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Hacerse mayor es natural, pero hay que escuchar las señales para hacerlo bien./ Foto: And Just Like That.

CUERPO

Cinco señales claras de que te estás haciendo mayor que pasan desapercibidas

A medida que pasan los años se pierden capacidades y funcionalidad. El doctor Ángel Durántez explica cuáles son las primeras señales que alertan de ello y cómo envejecer de la mejor manera posible.

Por María Corisco

14 de enero de 2024 / 08:30

De la arruga en el espejo a los kilos en la báscula. De los olvidos y despistes a la incapacidad para rendir tras una noche de copas. De las articulaciones que crujen por la mañana a la falta de energía y vitalidad. Son signos que indican que te haces mayor, y no siempre eres capaz de advertirlos… y de intentar ponerles remedio para envejecer de la mejor forma.

No se puede frenar el paso del tiempo, pero sí entender que hacerse mayor no es hacerse viejo: es, tan sólo, una fase del proceso de vivir. Y, en este proceso, se va a experimentar un momento de máxima plenitud, en torno a los 20 años, a partir del cual la capacidad funcional decrece. Eso sí, que lo haga a un ritmo más o menos rápido va a depender de muchos factores; entre ellos, de la actitud.

Se trata de estar atento a las señales. De ellas habla el doctor Ángel Durántez, pionero en España de la Medicina Preventiva Proactiva y la Age Management Medicine, que explica cómo “cada vez es más frecuente que las personas se interesen por el envejecimiento saludable a edades más tempranas. Hay mucha más conciencia hoy acerca de la prevención, y se intenta buscar soluciones antes de que el declive sea mayor”.

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Cumplir los 30: los primeros signos de la edad

“La primera señal de alerta de que el tiempo pasa ocurre en el baño de casa -explica el doctor Durántez-. Más o menos a finales de los 20, principios de los 30, te miras en el espejo y empiezas a notar que la luminosidad no es la misma, ni la tersura ni la elasticidad”. También pueden aparecer las primeras arruguitas, puede que alguna bolsa bajo los ojos.

Y, también, es fácil ver “que se gana peso, que es más difícil mantenerse en el que se tenía hasta ahora. Suele suceder porque, en esta edad, te has incorporado a la vida laboral y disminuye la disponibilidad para hacer ejercicio. Te haces más sedentario”.

Otra señal que se da en muchas hombres es “la caída del cabello. Aparecen las entradas, la coronilla empieza a clarear… Es consecuencia de la alopecia androgenética, muy habitual en nuestro entorno”.

  • Qué se puede hacer: en esta fase, señala el experto, el consejo es “delegar la parte cosmética en los dermatólogos, que te pueden orientar en torno a cremas o nutricosméticos que ayuden a revertir los signos del envejecimiento cutáneo”. En cuanto al peso, la idea es mantener un buen ritmo de actividad física. No te engañes por el “no tengo tiempo”. Seguro que, a poco que lo busques, lo encuentras.

A los 40: ¿qué fue del dinamismo?

Una vez que se transita la década de los 30, te das de bruces con una realidad: sales de fiesta y ya no te recuperas igual que cuando tenías 20 años. “Empiezas a necesitar una rutina de sueño más controlada, no puedes trasnochar tan fácilmente… pierdes esa capacidad de recuperación, ese dinamismo y vitalidad”.

Puedes atribuirlo al cansancio del trabajo, pero lo cierto, asegura el doctor Durántez, es que “gran parte de esa caída es ya debida al impacto del paso del tiempo. Hay factores hormonales, metabólicos, culturales y de otra índole. Es en esta década cuando empieza el declive de la funcionalidad humana”.

  • Qué se puede hacer: “No hay una respuesta simple: todo va a pasar por llevar un estilo saludable de vida”. Ahí se encuentran cinco pilares -recogidos en su libro Joven a los 100: todas las claves para vivir más y mejor-, que son “la nutrición, el ejercicio, eliminación de tóxicos, descanso y control del estrés. En algunos casos, se puede comenzar con algún tipo de suplementación, siempre que esté correctamente prescrita».

Problemas de sueño en la crisis de los 40 

En esta década es frecuente que el sueño comience a alterarse. “El 90% de mis pacientes consideran que no duermen bien, aunque realmente sólo duerme mal el 40%. El resto tienen esa percepción, porque sienten que ya no descansan como cuando eran jóvenes”. Es verdad: esa sensación de caer en la cama, quedarse fritos y no mover un músculo hasta por la mañana es ya un recuerdo del pasado. “Se le echa la culpa a los niños pequeños, a que el sueño es más superficial porque hay más preocupaciones… Pero el cuerpo lanza sus señales”.

  • Qué se puede hacer: “Aquí es importante poner en práctica todos los consejos de la higiene del sueño. Son cosas que todos sabemos, pero que no solemos cumplir: no cenar de forma copiosa, tener regularidad en los horarios de ir a dormir, desconectarnos de los dispositivos móviles una hora antes, no hacer ejercicio intenso antes de acostarnos…»

Los cambios que se producen cuando avanzan los 40

No eres el de antes ni en el rendimiento físico ni en la función sexual. Te cansas más cuando echas un partido, cuando tienes que hacer un esfuerzo… “Y a eso se suma que, en esta etapa, la libido disminuye. No es todavía tanto un problema de disfunción eréctil en el hombre o de sequedad vaginal en la mujer, pero sí hay una disminución del deseo”.

Es cierto que, aquí, se pueden dar también connotaciones de tipo sociológicas, “como el hecho de tener una pareja de larga duración o preocupaciones crecientes con los hijos y con los padres. Pero, todo ello, se acompaña de un declive fisiológico del cuerpo”.

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  • Qué se puede hacer: puede ser el momento de “atender a la suplementación nutricional, optimización hormonal y vigilancia de los biomarcadores de salud y envejecimiento. La medicina preventiva para el envejecimiento saludable es una estrategia que se inicia cuando nos acercamos a los 40 años. Y cada vez hay más conciencia de ello”.

Cómo sufre la memoria a los 50

En esta década te das cuenta de que no memorizas tan fácilmente las tareas que tienes que hacer, los números de teléfono o el nombre de las personas que te acaban de presentar. “Es cierto que puede venir condicionado porque tienes la cabeza llena de información y sigues con muchas preocupaciones. Yo les explico a mis pacientes que tienen la memoria RAM llena. Se han hecho muchos estudios de valoración de la función cognitiva y se observa una curva de envejecimiento muy parecida a las de otras capacidades que también se pierden. Muchas funciones cognitivas se declinan, pero también se compensan con la experiencia”.

  • Qué se puede hacer: “Toca insistir en los hábitos de vida, en mantener el ejercicio y controlar los biomarcadores para que estén en niveles de excelencia. Hay avances vanguardistas con terapias específicas de entrenamiento cerebral”.
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