
Compartir es vivir. Y todo lo que sucede alrededor de la menopausia, que no es poco, hay que abordarlo y compartirlo en pareja sin tabús. FOTO: Prime Video (fotograma de Platónico).
CON LAS COSAS CLARAS
Entre amigas, en redes sociales, en el trabajo… Ahora llega el turno de hablar de menopausia con tu pareja
A veces es por falta de conocimiento, de tacto o de empatía. Pero la mujer no siempre encuentra en su pareja el apoyo que busca en esta etapa. Charlar de ello es imprescindible para dejar las cosas claras.
27 DE OCTUBRE DE 2025 / 14:00
De lo que no se habla, no existe. Es lo que ha pasado históricamente con todo lo relacionado con la menopausia. Afortunadamente, algo ha cambiado en los últimos años. Un buen ejemplo es que la conversación digital sobre este tema se ha disparado más de un 70% en España, según un estudio de ASISA. A escala mundial, solo en Instagram el hashtag #menopausia se repite más de dos millones de veces. «Es raro el día que no nos llaman para participar en un podcast, entrevista en la tele, la radio, una web…», contaba hace poco la ginecóloga Silvia P.González, presidenta de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia. Lo hacía, precisamente, en un encuentro organizado por la marca de suplementación Flavia para hablar sobre la influencia de esta etapa en la libido.
Ese encuentro, eventos como ASISA WeLife Menopausia o las citadas cifras son solo una pequeña muestra de que de menopausia se habla. Y mucho. Entre amigas. En las redes sociales («no te acostarás sin ver un reel de menopausia más», bromeaba dicha doctora). Incluso, en el trabajo. Pero ¿en casa? ¿Se aborda este tema abiertamente? Porque una cosa está clara: hablar de menopausia con tu pareja es tanto o más importante que hacerlo con desconocidos. «La diferencia entre hacerlo o no es absoluta», confirma Cristina Pérez Belmonte, responsable de la Unidad de Psicología de la clínica HLA Vistahermosa (Alicante), del grupo ASISA. «Compartir las experiencias e inquietudes con la pareja transforma un desafío individual en un proyecto común», añade.
No solo se trata del sexo
Si bien es uno de los aspectos que más puede influir en la vida de pareja, los cambios en la sexualidad no es el único tema que toca abordar con la otra parte. La psicóloga insiste en que es crucial compartir los síntomas. «No solo los sofocos, sino también la fatiga, los cambios en el sueño, la niebla mental, la posible tristeza…. Al hablar de ellos, la pareja puede ser más comprensiva y ofrecer así ayuda práctica».
En opinión de la experta de ASISA, también es importante tratar otros temas tangentes como las necesidades de autocuidado que puedan surgir en esta etapa (cambios en la alimentación, necesidad de tener tiempo para hacer más ejercicio o relajarse…). También, poner en común las transiciones emocionales relacionadas con estos momentos. Es cierto que en ocasiones, una agradecería no tener que explicar que se siente cabreada a ratos. O inexplicablemente cansada. Pero, de nuevo, si no se dice, el conviviente no tiene por qué saber qué está pasando.
¿Pero qué te está pasando?
De hecho, es bastante frecuente que la pareja —hablamos, ahora, de uniones heterosexuales—, no sepa mucho sobre cambios hormonales. Un estudio de 2020, el primero en España sobre este tema y que fue publicado en The Journal of The North American Menopause Society, lo deja claro. La amplia mayoría de los hombres (93,7%) asocia menopausia con sofocos. Sin embargo, prácticamente el mismo porcentaje, un 83%, está convencido de que estos cambios hormonales no tienen impacto ni empeoran otras enfermedades. ¿Relación con osteoporosis? ¿Con depresión? ¿Qué es eso? El desconocimiento de ellos respecto a lo que les sucede a ellas en esta etapa de la vida responde de sobra a la pregunta de por qué deberías hablar de menopausia con tu pareja.
A las cifras nos remitimos: un llamativo 28% cree que no existe ningún tratamiento ni solución disponible para aliviar los síntomas. Cristina Pérez Belmonte abre otro melón: «Los mitos y tabúes persisten, especialmente, entre los hombres, que no han recibido una educación abierta sobre salud sexual y reproductiva». Los más frecuentes: pensar que la vida sexual se ha terminado. Que la menopausia es algo de mujeres mayores. O los lamentablemente clásicos «mi mujer se está volviendo loca» o «ya no me quiere como antes». Son muestras —explica la psicóloga— de cómo la menopausia puede generar confusión, miedo e, incluso, distanciamiento entre las partes.
Hablar de menopausia con tu pareja desde la sinceridad
Nadie duda que la conversación sobre menopausia (y perimenopausia) debe entrar en la cotidianeidad de la pareja. Para quienes les cueste tomar la palabra, la experta proponer empezar a través de la propia experiencia. «Usando frases en primera persona y desde una actitud sincera. También es importante mostrar la posible vulnerabilidad. El objetivo no es dar una lección, sino abrir un diálogo de comprensión y apoyo mutuo». En este sentido, recomienda algunas ideas prácticas para arrancar la charla:
- «Últimamente he estado pensando mucho sobre los cambios que estoy sintiendo en mi cuerpo/ánimo y me gustaría que habláramos de ello, ya que nos afecta a los dos».
- «Me estoy informando sobre la menopausia y hay cosas que me preocupan/intrigan. Me gustaría compartirlo contigo y saber cómo te sientes tú al respecto”.
- «Siento que a veces estoy más irritable/cansada y quiero que sepas que no tiene que ver contigo, sino con mis hormonas. Necesito tu ayuda/paciencia en esto».
Otra buena opción puede ser ir juntos al ginecólogo. «Lo convierte en una responsabilidad compartida, además de ser un poderoso mensaje de compromiso con la otra persona«. Además, así, la pareja puede hacer preguntas e informarse de primera mano.
Cómo afrontarlo cuando la pareja es nueva
Evidentemente, no todas las mujeres tienen pareja cuando se enfrentan a los desafíos de la perimenopausia y menopausia. Hay solteras. Divorciadas. Separadas. ¿Qué hacer, entonces, si se empieza una relación en ese momento? Pérez Belmonte recuerda que depende de cada caso, del nivel de intimidad y del tipo de interacción sexual. Si se trata de encuentros esporádicos o muy casuales, que se limitan al sexo, puede ser innecesario. «Aunque quizá surja la conversación en la cama a la hora de usar lubricante, si fuera necesario».
En parejas nuevas o con intimidad creciente, la conversación sí es importante. «Permite establecer una base de honestidad y transparencia. Explicar los síntomas (especialmente los que impactan la vida sexual o el estado de ánimo) ayuda a la nueva pareja a entender el contexto, a conocerse mejor y evita malentendidos», concluye. En definitiva, hará que las cosas, si siguen hacia delante, salgan más rodadas.
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