
Bajar peso rápidamente puede causar una deficiencia nutricional y una pérdida significativa de masa muscular. FOTO: Freepik.
Cuerpo
Esto es lo que le pasa a tu cuerpo cuando pierdes peso demasiado rápido
Toda bajada de peso superior a 1 kg semanal, como la que prometen las dietas milagro, supone un riesgo para la salud.
Por Marcos López
20 DE JUNIO DE 2025 / 13:00
Poco importa que el verano esté a la vuelta de la esquina o lo mucho que insistan con la operación bikini (que deberíamos ignorar). Perder los kilos que realmente sobren es importante para la salud, pero hay que hacerlo bien. Nada de dejarse llevar por los cantos de sirena de las dietas milagro, tan peligrosas como frecuentes en internet. Y mucho menos por aquellas que prometen bajadas peso muy rápidas.
La doctora Sara Mera, jefa de Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario HM Madrid Río, recuerda que «se considera segura y saludable un pérdida de peso de 0,5-1 kg de peso a la semana, lo que implica que se pueden perder hasta 4 kg en un mes sin riesgos para la salud».


Las dietas estrictas no funcionan y pueden hacer que engordes más
No es sólo que la escasez y falta de variedad de alimentos en tu plato te deprima: los regímenes estrictos no funcionan. A largo plazo, incluso pueden acabar sumando más kilos de los que se pierden al principio.
Según la doctora Mera, «las dietas extremadamente restrictivas, si bien pueden generar una pérdida de peso rápida, suelen ser insostenibles. Y, cuando se abandonan y regresan a sus patrones alimentarios normales, es muy común experimentar recuperar el peso perdido: el conocido efecto rebote».
La mejor dieta es la que puedes mantener en el tiempo (y no, no es a base de piña)
Las dietas milagro no ayudan a reconciliarse con la báscula. Lo que funciona de verdad para mantener un peso saludable es seguir una alimentación sana y equilibrada. Siempre. A diario, salvo caprichos (muy) puntuales. Y con independencia de la época del año.
«El enfoque más efectivo y saludable para la pérdida de peso se basa en adoptar hábitos de alimentación y actividad física que puedan mantenerse en el tiempo. Esto no solo favorece una pérdida de peso gradual y duradera, sino que también contribuye a una mejor salud general y bienestar», apunta Mera.
Una mala dieta puede mandarte al hospital
Más allá del hambre, la falta de energía o el mal humor, las dietas muy restrictivas pueden afectar seriamente a tu salud. En los casos en que una persona debe seguir una dieta extrema, ya sea por motivos médicos u otros, es imprescindible que lo haga bajo supervisión profesional.
«Las pérdidas de peso muy rápidas deben ser siempre supervisadas por especialistas. Pueden provocar déficits nutricionales, pérdida de masa muscular, ralentización del metabolismo y un mayor riesgo de cálculos biliares u osteoporosis», advierte.
Poco a poco y sin correr
En resumen: perder peso de forma saludable y efectiva implica hacerlo con calma. No se trata de deshacerse a la carrera de unos kilos, que probablemente volverán, sino de hacer cambios sostenibles.
La doctora Mera insiste en la importancia de adaptar las recomendaciones a cada persona, pero hay pautas básicas: «Comer de forma equilibrada. Una manera fácil es seguir las proporciones del plato de Harvard: la mitad frutas y verduras, un cuarto proteínas y otro cuarto hidratos de carbono, preferiblemente integrales. Además, beber agua y evitar los alimentos ultraprocesados».
Toca moverse
La actividad física también cuenta. «Se aconseja hacer al menos 150 minutos semanales de ejercicio moderado, o 75 si es intenso. La mitad debe ser ejercicio cardiovascular (correr, nadar, bici) y la otra mitad de fuerza (pesas, pilates, yoga…)».
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