Qué es la dieta climatariana y cómo consigue reducir tu huella de carbono

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La dieta climatariana no es el último grito en dietas virales (ojalá estuviera todo el mundo hablando de ella) ni se ha puesto de moda por ser un hype entre las famosas con más seguidores en Instagram. Sin embargo, si ya has instaurado rutinas en tu alimentación con el objetivo de consumir menos plástico, comprando a granel o reduciendo ciertos hábitos alimentarios por no ser lo suficientemente saludables para tu organismo, es posible que te interese dar un paso más allá.

El objetivo, reducir la huella de carbono

La dieta climatariana no tiene nada que ver con consumir según el clima o la estación del año. No es esa la esencia de su definición, que hace referencia directamente al problema que sufre nuestro planeta como consecuencia de nuestra evolución y desarrollo. La dieta climatariana tiene como objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para revertir el cambio climático.

¿Puede cada uno, desde su alimentación, promover un consumo que cambie la tónica general? Atender a la cita de Eduardo Galeano puede convencerte: «Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo».

Según Barcelona Culinary Hub, la dieta climatariana busca reducir una cantidad concreta de toneladas de CO2 por persona, nada menos que 1,5 toneladas. Según este campus virtual especializado en gastronomía y alimentación, la carne de vacuno representa el 57% de las emisiones de efecto invernadero, mientras que los alimentos de origen vegetal representan un 29%. Además, el Food Waste Index Report de 2021 indicaba que del 8 al 10% de las emisiones tiene que ver con residuos alimenticios. Y según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los alimentos que se pierden y desperdician podrían alimentar a 1.260 millones de personas hambrientas cada año.

Bajo el lema «lo que es saludable para el planeta también lo es para las personas», esta alimentación da por bueno, o mejor,  todo aquello que genere menor impacto en el planeta.

Cómo empezar a a cambiar la mentalidad de consumo a la hora de llenar la nevera

La respuesta es aparentemente sencilla: escogiendo alimentos basados en la huella de carbono que generan. ¿Qué alimentos añadir, reducir y eliminar?

• Come menos carne. La ganadería intensiva es la industria más contaminante del planeta. Se estima que eliminar la carne del menú un día a la semana disminuiría la emisión en 175 kg de CO2 al año. En cualquier caso, mejor elegir pollo y cerdo de cría libre.
• Modera el consumo de pescado y busca aquel que sea únicamente sostenible, es decir, que respete los ecosistemas marinos y se adecúe al ritmo reproductivo de los peces para mantener su equilibrio.
  
• Elige legumbres como alternativa a la proteína animal.
• Come frutas y verduras
  
• Cereales integrales
• Frutos secos y semillas
  
• Elimina todos los alimentos procesados.
• Reduce el alcohol y, la cerveza, mejor de barril que de botella. Bebe a temperatura ambiente, es menos refrescante, pero al final se trata de reducir el consumo de energía que también tiene un impacto en el medioambiente.

Hemos hablado de qué debe tener la lista de la compra de un climatariano, ahora toca definir el cómo:

• Practicando la cocina de aprovechamiento y evitando el desperdicio.
• Eligiendo alimentos de temporada. No sólo vale con comer fresón o melón cuando toca, algo que puedes hacer de manera sencilla suscribiéndote  a cooperativas de alimentos de temporada.
• También debemos tender a consumir de aquellos productores de proximidad, limitando la huella que produce el transporte de larga distancia y el embalaje.
• Compostando tus deshechos orgánicos.