Las tres claves para aumentar tu fuerza de voluntad y maximizar tu potencial

“Ojalá pudiera retroceder en el tiempo y regalar este libro a mi yo más joven. Me habría ayudado a encontrar un camino más alegre hacia el progreso”. Así habla Serena Williams de Potencial Oculto, el último libro de Adam Grant en el que el afamado psicólogo nos lanza un nuevo reto: fulminar nuestras suposiciones sobre lo que se necesita para mejorar y tener éxito.

Grant, que imparte clases en la Wharton School de la Universidad de Pensilvania, trata de descubrir los misterios del comportamiento humano y traducirlos en términos que el resto pueda entender. Pero nunca ha querido que tomemos el camino fácil: uno de sus bestsellers, Piénselo de nuevo: el poder de saber lo que no sabe, alienta a las personas a reconsiderar las suposiciones y convicciones acumuladas a lo largo de la vida.

La clave para el éxito parte por repensar tus opiniones y tu camino hacia una mente abierta. “El aprendizaje requiere concentración, pero desaprender y volver a aprender requiere mucho más: requiere elegir el coraje en lugar de la comodidad”.

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Ahora, en Potencial Oculto, vuelve sobre la importancia de que te cuestiones, especialmente en lo que se refiere a lo que crees que puedes (o no) hacer. El punto de partida es que vivimos en un mundo obsesionado con el talento, en el que admiramos a aquellos que han nacido con capacidades innatas: los alumnos superdotados, los atletas, los niños prodigio de la música. “Pero admirar a las personas que nacen con estas ventajas nos lleva a pasar por alto la distancia que nosotros mismos podemos recorrer. Subestimamos la variedad de habilidades que podemos aprender y lo buenos que podemos llegar a ser”.

Todos podemos mejorar, dice Grant. “Y cuando la oportunidad no llama, hay maneras de construir una puerta”. En esta obra, el autor nos anima a superar nuestras propias expectativas y convencernos de que el progreso depende menos de lo mucho que te esfuerzas que de lo bien que aprendes. “El crecimiento no consiste en el genio que posees, sino del carácter que desarrollas”, señala, y explora tres claves para desarrollar las habilidades del carácter y nuestras motivaciones para alcanzar nuestro propio potencial.

1. Siéntete cómodo en la incomodidad

Parece un contrasentido, pero Grant nos anima a desafiarnos a nosotros mismos como medio para desarrollar habilidades que teníamos ocultas. “La sensación de que algo es incómodo es una señal de que estás a punto de aprender algo nuevo”. Y no sólo debemos estar atentos a esa señal, “sino amplificarla”.

En una investigación, Grant señala que “pedir a los profesores que proporcionen una enseñanza que se ajuste a las preferencias y estilos de aprendizaje de los alumnos no les hace ningún favor a los estudiantes”. Se trata del ya muy manido, pero no por ello menos válido, consejo de salir de la zona de confort.

En este camino, los errores son, en realidad, una muestra de que se avanza. Porque “la forma de dominar los conocimientos y las habilidades es utilizarlos a medida que los adquieres. Si ni siquiera haces suficiente esfuerzo como para equivocarte, entonces será bastante difícil que progreses”.

2. Cambia

Es normal tender a hacer aquellas cosas que se nos dan bien: nos reporta satisfacción y nos ayuda a reafirmarnos en nuestras capacidades. Pero, si de lo que se trata es de sacar el potencial oculto, la clave está en incorporar juegos, novedades y variedad en nuestros aprendizajes. “Hay cientos de experimentos que demuestran que mejoramos más rápido cuando alternamos entre diferentes habilidades”.

Eso no significa que constantemente intentes hacer aquello en lo que tienes dificultad, pues puedes estancarte y frustrarte. En esos momentos, el consejo de Grant es poner el foco en algo con lo que realmente disfrutamos. Es una forma de recuperar la confianza y eso “puede darte un impulso que te ayudará a progresar”.

3. Pide consejo

Grant habla de pedir consejo más que en solicitar una crítica de lo que ya hemos hecho. Se trata de mirar hacia adelante para mejorar el futuro. Al mismo tiempo, apunta que “cuando damos consejos a otras personas, también nosotros nos beneficiamos”. Es lo que el experto denomina “efecto entrenador”: “El consejo que puedes dar a los demás suele ser el consejo que debes seguir tú mismo. Y a veces necesitas escucharlo en voz alta para te que llegue de verdad”.