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Al contrario que el alcohol, que deshidrata, beber mucha agua y zumos naturales ayuda al cuerpo a regular su temperatura. FOTO: Pexels.

Cuerpo

Estas son las razones por las que la humedad en verano te deja sin energía

La gran cantidad de vapor de agua en el aire impide que sudes de forma eficiente, por lo que el cuerpo gasta mucha energía para enfriarse, se deshidrata y acaba exhausto.

Por Marcos López

7 de agosto de 2024 / 14:38

Como cada año, has hecho las maletas y has viajado a la costa para disfrutar de unas merecidas vacaciones. Para escapar de las temperaturas extremas que asolan durante el verano la región interior en la que resides y arrimarte al frescor marino. Pero aunque ya no te derritas, no puedes con tu alma. Aunque las temperaturas no sean tan elevadas, te sientes exhausto, y no solo por el cambio de presión que experimentas cuando bajas al nivel del mar. La culpa es de la gran cantidad de vapor de agua suspendido en el aire. O lo que es lo mismo, de la humedad.

La Dra. G, especialista en Psicología Clínica, explica en su cuenta @theholisticg en Instagram que, «a medida que nos alcanzan niveles más altos de humedad es posible que empecemos a sentirnos un poco mal, especialmente si no estamos acostumbrados. La clave está en hidratarse tan pronto como uno se despierta, es decir, en aportar agua al organismo en cuanto abras los ojos».

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El cuerpo suda para refrescarse

La razón por la que en verano la humedad es sinónimo de agotamiento se explica por su interferencia con el principal sistema de refrigeración con el que cuenta el cuerpo humano: la sudoración. Para garantizar su funcionamiento adecuado, el organismo debe mantenerse a una temperatura constante de entre 35º C y 37º C. Algo que cuando los termómetros ambientales se disparan, más aún durante las olas de calor, supone todo un reto. Para evitar su sobrecalentamiento, el cuerpo tiene que enfriarse. O dicho de otro modo, tiene que sudar.

La sudoración, apunta la doctora Sarah Habib, especialista en Dermatología, «es un proceso natural y absolutamente esencial que ayuda a regular nuestra temperatura corporal. Así, para enfriarse en una situación de sobrecalentamiento –como sucede durante el ejercicio físico o en ambientes calurosos– el cuerpo recurre a la sudoración termorreguladora».

Piel pegajosa, fatiga, deshidratación: los estragos del sudor

El cerebro cuenta con una especie de termostato interno, el hipotálamo, que da la orden de romper a sudar cuando detecta que el cuerpo se está calentando en exceso. Así, comienza a liberar, a través de los poros de la piel, un agua –y una sal– que para evaporarse toma energía del propio cuerpo, con lo que lo enfría. Pero hay un problema: la humedad. Y cuanto más calor haga, mayor será la cantidad de vapor de agua que pueda albergar el aire.

Si aire ya está lleno de humedad, el sudor no se evapora de forma eficiente. Y como el cuerpo no se refrigera, se calienta más, con lo que suda todavía más y este sudor acumulado en la piel hace que te sientas «pegajoso». El peligro no está en que tu piel se sienta pastosa. El cuerpo sigue luchando para enfriarse y gastando mucha energía, por lo que te sientes muy fatigado. Sigue transpirando agua y sal para refrigerarse, con lo que acabas deshidratado y, por ende, aún más agotado.

La Dra. G apunta que «es posible que te sientas cansado, notes cambios en la piel o sientas más dolor y no sepas por qué. Los niveles más altos de humedad a veces pueden causar estragos, especialmente en las personas con problemas respiratorios o asma».

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Qué hacer para reponer la energía cuando hay mucha humedad

Acabas de llegar a la zona de playa y, como si el viaje no hubiera sido suficiente, la humedad te deja planchado. Es el momento de ingerir líquidos aunque no sientas sed. De «mantenerse hidratado, de beber grandes cantidades de agua para ayudar a nuestro cuerpo a regular su temperatura», refiere la doctora Habib, que a su vez recomienda «vestir ropa fabricada con tejidos transpirables, ya sean fibras naturales como el algodón o materiales que absorban la humedad».

Un último apunte: aunque estés en el chiringuito tienes que beber agua. O zumos u otra bebida rica en el líquido elemento. Nunca beber alcohol, que tiene un efecto diurético y promueve la pérdida de fluidos. Por el contrario, concluye la Dra. G, «es aconsejable consultar las apps para ver los niveles de humedad en el día y estar preparado». ¿Tenías pensado salir a caminar o a correr? Espera a que refresque.

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