
Progresar poco a poco en el trabajo puede hacerte realmente feliz./ Foto: El Diablo viste de Prada.
SALUD MENTAL
El éxito no da la felicidad: así explican los expertos de Harvard por qué progresar poco a poco es lo que da sentido a la vida
Un pequeño avance en el trabajo puede marcar la diferencia en nuestro estado de ánimo. No hacen falta grandes logros: sentir el progreso es la clave para la motivación.
Por María Corisco
05 DE DICIEMBRE DE 2023 / 13:44
No es el salario, ni las palmaditas en la espalda o un incentivo a fin de año: a la hora de conseguir que estemos motivados en nuestro trabajo, los pequeños avances son el motor para conseguir ser más creativos y felices. Así lo asegura una investigación de Harvard, que ha estudiado las dinámicas de trabajo y han llegado a la conclusión de que, de todo lo que pueden impulsar a uno en su vida laboral, lo más importante es avanzar en un trabajo significativo. Y esta felicidad que dan los pequeños logros no es única del entorno laboral: también ayudan a mejorar el bienestar emocional en otras facetas de la vida.
La investigación, llevada a cabo a lo largo de 15 años por Teresa M. Amabile, profesora en la Escuela de Negocios de Harvard y Steven J. Kramer, autor del libro El principio del progreso: utilizar pequeñas victorias para encender la alegría, el compromiso y la creatividad en el trabajo, ha tenido una primera conclusión: “Un factor central del desempeño creativo y productivo es la calidad de la vida laboral: la combinación de emociones, motivaciones y percepciones a lo largo de la jornada”.


Sus estudios rebaten el tópico de que “la alta presión y el miedo estimulan el progreso. Cuando las personas se sienten felices y tienen percepciones positivas de sus colegas y de la organización están más comprometidas con su trabajo y son más solidarias con quienes las rodean”. Y, a partir de ahí, a la hora de comparar los mejores y peores días de los trabajadores, hallaron que “el hecho más común que desencadenaba un mejor día era cualquier progreso en el trabajo”.
No hacen falta grandes avances
Podemos pensar que, para conseguir este estado de ánimo y esta mejora en la creatividad y productividad, es importante que los logros sean significativos, que supongan de alguna manera un hito. No es así, aseguran los investigadores: “Cuando se piensa en el progreso, a menudo se imagina lo bien que se siente alcanzar una meta a largo plazo o experimentar un avance importante. Estas grandes victorias son grandiosas, pero infrecuentes. La buena noticia es que incluso las pequeñas victorias pueden impulsar enormemente la vida laboral interior”. Pequeños pasos hacia adelante pueden provocar grandes reacciones positivas.
Por qué los pequeños logros te hacen más feliz
Más allá del trabajo, la sensación de lograr pequeños éxitos y avances puede tener un impacto positivo en nuestra motivación y bienestar:
- Refuerzo positivo. Experimentar el éxito, incluso en pequeñas tareas, actúa como un refuerzo positivo. El cerebro tiende a asociar el logro con emociones positivas, lo que refuerza la motivación para que el esfuerzo continúe.
- Liberación de dopamina. La realización de metas, incluso pequeñas, puede desencadenar la liberación de dopamina en el cerebro. La dopamina es un neurotransmisor asociado con el sistema de recompensa y placer, lo que te hace sentir bien y te motiva a buscar más recompensas.
- Sentido de competencia. Al lograr pequeños objetivos, se fortalece el sentido de competencia y autoeficacia. Sentir que uno es capaz y competente aumenta la confianza en las habilidades para abordar tareas más desafiantes.
- Construcción de hábitos. Al establecer y alcanzar pequeños objetivos, se construyen hábitos y rutinas positivas. La repetición de comportamientos exitosos a lo largo del tiempo contribuye al desarrollo de hábitos saludables y productivos.
- Enfoque en el proceso. Centrarse en pequeñas victorias ayuda a apreciar el proceso en lugar de sólo el resultado final. Esto puede reducir la presión y el estrés asociados con metas más grandes y, en cambio, fomenta la apreciación de cada paso en el camino.
- Autodisciplina. Experimentar éxito en pequeñas metas desarrolla la autodisciplina. A medida que uno se acostumbra a cumplir con sus metas diarias o semanales, fortalece su capacidad para resistir la tentación y mantener el rumbo hacia objetivos más grandes.
- Mantenimiento de la motivación. Los pequeños logros mantienen viva la motivación al proporcionar hitos tangibles y realizables. Esto evita que te sientas abrumado por grandes metas y te permite celebrar éxitos a lo largo del camino.
- Sentido de propósito. Al alcanzar pequeñas metas, se puede experimentar un sentido de propósito y dirección. Esto contribuye a una sensación general de logro y satisfacción en la vida.
Así pues, la importancia de los pequeños logros radica en su capacidad para fortalecer la motivación, construir hábitos positivos, fomentar la autodisciplina y proporcionar una sensación continua de progreso. Celebrar estos éxitos, por modestos que sean, es una estrategia efectiva para mantenerse enfocado y motivado en la búsqueda de objetivos más ambiciosos.
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