Por qué es más fácil que te enganches al ejercicio de adherencia lenta que al deporte más tradicional

El ejercicio de adherencia lenta huye de operaciones bikini en tiempo récord, y también de clases machaconas y extenuantes en el gimnasio donde la fuerza de voluntad, en ocasiones, desaparece en la segunda sesión. Es slow training, en realidad.

Según David Lloyd Clubs, es una de las tendencias virales en 2024. En TikTok triunfan los hot girl walks o caminatas al aire libre mientras se escuchan, por ejemplo, podcasts motivadores, o los entrenamientos de cozy cardio, una nueva forma de hacer deporte de bajo impacto, habitualmente en casa, que combina el ejercicio suave con “complementos” que te hagan disfrutar más o sentir menos que te ejercitas en ese momento, desde encender velas o ponerse una serie de Netflix.

Es decir, que el contexto sea amable y cómodo, sin necesidad de enfrentarse al frío, al viento, la lluvia o al calor de la intemperie o a tener que desplazarte y socializar en el gimnasio (o dejarte ver) y sin pensar en outfits presentables: aquí vale ir en leggings viejos o camiseta destartalada.

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Si hablamos de las hot girl walks, la idea es disfrutar del paisaje y fomentar pensamientos y emociones positivas con tu música o podcast favorito. Que al volver a casa no sientas (del todo) que vienes de hacer deporte, sino de pasar un rato agradable.

El ejercicio adaptado a ti y no al revés

Según Daniel Martínez, de David Lloyd Turó en Barcelona, el ejercicio de adherencia lenta consiste en “una forma de adaptar este a las personas de forma personalizada. La sociedad va muy rápido, y la idea es que esta adherencia lenta o slow se focalice en cada uno, sin sensación de estrés. Esto es mucho más coherente que buscar entrenamientos con los que pretendamos que los resultados lleguen muy rápido, como ocurre con la operación bikini», explica.

«Con la adherencia lenta buscamos una mejora integral, tanto en el aspecto físico como psicológico. Tiene mucho que ver con el slow movement”, añade.

Ejercicio que es menos ejercicio

De eso se trata: de que se note menos que uno se esfuerza. “Cuando nosotros, en los gimnasios, hacemos un plan con objetivos rápidos sin pensar que detrás de ello hay una persona, esto genera una obligación, el pensar tengo que hacer deporte para estar mejor, o para poder correr una maratón, etc. genera sacrificio», cuenta el experto.

«En cambio, con esta nueva tendencia adaptamos el entrenamiento, las cargas y los días al estilo de vida y a largo plazo, así que el sacrificio se reduce. No hay inversión de excesivo tiempo, al menos al inicio, hasta que esa persona se hace a las rutinas y puede ir poco a poco incrementando la intensidad”, añade Daniel Martínez. Y esto, claro está, hace que a nivel psicológico sea más efectivo.

¿Para quién es el deporte de adherencia lenta?

En realidad, para todo el mundo, pero especialmente, dice el experto de David Lloyd, para quien no tenga prisa y sí la predisposición a adaptarse a la evolución del entrenamiento.

“Si se buscan resultados inmediatos, al precio que sea, entonces no. No es lo mismo salir a caminar que hacer crossfit, que empieza de forma intensa y requiere de mayor nivel y fondo; si este se practica de primeras sin ningún tipo de entrenamiento previo puede crear frustración, y sí, puede que lleguemos al verano más fit, pero con el slow move ganaremos salud sin metas específicas, y todo lo que venga será secundario”, indica.

Menos abandono

Todo lo que se hace más poco a poco, ayuda a generar hábitos progresivamente, y el ejercicio no es una excepción. Ocurre como con las dietas: es posible que con una de
tipo drástico perdamos peso con rapidez, y también que la abandonemos con la misma rapidez. Se trata de aprender a comer bien, aunque se tarde más en conseguir objetivos; a nivel mental, también estaremos mejor.

Con el ejercicio de adherencia lenta sucede parecido, opina Daniel Martínez: “Las metas de entrenamiento a corto plazo no tienen el mismo beneficio que la actividad a largo plazo”.