Qué es el Efecto Galatea y cómo puede ayudarte a conseguir todo lo que te propongas (aunque sea muy difícil)

Seguro que alguna vez has escuchado hablar del poder de visualizarte para cumplir tus metas. Esa conexión entre las creencias internas de una persona y su comportamiento es justamente lo que describe el Efecto Galatea. Se trata de una actitud que hace hincapié en «la influencia que las expectativas y creencias tienen sobre el rendimiento y el desarrollo personal. También es conocido como la profecía autocumplida. Este fenómeno sugiere que cuando una persona internaliza creencias positivas o negativas sobre sí mismas, influyen en su comportamiento y se hacen realidad», afirma Andrea Martínez Pellicer, psicóloga y escritora.

Pero, ¿es verdad que puede ayudarnos a alcanzar el éxito? La psicóloga Martínez nos ha dado las claves para aprender a potenciarlo y dejar de autoboicotearnos y así, aprender a allanar el camino hacia nuestras metas. Porque, como asegura Tomás Navarro, psicólogo y consultor de políticas de bienestar emocional, «en términos de limitación, no importa de lo que somos capaces, importa de lo que creemos que somos capaces«.

Cómo potenciar el Efecto Galatea para alcanzar el éxito

El Efecto Galatea es una herramienta fácil que podemos usar muy a nuestro favor a la hora de cumplir metas. El primer paso está en ser constante y de verdad creer en lo que hacemos. Los psicólogos Martínez y Navarro nos han dado varias pautas que pueden ayudarnos a potenciar esta actitud.

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Martínez recomienda «crear un círculo virtuoso que impulse el éxito y el bienestar personal» y para ello, aconseja:

1. Hacer afirmaciones positivas, es decir, repetir afirmaciones sobre tus habilidades y capacidades de manera regular para fortalecer tu creencia en ti mismo. Por ejemplo: «soy capaz de superar los desafíos».
2. Utiliza la visualización exitosa para imaginarte cómo te sentirías al alcanzar el éxito. Esto reforzará las creencias en tus habilidades.
3. Establece objetivos realistas. Para ello, debes plantearte metas alcanzables y desafiantes.
4. Monitorea tu diálogo interno, es decir, desafía los pensamientos negativos y sustituye las críticas por afirmaciones positivas.
5. Rodéate de una tribu que te impulse, te apoye y fomente creencias positivas.
6. Celebra los pequeños logros y aborda los desafíos como oportunidades de aprendizaje.
7. Aprende a gestionar el miedo al fracaso. Esto consiste en ver los errores como parte del proceso de aprendizaje.
8. Haz una autoevaluación constructiva para evaluar tu desempeño de manera realista y objetiva y mejorar tus enfoques.

Por su parte, Navarro nos habla de aprender a practicar «la técnica Ysiísta». Esta consiste en repetirnos frases como, por ejemplo: «y si me atrevo a pedir un aumento de sueldo, y si le pido una cita…». Esto nos ayudará a ajustar nuestras expectativas y a darnos la oportunidad de intentarlo. «Si hemos trabajado y analizamos bien nuestros objetivos y si nos damos la oportunidad, solemos tener éxito», afirma el psicólogo.

Qué es el éxito realmente

Cada persona es distinta y tiene su propio concepto del éxito. «Es muy subjetivo y varía significativamente entre individuos. Por ello, no hay una definición única y universal, ya que está intrínsecamente relacionado con los valores personales, metas, experiencias y circunstancias de cada persona», afirma la psicóloga Martínez. Sin embargo, en líneas generales, algunos conceptos del éxito pueden ser los siguientes: «Lograr metas personales, el bienestar, realización personal, desarrollo y crecimiento, libertad y autonomía o las buenas relaciones interpersonales», dice Martínez.

Cómo dejar de autoboicotearnos

«El primer paso para dejar de autosabotearnos es ponernos en valor«, asegura Navarro y explica que detrás del autoboicot suele haber una baja autoestima, un pésimo autoconcepto, el miedo, la creencia de que no merecemos una vida mejor o pánico a no cumplir expectativas.

«A menudo no nos tratamos con respeto, no nos creemos capaces y ni nos planteamos dar el paso», afirma el psicólogo. Por ello, es importante asumir que merecemos una vida mejor y «no acomodarnos en el sufrimiento», advierte.

Por otro lado, Martínez puntualiza que gestionar el autosabotaje es un proceso gradual. «Sé amable contigo mismo y reconoce que el cambio lleva tiempo. La perseverancia y la consistencia en la implementación de estrategias son fundamentales para dejar de autosabotearte», asegura.