La técnica para dejar de fumar con acupuntura que funciona en sólo dos sesiones

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco es la primera causa evitable de enfermedad, invalidez y muerte prematura en el mundo. En concreto en Europa causa cada año 1,2 millones de muertes. No sólo eso, sino que está directamente relacionado con la aparición de múltiples enfermedades, entre ellas 20 tipos diferentes de cáncer, según afirma la International Agency For Research on Cancer (IARC) en su informe World Cancer Report 2020.

Para las mujeres, el riesgo se incrementa, ya que la probabilidad de padecer un infarto se multiplica por 10 en las mujeres que fuman, la menopausia se adelanta una media de entre 2 y 3 años y aumenta el riesgo de sufrir osteoporosis.

Lo primero que hay que hacer para dejar de fumar

En realidad, todo esto es ampliamente conocido pero el tabaco no deja de ser una droga que crea una dependencia física, psicoemocional y social, por lo que dejarlo no es tarea fácil.

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Los hay que acuden al médico en busca de medicación que les ayude a superarlo, quienes afirman que un libro les cambió la vida y quienes se apuntan a los parches o los chicles de nicotina. Pero todos estos métodos dependen principalmente de una decisión, la de querer dejarlo. Puede parecer una tontería, pero que sea la misma persona quien tome la decisión es clave en el proceso.

«Es muy importante que la persona quiera dejar de fumar por sí sola, no porque se lo diga algún familiar o por una situación ajena a ellos, porque el cuerpo, al no querer, pone muchos más impedimentos», afirma Maribel Corpa, acupuntora del Templo del Masaje.

Corpa realiza un tratamiento de acupuntura de sólo dos sesiones con una efectividad del 80-85%, según afirma ella misma.

Qué es la acupuntura

La acupuntura es un componente clave de la medicina tradicional China, que se realiza desde hace más de 5.000 años.

Según cuenta Maribel Corpa, «es una filosofía que trata al cuerpo de una manera holística (cuerpo, mente y espíritu), mientras entiende que el cuerpo tiene enfermedades y no depende de cómo se equilibra la energía del cuerpo».

«Así, ellos catalogan los diferentes órganos del cuerpo en función de los cinco elementos: agua, madera, fuego, tierra y metal, y asignan a cada uno de esos elementos dos órganos. En esos elementos se clasifica todo el cuerpo tanto a nivel físico, como a nivel funcional y emocional», añade.

«Para ellos el cuerpo está sano cuando todos estos elementos están en equilibrio y solamente si empiezan a desequilibrarse es cuando empiezan a surgir las diferentes enfermedades», termina.

La acupuntura consiste en la inserción de agujas muy finas en la piel en puntos estratégicos del cuerpo «con el objetivo de equilibrar el flujo energético, ya que cuando se bloquean o pasa excesiva energía aparecen las enfermedades o los dolores», afirma Corpa. Y no sólo es beneficiosa para paliar un dolor concreto, sino que tiene múltiples usos.

Según comenta la experta, mediante la acupuntura se puede obtener una mejora del descanso e incluso sirve «como acompañamiento a la quimioterapia para que el cuerpo elimine la toxicidad de la terapia, se recupere bien y la persona tenga mucha más vitalidad».

Cómo funciona el método de dos sesiones para dejar de fumar con acupuntura

«Primero se realiza una entrevista para hacer un diagnóstico en el que se valora la situación individual del paciente: por qué quiere dejar de fumar, cuánto fuma, cuánto tiempo lleva fumando, si lo ha intentado alguna vez… de este modo se ve el perfil particular de la persona, porque cada uno es diferente y siempre hay que tratar a cada uno a nivel individual«, comienza.

Pero antes de empezar con la inserción de las agujas, el paciente tiene que realizar una preparación previa para que el resultado sea más fiable.

«Durante una semana no se puede tomar carne ni pescado, ya que estos alimentos energéticamente son fuego, igual que el tabaco. Una vez se inicia el tratamiento, el paciente deja de fumar y ya puede volver a consumir la proteína animal. Es una manera de ayudar al cuerpo a eliminar la ansiedad», explica.

«Tampoco se pueden tomar estimulantes como coca cola, cafeínas o teínas, aunque si la persona es muy adicta al café, podría valer con reducirlo lo máximo posible, máximo uno o dos al día. Durante esta semana, el paciente puede fumar todo lo que quiera, incluso más, para conseguir una pequeña saturación y que empiece a mentalizarse de que esa es su última semana como fumador«, expresa Corpa.

Y tras esa semana de preparación, se inicia el tratamiento. «En la primera sesión, se ponen unos determinados puntos por el cuerpo, algunos próximos a la nariz. Con el tratamiento lo que se busca es que la energía fluya, se elimine la ansiedad y se despierte el olfato, uno de los sentidos más afectados para los fumadores. De este modo, al finalizar la primera sesión, la persona sentirá que el tabaco le huele mal», indica.

«Además, si durante los primeros días tiene mucha ansiedad por fumar, aconsejo que se enciendan un cigarro y le den dos caladas. Generalmente les sienta mal e incluso les revuelve el estómago, siendo cambios suficientemente importantes como para que consiga dejar el hábito», añade.

Según cuenta la experta, generalmente es suficiente con la primera sesión. La segunda será de apoyo, pero es importante completar el tratamiento para afianzar el resultado.

«La segunda sesión se realiza a la semana o a las dos semanas, dependiendo de como se ha ido llevando. Esta segunda sesión se adapta a las necesidades del paciente, colocándose las agujas en diferentes puntos dependiendo de cada uno, cómo lo ha llevado, qué cosas le han funcionado mejor o peor…», afirma.

Y con sus 14 años de experiencia en este tratamiento, Maribel Corpa asegura que aquellos casos en los que no ha funcionado ha sido porque no se ha realizado la dieta previa de la manera correcta o porque la motivación del paciente no era la adecuada.

Una buena forma de intentarlo si te encuentras ante la disyuntiva de dejar el tabaco, una droga que, a pesar de ser legal, tiene consecuencias muy negativas para la salud.