¿Izquierda o derecha? Este es el lado sobre el que debes dormir cada noche, según explica la ciencia

Acostumbras a dormir boca arriba, que nunca boca abajo, para apoyar toda tu columna vertebral sobre la cama y prevenir y aliviar el dolor de espalda que interrumpe continuamente tu descanso. O mejor aún, duermes de lado, con lo que se favorece una mejor alineación de la columna, los hombros y la pelvis. Pero no se trata sólo de evitar este dolor de espalda que ya padecen hasta un 18,6% de los españoles, sobre todo mujeres. La posición que se adopta durante el descanso puede condicionar el riesgo de enfermedades muy graves. Te contamos cuál es la mejor postura para que logres ese sueño reparador que tanto necesitas.

El doctor Manik Maadan, del Centro Médico Milton S. Hershey, destaca que «los resultados de los estudios muestran que la mejor posición para dormir es de lado. Con esta postura se pueden disminuir los ronquidos y el reflujo gastroesofágico mientas se mejora el flujo sanguíneo al cerebro, lo que reduce el riesgo de presentación de una enfermedad neurológica». Pero, concretamente, ¿sobre qué lado hay que dormir? ¿Izquierdo o derecho? Pues según la ciencia, depende de cada persona.

Lado izquierdo: menos ardor de estómago

Dormir sobre el lado derecho, como muestran investigadores del Hospital Universitario Thomas Jefferson de Filadelfia, se asocia a un mayor número de episodios, y más prolongados, de reflujo gastroesofágico. La razón se explica, muy probablemente, por la posición del estómago, que se sitúa sobre la última porción del esófago cuando se duerme sobre el lado derecho. ¿Sufres ardor de estómago que dificulta tu sueño? Duerme sobre tu lado izquierdo.

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Eleva la posición de la cabeza al dormir

Una razón más: parece que la posición de la cabeza cuando se duerme sobre el lado izquierdo también puede mejorar la función digestiva. Pero el verdadero truco para evitar el reflujo ácido es, según revela la Universidad Bond, apoyar la cabeza en una posición más elevada durante el sueño. Por ejemplo, utilizando una almohada con forma de cuña que sitúe la cabeza, el cuello y la parte superior del tronco –y, por tanto, el esófago– a mayor altura que el estómago.

Lado derecho: mejor salud cardiovascular

Por el contrario, dormir sobre el lado derecho se asocia a una mejor salud cardiovascular. Cuando menos, en las personas que ya padecen una patología cardiaca. Por ejemplo, insuficiencia cardiaca, en la que el corazón se encuentra debilitado y no late con suficiente fuerza como para satisfacer las necesidades metabólicas del organismo. De hecho, el Instituto de Rehabilitación de Ontario ha observado que estos pacientes rehúyen de forma natural descansar sobre su lado izquierdo para evitar la incomodidad de los latidos apicales agrandados.

Lado derecho: si hay que tener en cuenta el corazón

Es más, de acuerdo con un estudio del Centro de Investigación y Entrenamiento de Astronautas de China, dormir sobre el lado izquierdo puede hacer que el corazón gire y rote de posición, lo que se traduce en cambios en el electrocardiograma. Un cambio posicional que se produce por el mero efecto de la gravedad y que debe ser tenido en cuenta en caso de una afección coronaria preexistente.

Lado izquierdo: mejor durante el embarazo

Pero no sufres acidez estomacal ni tienes problemas cardiacos. Así que realmente no importa sobre qué lado acostumbres a dormir. La única excepción es el embarazo: dormir sobre el lado izquierdo, apunta la Fundación Americana del Sueño, facilita un mejor flujo sanguíneo tanto para la madre como para el bebé.

El lado da igual, pero hay que dormir de lado

En definitiva, da igual el lado. Lo importante es dormir de lado. Como indica el doctor Maadan, «la principal razón es que previene la apnea del sueño, que suele aparecer cuando se duerme boca abajo porque la lengua cae dentro de la orofaringe y dificulta la respiración».

También es recomendable «colocar una almohada entre las piernas durante el descanso, pues evita cualquier tipo de compresión en las rodillas y ayuda a relajar la parte inferior del cuerpo», concluye el experto.