Qué debes comer (y qué no) si tienes endometriosis: así puedes aliviar sus síntomas

Mantener una alimentación sana y equilibrada te ayuda a reducir el riesgo de sufrir enfermedades o de padecer sobrepeso, entre otros numerosos problemas de salud. Pero además de estas evidencias, una buena alimentación también puede ayudarte a aliviar los síntomas de la endometriosis. Se trata de «una enfermedad sistémica y de origen desconocido en la que el tejido similar al revestimiento del útero crece fuera de él, causando una serie de síntomas como dolor pélvico, menstruaciones dolorosas, dolor durante las relaciones sexuales, y problemas de fertilidad, entre otros», describe Esther Montoliu, nutricionista y directora técnica en clínicas Dorsia.

Además, según explica el equipo médico de la Clínica Universidad de Navarra (CUN), afecta a las mujeres durante su etapa reproductiva y a su vez, puede ocasionar adherencias entre órganos.

Qué recomiendan comer los nutricionistas para aliviar la endometriosis

La endometriosis cuenta con diferentes tratamientos médicos convencionales, explica Montoliu, sin embargo, «se cree que la inflamación juega un papel importante en esta enfermedad, exacerbando el dolor y otros síntomas», añade.

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Es por ello que la nutrición puede significar un gran alivio para estos síntomas, siendo su principal objetivo reducir esa inflamación, por lo que la dieta más recomendable, según la nutricionista, en estos casos será la antiinflamatoria: «se debe priorizar el consumo de frutas y verduras frescas, de diferentes colores, pescado azul, rico en omega-3 como el salmón, las sardinas, la caballa y grasas saludables como las nueces y las semillas«.

Los objetivos de los tratamientos para la endometriosis, en general, buscan reducir y eliminar el dolor y mejorar la fertilidad. Estos procedimientos, pueden ser quirúrgicos o farmacológicos, sin embargo, la alimentación y los hábitos saludables pueden tener un papel importante a la hora de aliviar sus síntomas.

A las recomendaciones de la nutricionista Montoliu también se une Joe Travers, nutricionista de Intimina, la firma de cuidado íntimo de la mujer: «Seguir una dieta rica en proteínas vegetales como las alubias y las lentejas; verduras y frutas; cereales integrales y grasas buenas, puede reducir la inflamación que acompaña a la endometriosis. La fibra y los fitonutrientes de las plantas ayudan a las bacterias beneficiosas del intestino, que a su vez indican a nuestro sistema inmunitario que calme los procesos inflamatorios«.

Los alimentos que comes influyen en tu salud hormonal y viceversa. La mayoría de estos microbios residen en el intestino delgado y grueso, formando el microbioma intestinal, explican desde Intimina. Y en la calidad del microbioma influyen los medicamentos, la genética, el medio ambiente y los alimentos que se ingieren de forma natural. Además, el microbioma de cada persona es único y contribuye a funciones cotidianas como la inmunidad, la salud mental y la regulación hormonal. Es por ello que para sentirte mejor y prevenir futuros trastornos de la salud reproductiva, puedes empezar por cuidar tu intestino.

Qué alimentos evitar si tienes endometriosis

Asimismo, según afirman los nutricionistas de la Universidad de Barcelona, «no hay evidencia de que ninguna dieta cure la endometriosis, pero los beneficios de una alimentación saludable ayudan a paliar sus síntomas, sobre todo el control de los desequilibrios hormonales y las alteraciones intestinales«.

Para ello, es necesario intentar reducir el consumo de alimentos considerados inflamatorios, como, por ejemplo, los lácteos, la carne roja, los azúcares, la cafeína, el chocolate, que incrementan la producción de prostaglandinas PGE2 implicadas en procesos inflamatorios y, por lo tanto, generadoras de dolor, así como de alimentos que incrementan la producción de estrógenos, según explican.

A estos consejos también se une Gabriela Pocoví, nutricionista-dietista y doctora en Medicina, quien afirma que «las mayores causas de la inflamación son el estrés y la alimentación». Y cuando tu sistema inmunológico se pone en alerta entra en modo de defensa y «estar en constante defensa lleva a la inflamación», asegura.