Una actitud positiva es fundamental para lograr una buena madurez./ Imagen: Fotograma de And just like that.
Salud mental
Las ventajas de hacerse mayor: por qué tener una actitud positiva alarga tu vida
A partir de los 50 suele haber un declive físico, pero hay muchas razones por las que estar felices en esta etapa. Si la intención (y la actitud) es positiva, tendremos un gran terreno ganado.
Por Sara Trueba
25 DE MAYO DE 2023 / 06:30
Mario Benedetti hablaba en uno de sus poemas de la vejez, y con él hacía una oda a la sabiduría, experiencia y vitalidad de las personas que entran en esta etapa vital. Pero cuando nos estamos acercando a ella, lo que se avecina es una gran cantidad de miedos y un deseo irrefrenable de parar el tiempo o de volver años atrás. Pero en verdad, la madurez debe ser considerada una de las mejores etapas de la vida. Así lo consideran algunos expertos que apuestan por la madurez saludable, es decir, esa en la que uno se enorgullece de cumplir años.
La psicóloga humanista Almudena G. De la Mata asegura que, por supuesto, la actitud es una parte fundamental de la ecuación de la longevidad. «Una actitud positiva tiene claras repercusiones en nuestra salud, tanto física como mental. Los retos se enfrentan mejor si la actitud es la adecuada. Tenerla no es sinónimo de vivir más, pero sí se relaciona con mayor inmunidad y menos estrés, que no dejan de ser factores de mortalidad», explica.
En concreto, «las personas que mantienen un espíritu joven son gente que sigue deseando experimentar situaciones positivas, culminar sueños, son optimistas y no pierden la ilusión por vivir y disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, agradecidas, que valoran la vida, que siguen deseando aprender cosas nuevas», señala la experta. Así, ante la misma situación, una persona con buena actitud se centrará en potenciar cualquier elemento positivo que tenga su día a día, mientras que una que carezca de ella verá pasar el tiempo con más desidia y menor ilusión. Adquirirla o no, por supuesto, no depende de la edad.
La importancia de tener una actitud positiva
En este sentido, Ana Moreno, nutricionista y escritora, afirma que están las mujeres que eligen «hacerse viejas» y las que, por contra, eligen envejecer con estilo. Ella es de las segundas, y lo cuenta en su libro recién publicado, Más bella y vital a partir de los 45 (Ed. Alienta), una guía práctica con consejos, un poco de ciencia y otro tanto de psicología, en la que recomienda un estilo de vida concreto y saludable para dejar de ver la madurez como una losa sin alicientes y comenzar a verla como una etapa llena de ventajas.
En este sentido, Moreno asegura que «si en la madurez no has cambiado el chip, es que no estás aprendiendo de todas las cosas que la vida te ofrece y vas tarde. La película que nos contamos marca la forma de afrontar los retos y las situaciones que se nos presentan en la vida».
Nuestro interior es la clave, de él depende nuestra mirada de lo que ocurre en el exterior (y cómo nos enfrentamos a él). Para mantener un equilibrio interior, «es importante tener buenas relaciones, llevar una vida sencilla y estar en paz. No hace falta nada externo para ser feliz, ni cosas de gran valor. La felicidad no está fuera. Enrique Rojas dice que la felicidad es tener mala memoria, buena salud y poca ambición. Agradecer una vida sencilla y sin complicaciones es un placer. Y eso se consigue ver con el tiempo y a determinada edad», señala la experta.
Ventajas de la madurez
Dice Ana Moreno que se puede gozar de una segunda juventud cuando llegamos a la madurez. Pero pensamos en esta etapa como una de declive en lugar de fijarnos en todo lo que ya hemos ganado. Y hay grandes ventajas en este momento vital:
- Experiencia. «Cada vivencia te curte y te ayuda a dar la importancia justa a las cosas, a relativizar más y saber mejor lo que quieres», comenta Ana Moreno.
- Sabiduría y aprendizaje. «Ayudan a resolver conflictos de manera hábil», dice la psicóloga.
- Mejores relaciones. El ser humano es un ser social y necesita del otro para completarse y evolucionar. En la madurez ya has aprendido de ellas y sabes apoyarte en aquellas que te hacen bien.
- Creatividad e intuición. «En las mujeres, el cambio hormonal que trae la menopausia trae también mayor capacidad para pensar distinto, emprender y ser más creativo», indica Moreno.
- Conexión con uno mismo. «El paso del tiempo da autoconocimiento. Cuando conectas contigo puedes vivir de una manera más confiada y tranquila y eso no tiene precio», asegura la nutricionista.
- Menos preocupaciones. Las prioridades suelen reducirse a lo esencial, se aprende a disfrutar de los pequeños detalles de una vida sencilla.
- Desapego de lo material.
- Más libertad para hacer lo que uno desea, con calma y aprovechando el tiempo.
Cómo tener una buena actitud
No importa lo mucho que nos cueste tener buena actitud, es algo que se puede poner en práctica y trabajar. Como explica la experta en nutrición, el óxido nítrico es un neurotransmisor que el cerebro segrega en las situaciones más alegres de la vida, «por eso, si vivimos en el agradecimiento, desde la sencillez, con unos sencillos hábitos y retroalimentamos la buena actitud, produciremos más óxido nítrico y, por ende, aumentando las ganas de disfrutar».
Como dice Almudena G. de la Mata, esta cadena «se puede trabajar y potenciar por medio de la meditación y la relajación, autoconociéndonos, cuidando la forma que tenemos de hablarnos y tratarnos, con una buena autopercepción, cultivando el espíritu (con convicciones religiosas, filosóficas, artísticas…), con sueños, metas y objetivos alcanzables, entre otras, son claves para mejorar nuestra actitud ante la vida». Estos son los hábitos saludables que nos ayudarán a vivir mejor y más tiempo:
- Mindfulness. Es la clave número uno para crear nuevas redes neuronales que hacen que automatices una manera de responder ante una situación determinada. «Es esencial para dejar de anticiparse a los problemas», declara Ana.
- Descanso de calidad. No necesariamente al dormir, también puedes leer o ver una serie.
- Alimentación. Una dieta baja en carbohidratos reduce los picos de glucemia en sangre que nos producen cambios en el estado de ánimo.
- Ayuno intermitente. Según la Técnico Superior en Dietética Ana Lioba, «el ayuno sirve para recuperar y regenerar los órganos del sistema digestivo y otros colaterales». Es decir, te ayuda a detoxificarte.
- Ejercicio de fuerza. Es perfecto para aliviar los síntomas de la menopausia: «protege frente a la pérdida de masa muscular y fuerza asociados a la edad, favorece la osteogénesis (formación de tejido óseo) e incluso mejora la composición ósea (preservando la densidad mineral), uno de los grandes problemas que derivan de este periodo», explica Rodrigo Sánchez, fisioterapeuta de la Clínica Ytos.
Cómo encajar el envejecimiento físico
«Es muy importante reconocer que es un proceso natural e inevitable. Aceptación, orgullo y gratitud son vitales para vivir esta etapa», declara la psicóloga humanista.
Ana Moreno, sin embargo, es mucho más tajante: «Obviamente hay un cambio, pero podemos hasta vernos mejor. Hay que hacer unos cambios en esta etapa, cambios progresivos para mantenernos físicamente bien y no asumir que a cierta edad nos vamos a estropear. Nos estropeamos si nos abandonamos». Desde su experiencia, la belleza de la madurez es una luz que no tiene que ver con los cánones, es algo que se irradia. «Es la belleza que no puede arrebatarte la edad jamás», concluye.
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