La capsaicina y la curcumina son dos de los compuestos de las comidas picantes con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. FOTO: Pexels/ ©Shameel Mukkath.
Alimentación
La comida picante alarga la vida: es antioxidante, antiinflamatoria y mejora tus defensas
La capsaicina y la curcumina presentes en muchos alimentos picantes tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que inducen multitud de beneficios para la salud.
Por Marcos López
06 DE NOVIEMBRE DE 2024 / 07:52
Te encantan los sabores fuertes. Los platos llenos de especias exóticas. Las comidas picantes. Lo que además de para tu paladar, es (muy) bueno para tu salud. No en vano, son muchos los estudios que han constado los numerosos beneficios que los alimentos picantes tienen para el organismo. Pero cuidado: tampoco es recomendable excederse con estas experiencias culinarias tan intensas. Menos aún si tienes un estómago delicado y problemas para digerir alimentos ardientes.
La doctora Tai Ibitoye, especialista en Nutrición y Dietética, explica que «si bien no todo el mundo nace con una tolerancia a los alimentos picantes, hay quien tolera mejor sus efectos abrasadores porque los incluye frecuentemente en sus dietas. Y es que al consumirlos, el cuerpo puede desarrollar tolerancia a estos alimentos con el paso del tiempo». Te contamos todo lo bueno –y todo lo malo– que las comidas picantes pueden hacer por ti.
Hacen que vivas más años
En realidad, el picante o pungencia no es un sabor, sino una sensación de ardor agudo captada no por las papilas gustativas, sino por los receptores del dolor que se encuentran en la boca. La Universidad de Pekín ha demostrado que comer alimentos picantes a diario se asocia a una reducción de un 14% del riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares, respiratorias u oncológicas. Y las grandes responsables de este efecto tan positivo tienen nombre: capsaicina y curcumina.
Potencian tus defensas (y mucho más)
La capsaicina es un compuesto químico que tiene, tal y como ha observado la Universidad de Xinyang, propiedades antioxidantes y antitumorales y ejerce un efecto positivo sobre la salud tanto cardiovascular como digestiva. Pero aún hay mucho más. También promueve el crecimiento de la microbiota intestinal, potencia el sistema inmune frente a bacterias y virus, reduce la grasa abdominal y el apetito y acelera el metabolismo.
Te quemarán la boca
Que la capsaicina sea tan beneficiosa no quiere decir que sea fácil de ingerir. Al contrario, es la responsable de conferir el famoso sabor abrasador de los pimientos picantes, caso de las guindillas. Que, recuerda, no es realmente sabor, sino puro dolor. Como apunta la doctora Ibitoye, «la capsaicina se une a al receptor del dolor TRPV1 que se encuentra en la boca y la lengua, lo que envía una señal al cerebro que nos dice que estamos comiendo algo que no deberíamos»
Te ayudan a tratar muchas enfermedades (y las agujetas)
La curcumina es un polifenol presente en la cúrcuma que actúa como un potente antiinflamatorio y antioxidante, razón por la que resulta muy eficaz para el tratamiento de múltiples enfermedades. Incluso es ciertamente útil para regular los niveles de azúcar en sangre y aliviar las agujetas tras el ejercicio. Y para tomarla, mejor combinarla con pimienta negra, pues ésta contiene piperina que mejora su absorción por el organismo.
Empeoran los síntomas digestivos
Pero los alimentos picantes también tienen su lado oscuro. Especialmente la capsaicina, que al activar distintos receptores del dolor por todo el cuerpo puede causar diarrea, dolor estomacal y vómitos. Lo que resulta aún peor en caso de, indica la experta, «padecer un trastorno digestivo como el síndrome de intestino irritable. De hecno, estos alimentos pueden empeorar algunos síntomas como el ardor de estómago, por lo que no está recomendado su consumo».
Nunca bebas agua
Pero tienes un estómago a prueba de bombas, por lo que quieres disfrutar de estas exquisiteces culinarias. Sin excederse. O además de tu tracto digestivo, la fogosidad te abrumará la boca. Y cuando esto suceda, nunca busques alivio en un vaso de agua. Sólo intensificará la sensación de dolor. Como refiere la especialista en Nutrición y Dietética, «la capsaicina es una molécula no polar y no puede disolverse en las moléculas polares del agua, por lo que acaba expandiéndose por la superficie de la boca».
Pero no desesperes. Hay un truco de experto para paliar la quemazón que arrasa tu cavidad oral: beber leche u otro producto lácteo. Como concluye la doctora Ibitoye, «la leche contiene caseína, una molécula no polar que se une a la capsaicina y evita que alcance los receptores del dolor que se localizan en la boca». Lo que también se logra tomando un refresco azucarado no gaseoso o comiendo pan. ¿Te atreves a llenar tus platos de sabor ardiente e intenso?
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