, puede que tengas ceguera facial, un trastorno neurológico que dificulta la capacidad de reconocer rostros. Un trastorno que padece Brad Pitt.

Efectivamente, el actor ha hablado públicamente sobre cómo es vivir con prosopagnosia (el término científico para la aceguera facial). Primero lo hizo en una entrevista con la revista Esquire, en la que señaló que, pese a no haber sido diagnosticado oficialmente, sí creía tener este trastorno. También habló del problema en otra entrevista, esta vez para GQ, y en ella reafirmó que durante años ha tenido problemas para reconocer rostros, y que esto le ha causado dificultades en su vida social y profesional.

TE PUEDE INTERESAR

Qué es el síndrome del espejo retrovisor que te deja sin autoestima

Álex Rovira: «El dolor te hace pensar, es un gran maestro»

Así, ha explicado que, a menudo, las personas piensan que es distante o que no les presta atención, pero en realidad es porque no puede reconocer sus rostros. Y que esto ha llevado a malentendidos y tensiones, ya que se ha encontrado con conocidos que se han sentido ofendidos cuando no les ha reconocido. Por eso, ha señalado que le gustaría que los demás fueran capaces de comprender su problema y no se sintieran molestos si no les presta atención.

El actor ha querido con estas declaraciones ayudar a que se conozca la realidad de la ceguera facial, un trastorno poco habitual que puede dificultar las relaciones sociales y laborales. Las personas con prosopagnosia, explica el neurólogo Miguel Martínez, “pueden tener dificultades para identificar rostros familiares, como los de amigos, familiares, o incluso su propio rostro en un espejo o en fotografías». Este trastorno puede variar en severidad: algunas personas pueden no reconocer rostros en absoluto, mientras que otras solo tienen dificultades leves”.

De nacimiento y adquirida, los dos tipos de ceguera facial 

El experto señala que la ceguera facial puede desencadenarse en dos contextos diferentes:

• Prosopagnosia congénita: Las personas con esta forma de prosopagnosia han tenido dificultades para reconocer rostros desde la infancia, aunque no tienen ningún daño cerebral. Puede tener un componente genético, ya que a veces se observan varios casos en una misma familia. «Las personas con esta condición a menudo son conscientes de sus dificultades para reconocer rostros desde una edad temprana, pero es posible que no se den cuenta de que esta dificultad es una condición específica hasta más adelante, a menudo porque asumen que es algo que le pasa a todo el mundo».
• Prosopagnosia adquirida: En ocasiones, la ceguera facial “surge como secuela de un daño cerebral debido a un accidente cerebrovascular, traumatismo craneoencefálico o a ciertas enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer. Este daño suele afectar áreas específicas del cerebro, como la región del lóbulo temporal implicada en el procesamiento de rostros”.

En cuanto al diagnóstico, generalmente se realiza a través de evaluaciones clínicas y pruebas neuropsicológicas que evalúan la capacidad del individuo para reconocer rostros.

¿Es lo mismo ceguera facial que tener mala memoria para las caras?

El doctor Martín señala que “es importante distinguir entre una verdadera prosopagnosia y simplemente tener una mala memoria para caras, ya que las consecuencias para la vida cotidiana son muy diferentes”:

• Gravedad y consistencia: En la prosopagnosia, la incapacidad para reconocer rostros es significativa y consistente a lo largo del tiempo y en diferentes contextos. Las personas con mala memoria para caras pueden tener problemas ocasionales o en situaciones específicas, pero generalmente no son tan persistentes ni severos.
• Impacto en la vida diaria: La prosopagnosia puede tener un impacto considerable en la vida social y profesional de una persona, causando ansiedad o dificultades en situaciones sociales. Las personas con una mala memoria para caras pueden simplemente notar que son peores que otras personas en esta área, pero no experimentar un impacto tan severo.

Cómo compensar la ceguera facial

Aunque no existe una cura para la prosopagnosia, las personas pueden aprender estrategias compensatorias para manejar este problema, como por ejemplo fijarse en características distintivas no faciales o usar tecnología de reconocimiento de rostros. Es algo que hace Brad Pitt, quien ha explicado que ha tratado de recordar a las personas por otros aspectos, como su voz o el contexto en el que los conoció, aunque esto no siempre le ha funcionado bien.

Otros personajes conocidos que han reconocido sufrir este problema son la famosa primatóloga Jane Goodall, que ha explicado que tiene dificultades para reconocer rostros humanos, o el neurólogo Oliver Sacks, quien en su libro «El hombre que confundió a su mujer con un sombrero» describió su experiencia personal con la ceguera facial y analizó otros casos similares.