Si tienes estos síntomas, puede que padezcas nomofobia

¿Eres de los que vuelve a casa cuando te das cuenta que has salido sin el móvil?, ¿te produce ansiedad quedarte sin batería?, ¿eres capaz de irte de un lugar si descubres que no hay buena cobertura? Si la respuesta ha sido sí, eres uno más de los que padece nomofobia, un terror irracional a estar separado del móvil y puede traer una gran cantidad de síntomas físicos y mentales.

Si bien es cierto que la tecnología nos ha traído muchos avances y ha facilitado la comunicación entre las personas, no debemos olvidar que también ha causado el efecto contrario, dando lugar a un apego desmesurado y en ocasiones un aislamiento social. El problema, una vez más, no son los dispositivos, si no el uso que hacemos y la cantidad de carencias que tapamos con ellos.

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Nomofobia, la adicción de moda

Su nombre proviene del acrónimo de la expresión en inglés ‘No-Mobile-Phone-Phobia‘, lo que se podría traducir como miedo a quedarse sin el teléfono móvil. Se habló de ella por primera vez en 2011, después de que la empresa YouGov realizó un estudio en el Reino Unido para calcular la ansiedad que sufrían los usuarios de este tipo de dispositivos.

Los resultados fueron llamativos, pudiendo observar que el 53% de los usuarios tienen una tendencia a sentir ansiedad cuando le pasa algo a su teléfono móvil, bien sea que lo pierden, se les agota la batería o se quedan sin cobertura. Lo más llamativo es que alrededor un 60% de los hombres y un 20% de las mujeres, sufre de esta nomofobia.

En una revisión del estudio, se vio que esta ansiedad es más frecuente entre los jóvenes. El 60% de las personas de 18 a 24 años dicen que estarían nerviosos por no poder comunicarse con familiares y amigos, frente a un 34 % de los mayores de 55 años.

Por el contrario, un 72 % de los jóvenes de 18 a 24 años se preocuparían por el hecho de que sus familiares y amigos no puedan comunicarse con ellos, en comparación con el 47 % de los mayores de 55 años.

Junto al FOMO, ese miedo a perderse algo de lo que sucede en las redes sociales, se ha convertido en uno de los mayores problemas de las sociedades modernas, especialmente entre los más jóvenes, que han crecido normalizando este tipo de conductas.

Causas de la nomofobia

Necesidad de estar conectados. Como decíamos, el síndrome FOMO (acrónimo en inglés de «miedo a perderse algo»), lo padecen una de cada cuatro personas según la Organización Mundial de la Salud (OMS), y uno de los grupos más vulnerables son los adolescentes, quienes han aprendido a relacionarse a través de un dispositivo, en muchos casos, de forma casi exclusiva. Están acostumbrados a la inmediatez y su sistema de recompensa está alterado debido a la constante activación de los neurotransmisores involucrados.

Problemas de autoestima. Una vez más, alguien con una baja autoestima es más propensa a sentir dependencia emocional, la cual viene de la mano de una adicción de este tipo. La inseguridad o el miedo de peder a una persona, provoca que vivan pendientes del móvil.

Falta de habilidades sociales. Está claro que no todas las personas tímidas o con problemas para relacionarse cara a cara, padecen nomofobia, pero es un rasgo habitual de este tipo de fobia. Para muchos es más fácil comunicarse a través de mensajes que en persona, lo cual puede devenir en una adicción a los móviles.

Exceso de estrés. Bien sea porque tienes mucho trabajo y vives pegado al móvil, o porque lo utilizas para distraerte después de una jornada laboral intensa, las personas que tienen altos niveles de estrés tienen más probabilidades de sufrir nomofobia.

Síntomas de que tu relación con el móvil, no es sana

Aunque en cada persona pueden manifestarse de forma distinta, es muy común observar cambios en el humor, irritabilidad, hipervigilancia, e incluso síntomas muy parecidos al síndrome de abstinencia cuando no pueden acceder a su smartphone. Los rasgos más comunes son los siguientes.

• Ansiedad, la cual se puede manifestar con dolor cabeza, sudoración, ganas de vomita, problemas gastrointestinales, nerviosismo, disminución de la atención, etc.
• Dificultad para realizar las tareas diarias
• Pensamientos obsesivos relacionados con el móvil
• Tics nerviosos
• Insomnio
• Aislamiento social
• Mostrarse irascible y con reacciones agresivas

Algunos consejos para tratar la nomofobia, además de asistir a terapia en casos extremos, podría ser desactivar las notificaciones, establecer un horario determinado para consultar móvil y siempre que sea posible potenciar las relaciones directas con las demás personas.