Los remedios infalibles para no enfermar durante este invierno

Gozar de una buena salud depende, en primer lugar, del sentido común. Por ejemplo, debes evitar el contacto con bacterias y virus allá donde vayas (en este sentido, el uso de la mascarilla –aunque no sea obligatoria– es de gran ayuda). Pero, además, existe una gran cantidad de remedios preventivos que pueden ayudarte a vivir de manera más saludable y a evitar la secreción nasal, el resfriado, la gripe o el dolor de garganta. 

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De todas formas, no tienes por qué preocuparte ni mucho menos ser hipocondríaco. Recuerda que el sistema inmunitario de una persona sana es perfectamente capaz de combatir los constipados y la mayoría de los virus. De hecho, el resfriado es una enfermedad benigna y autolimitada. Pero no solo eso, debes tener confianza en tu organismo, porque sabe perfectamente cómo manejar los patógenos en la gran mayoría de los casos; incluso si no haces nada, las posibilidades de mejora son muy altas.

Los estudios sugieren que mantenerse activo puede ayudar a prevenir infecciones respiratorias, aunque está claro que dejar de fumar, reducir el consumo de alcohol y mantener una dieta saludable también ayuda . «Mucho ejercicio, buena nutrición y mantenerse en forma hará que tengas un magnífico sistema inmune«, asegura Peter Barlow, profesor asociado de Inmunología e Infecciones en la Universidad Napier de Edimburgo, en declaraciones al periódico The Guardian. 

El sueño, clave para curar el resfriado

Dormir bien es fundamental para la salud. En un análisis publicado en 2013, varios científicos analizaron a 164 personas, los expusieron al resfriado común y luego los dejaron en cuarentena en un hotel para hacerles un seguimiento. Después de tener en cuenta factores como la edad, el sexo, y los hábitos de tabaco o consumo de alcohol, el equipo descubrió que el descanso era un factor que influía en las personas enfermas. Así, el estudio encontró que los que pasan en brazos de Morfeo menos de seis horas de media tienen cuatro veces más probabilidades de ponerse malos que los que lo hacen más de siete. 

¿Sabías que hay alrededor de 160 tipos de rinovirus, responsables de la mayoría de los resfriados comunes? Cualquier cosa que puedas hacer para evitar exponerte a ese virus reducirá tus posibilidades de contraerlo. Por ello, numerosas agencias de salud aconsejan lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón, así como evitar tocarse la nariz, los ojos y la boca.

Quédate en casa

El profesor Mieke van Driel, jefe de Atención Primaria de la Universidad de Queensland, explica que los niños se resfrían varias veces al año porque su sistema inmunológico aún se está desarrollando y por eso tienden a transmitir sus enfermedades. «Los que son padres corren un mayor riesgo que los que no se ponen mucho en contacto con niños, por lo que estar alejado de ellos probablemente es una medida buena para evitar ponerse malo», dice el experto. Otro buen consejo es aprovechar las ventajas del teletrabajo. Al menor síntoma de malestar, mejor quédate en casa. «Si estás constantemente tosiendo y estornudando, probablemente sea una buena idea no estar cerca de otras personas para no propagar el resfriado o la gripe», revela.

Vegetales verdes y suplementos de vitamina D

Los vegetales de hoja verde son ricos en vitaminas, por lo que ayudan a mantener una dieta equilibrada y favorecen un sistema inmunológico saludable. Al comer este tipo de verduras, enviamos una señal química al cuerpo que estimula las proteínas necesarias para la función eficiente del sistema inmune. Beber un zumo de naranja todas las mañanas es otro buen consejo para no resfriarse.

Por otro lado, muchos españoles no alcanzan los niveles necesarios diarios de vitamina D. De hecho, el 40% de los ciudadanos de nuestro país menores de 65 años, así como el 80% de la población mayor de esta edad, tienen insuficiencia de esta vitamina, según un informe elaborado por Fundamed con la colaboración de FAES Farma.

Las deficiencias de vitamina D pueden provocar problemas de salud, como un crecimiento óseo deficiente, alteraciones cardiovasculares y un sistema inmunitario débil. Resultados de un estudio de 2012 en la revista Pediatrics sugieren que todos los niños deberían hacerse análisis ​​para ver si sus niveles son adecuados. Y lo mismo ocurre con los adultos; para tener adecuados niveles de vitamina D, todos deberíamos comer yemas de huevo, champiñones, salmón, atún e hígado. Si todo esto es insuficiente y el médico así lo recomienda, podemos ingerir suplementos de vitamina D, de venta en farmacias. Los complementos alimenticios con própolis (sustancia que las abejas obtienen de las yemas de algunos árboles), como los que comercializa Arkopharma, también son buenos aliados durante el invierno.