Con la dieta que imita el ayuno no tendrás que pasar largas horas limitándote al agua y las infusiones. FOTO: Getty Images.
Alimentación
Cómo se hace la dieta que imita el ayuno y por qué se usa para mejorar la longevidad
Con este régimen alimenticio bajo en calorías obtendrás en sólo cinco días los beneficios del ayuno intermitente sin tener que pasar tantas horas seguidas sin comer nada.
Por Marcos López
04 DE DICIEMBRE DE 2024 / 07:30
Es mucho más que una mera cuestión de estética. El exceso de kilos, además de a tu figura, afecta de forma muy negativa a tu salud. Por lo que no queda otra que perderlos. Practicando ejercicio y, sobre todo, restringiendo la ingesta de calorías. Por ejemplo, siguiendo alguna de las variantes, muy eficientes, del ayuno intermitente. Aunque quizás no sea para ti, pues no concibes pasar tantas horas seguidas sin comer. Pero no te preocupes. Hay una variante en la que no tendrás que oír como tu estómago ruge de hambre. Tenemos que hablar de la dieta que imita el ayuno.
El doctor Pedro Rodríguez, especialista en Medicina Integrativa y autor, entre otros libros de éxito, de Salud Mental e Intestino: El Sistema digestivo en Psiquiatría, explica que “caracterizada por ser baja en calorías, proteínas y azúcares, pero alta en grasas saludables, la dieta que imita el ayuno es un plan alimenticio que tiene como objetivo obtener los beneficios del ayuno mientras se consume una cantidad mínima de calorías”.
El cuerpo quema sus grasas para obtener energía
La premisa del ayuno intermitente es muy sencilla: la ingesta de alimentos se concentra en unas pocas horas y no se come nada el resto del día (y de la noche). Por ejemplo, en la variante 16:8, la más estudiada por la ciencia, las comidas se concentran en ocho horas y hay una privación de todo alimento durante las otras 16, permitiéndose únicamente durante la fase de ayuno la toma de bebidas sin calorías –básicamente, agua e infusiones–. Todo ello para forzar al cuerpo a recurrir a sus reservas de grasa para obtener energía, promoviéndose así la pérdida de peso.
No pasarás hambre
Hay más variantes menos exigentes. Como la 12:12, en las que el periodo de ingesta y ayuno se reparten a partes iguales. Pero ya sean 12 o 16, pasarse tantas horas sin tomar bocado puede ser excesivo para muchas personas. Incluso puede generar ansiedad por la comida y, por ende, provocar que la gente coma de más y acabe ganando peso. Y aquí entra en juego la dieta que imita el ayuno intermitente, en la que se logra el objetivo sin tener que permanecer horas con el estómago vacío. Como si realmente se hubiera ayunado.
Qué comer en la dieta que imita el ayuno
Esta dieta está basada en alimentos integrales de origen vegetal. Básicamente, verduras de hoja verde como la col y las espinacas, frutos secos en cantidades moderadas, legumbres ricas en proteínas como las lentejas, cereales integrales como la quinoa y alguna que otra pieza de fruta. También se pueden tomar infusiones e, incluso, una taza diaria de café.
Por el contrario, quedan completamente prohibidos el alcohol, las grasas y proteínas animales, los lácteos, las comidas y bebidas rebosantes de azúcar, y los alimentos ricos en almidón como las patatas o el arroz blanco.
Cómo hacer esta dieta
Como tantas otras dietas, la que imita el ayuno es un régimen alimentario de restricción calórica, por lo es inviable mantenerlo a largo plazo. De hecho, si bien su duración idónea aún no ha sido determinada, no conviene, como ha mostrado la Universidad de Perugia, prolongarla más allá de una semana, en la que el primer día se tomarán el 55% de las calorías que se consumen habitualmente y el resto sólo un 35%.
La doctora Pilar Restrepo, especialista en Medicina Funcional, Salud Digestiva y Nutrición, apunta que “la dieta que imita el ayuno se practica durante sólo cinco días consecutivos al mes. Así, mientras el primer día se consumen en torno a 1.100 kilocalorías, los cuatro restantes se tomarán unas 750”. Además, es recomendable hacerla siempre con supervisión profesional, pues como continúa la experta, “el equilibrio de macronutrientes debe ser estricto para no activar división celular y promover la autofagia o muerte de células dañadas”. Y concluido este periodo se recuperará gradualmente la alimentación, sana y equilibrada, normal.
Mucho más que una bajada de peso
Los beneficios de la dieta que imita el ayuno van más allá de la pérdida de kilos y son muy similares a los que se obtienen con el ayuno intermitente. Entre otros, como ha revelado la Universidad de California Los Ángeles, un descenso de la presión sanguínea y de los niveles de colesterol, una reducción de la inflamación, una mejora de la salud digestiva y un envejecimiento más saludable.
Como concluye el doctor Rodríguez, “la restricción calórica o los cambios en la composición de la dieta pueden mejorar el envejecimiento saludable, pero la incapacidad de la mayoría de las personas para seguir dietas crónicas y extremas, así como los efectos potencialmente adversos, limitan su aplicación”.
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