Por qué no tienes que leer en el baño: los riesgos de pasar demasiado tiempo sentado en el inodoro

Lo mires por donde lo mires, la imagen de una persona sentada en el retrete con un libro entre las manos no tiene asomo de glamour. Es un hábito que pertenece a la esfera de la intimidad y que no se suele confesar, a pesar de que las encuestas hablan de que se trata de una costumbre de lo más habitual: según la infografía What do people read on the toilet?, el 63% de las personas lee libros, revistas y periódicos mientras está en el cuarto de baño.

Este entretenimiento puede ser una de las razones por las que tantas personas pasan en el baño más tiempo del estrictamente necesario. Según este mismo trabajo, un 47% de mujeres y un 15% de hombres pueden pasar más de una hora sentados en el inodoro. Y esto hace que surjan las clásicas voces que apuntan que se trata de un hábito nocivo. A quien más y a quien menos le han dicho alguna vez en casa que eternizarse en el baño podía causar hemorroides o estreñimiento. ¿Es un mito? ¿Es una cantinela similar a la de dejar transcurrir dos horas para bañarte después de comer para que no se te corte la digestión?

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El investigador Ron Shaoul, gastroenterólogo del Centro Médico Bnai Zion, ha estudiado a fondo la práctica de leer en el baño y, tras revisar la literatura médica, no ha encontrado nada destacable sobre sus consecuencias para la salud pública. Lo primero, señala, “porque suele hacerse en casa o en el trabajo, y no en mugrientos baños públicos salpicados de excrementos”. En su opinión, “leer en el baño es un hábito común e inofensivo”. Más aún, considera que “sentarte y leer mientras estás en el baño puede ser relajante e incluso favorecer las deposiciones”.

Posiblemente no sea cuestión de leer o no leer, sino de pasar mucho tiempo en un lugar poblado de gérmenes. Es lo que ha estudiado Charles Gerba, profesor del Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Arizona, que ha descubierto recientemente que “los patógenos que expulsamos con las heces pueden propagarse por el cuarto de baño cuando tiramos de la cadena, contaminando el suelo, la tapa del retrete y las paredes”. Por tanto, cuanto más nos entretengamos en el baño, más tiempo estaremos expuestos a los gérmenes.

Pero es peor con el móvil

El hábito del llevarse el libro o el periódico al baño está dejando paso al de llevarse el móvil para jugar, chatear, hacer sudokus, navegar por las redes sociales o leer las noticias. Es algo que, de acuerdo con la infografía What do people read on the toilet? hace el 75% de las personas. Y eso tiene también consecuencias.

La primera de ellas es fácil de deducir al hilo de los resultados de una investigación de la London School of Hygiene and Tropical Medicine, que ha concluido que “uno de cada seis teléfonos móviles en Gran Bretaña está contaminado con materia fecal”. La principal razón, señala el informe, que “las personas no se lavan las manos adecuadamente con jabón después de ir al baño”.

Si no eres capaz de ir al baño sin llevarte contigo el móvil, plantéate que puede que no sea la mejor idea:

• El baño es uno de los sitios favoritos para bacterias y patógenos tan peligrosos como E. coli y Salmonella.
• Al tocar el móvil después de limpiarte, existe un alto riesgo de transferir estos gérmenes a la superficie del dispositivo.
• Y, con ello, de propagar bacterias a otras áreas y personas cuando llevas tu teléfono de un sitio para otro. ​
• A esto se le une que los móviles son difíciles de limpiar adecuadamente, especialmente debido a las pequeñas grietas y hendiduras donde las bacterias pueden acumularse.
• Aunque se utilicen desinfectantes, no siempre es posible eliminar todos los gérmenes.

Si es absolutamente necesario usar el móvil en el baño, no olvides limpiarlo cuidadosamente con toallitas desinfectantes para minimizar la acumulación de gérmenes.

Salud física y mental

Al igual que si pasas un largo rato leyendo, también cuando te entretienes en el baño con el móvil puedes aumentar la presión en las venas del recto, lo que podría favorecer, en personas predispuestas, hemorroides. Además, sentarse en el inodoro durante periodos prolongados puede causar problemas de postura, que se traducirían a largo plazo en dolor de espalda o cuello. Esto se debe sobre todo a dos factores:

• Interrupción del descanso: el baño puede ser uno de los pocos momentos en el día en que una persona puede desconectarse y descansar. Usar el móvil en el baño puede interrumpir esta oportunidad de descanso y recuperación mental.
• Impacto en la salud mental: la exposición continua a las pantallas y a la información puede aumentar el estrés y la ansiedad. Tomar un descanso del móvil durante las visitas al baño puede ser beneficioso para la salud mental.