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Mujer practicando yoga nidra./ Imagen: Pexels.
Sueño
Según un reciente estudio, esta práctica de yoga, que se recomienda para dormir, puede reducir la ansiedad más, incluso, que la meditación y ayuda a dormir profundamente.
Por Paka Díaz
11 de julio de 2023 / 13:10
Según un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de las Universidades de Tailandia y Brasil, sobre el impacto del yoga nidra y la meditación en la salud mental de los profesores universitarios, esta actividad guiada puede hacer que, en sólo 45 minutos, te sientas tan descansado como si hubieras dormido una siesta de tres horas. Más descansado, incluso, que si hubieras hecho una meditación. Además, en el estudio señalaban que ayuda a disminuir la ansiedad también en mayor grado.
“Se trata de una técnica que consigue una relajación profunda de todo el cuerpo y de la mente, para comprobar cómo se siente cada parte. Después de ese escaneo, se hace como una especie de viaje, que puede ser de muchos tipos”, explica Sonia Ferre, fundadora y CEO de MasQi The Energy House. Este hotel es, además, un centro donde conectar con uno mismo y recuperarte del estrés de la vida diaria. Situado en una bella masía reformada, rodeada de pinares, en la alicantina Sierra de Mariola, se trata de un lugar dedicado al bienestar. “Por eso, no podía faltar el yoga nidra entre nuestras actividades”, apunta Ferre, que explica que se trata de un ejercicio dirigido que se ofrece de forma personalizada.
El yoga nidra es una práctica ancestral dentro del yoga que ayuda a entrar en un modo profundo de relajación y de sueño consciente. Se trata de un ejercicio guiado perfecto para preparase para el sueño. Además, sirve para lograr un descanso inmediato en una sola sesión. «En la sesión de Yoga Nidra, te puedo llevar a un bosque, rodeada de unos árboles inmensos. Te sientes pequeñita, pero ves la luz filtrarse suavemente desde las copas”, cuenta Sonia Ferre.
Mientras la escuchas, sientes que entras en un estado de conciencia relajada. “Y, de repente -continúa- llegas a un claro y ves una pequeña ermita de piedras rectangulares talladas a mano. Hay una puerta entreabierta, la abres y, tras un rato en el que se acostumbran tus ojos a la oscuridad, descubres cuadros colgados en las paredes y ventanas con vidrieras de colores. En un rincón ves un espacio super bonito, lleno de cojines y decides sentarte. Cierras los ojos y disfrutas de ese viaje”.
“Aunque pueda parecer muy similar a la meditación, no es lo mismo”, explica la CEO de Masqi. Ambas técnicas apuestan por reducir nuestra velocidad mental de cara a relajar nuestro cerebro, pero lo hacen de modos diferentes. Y los efectos son, también, distintos. Con el yoga nidra, la persona se acomoda tumbada. El objetivo es pasar a un estado profundo de sueño consciente. O sea, al estado más profundo de relajación con conciencia.
Mientras, la meditación permite llegar al estado theta, por el que se pasa para llegar al delta, el momento del ciclo de sueño más profundo. Según los yoguis, el estado delta es el de curación profunda. Ahí, justo es donde se conduce a los usuarios en una sesión de yoga nidra. “El efecto es muy potente. Tras la clase, te sientes descansado y en calma profunda”, indica Ferre.
“Hay momentos en los que la gente se puede ir, su mente puede volar. Pero luego ya vuelves. Normalmente hago las sesiones de una hora. Esta técnica nos ayuda a activar el sistema parasimpático”, explica la experta. “Uno de los problemas que causa el estrés es que el sistema parasimpático, que regenera los tejidos, no se activa y no puede ayudar a restaurar la química del cerebro, porque estamos muy pasados de vuelta. Hay que bajar las revoluciones”, sugiere.
Entre los beneficios del yoga nidra destacan una relajación de los latidos del corazón, de la respiración y del flujo sanguíneo. Este sistema también incluye los sistemas nerviosos simpático y parasimpático. Se reduce el estrés. Además, genera nuevos patrones de pensamiento con una mayor objetividad. También, mejora el rendimiento cognitivo, la memoria y la concentración. La práctica continuada de yoga nidra ayuda a filtrar y a prevenir el deterioro cognitivo. Incluso se está utilizando para tratar el dolor crónico.
Además, mejora la autoestima y la confianza en uno mismo, calma el cerebro y mejora el ciclo de sueño. Porque otro de sus beneficios es que activa la glándula pineal, lo que libera la hormona de la melatonina, un poderoso antioxidante. Eso ayuda a controlar la presión arterial, los niveles de cortisol y promover un sueño reparador y profundo.
“Lo bueno del yoga nidra es que hay un montón de vídeos grabados y basta con ponerte alguno para disfrutar de una sesión y de sus beneficios. Ni siquiera hace falta que vayas a un centro”, subraya Sonia Ferre. Ella anima a “seguir alguna de esas sesiones guiadas online, para relajar tu mente».
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