Por qué te hace más feliz el ejercicio aeróbico: genera endorfinas y te hace sentir bien

Nada nuevo bajo el sol ante la afirmación de que al practicar deporte nos sentimos mejor a nivel anímico, además de físico. Pero hasta ahora, no había respaldo científico sobre qué actividades lograban mayor segregación de las llamadas hormonas de la felicidad. Es decir, serotonina y endorfinas, sobre todo.

El cerebro responde a estímulos como el ejercicio produciendo una especie de mensajeros químicos llamados hormonas. Las del bienestar tienen mucho que ver con nuestro estilo de vida. La dopamina actúa como un sistema de recompensa del cerebro: puede aparecer al comer chocolate, ante la satisfacción de una tarea bien hecha o de un baño de espuma, pero también ante una carrera intensa.

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Está también la serotonina, el impulsor del estado de ánimo, ya que cuando hay depresión esta es la hormona que más desciende; y a la vez, también influye en la relajación o en la memoria. Y por último están las endorfinas, los analgésicos naturales del cuerpo que consiguen que olvidemos el dolor durante el ejercicio, nos proporcionan alivio, reducen el estrés y mejoran el humor (¿has notado en alguna ocasión cómo te ha molestado alguna parte del cuerpo después de la actividad y no durante? No es sólo cosa de que los músculos, in situ, estén calientes).

Dopamina, serotonina y endorfinas

Pues bien, si cualquier actividad física genera una buena dosis de todas estas hormonas precursoras de la felicidad, un reciente estudio demuestra que hay una en particular que se lleva la palma: el HIIT o entrenamiento de alta intensidad. Varios investigadores de la Universidad de Turku en Finlandia compararon los niveles de serotonina y endorfinas generadas en diferentes rutinas y encontraron que los que hicieron esta actividad cardiovascular más intensa generaban mayor cantidad que los que hacían una actividad aeróbica moderada.

Si estás pensando que no tienes tiempo, aquí tenemos un dato interesante: según los científicos, un entrenamiento de diez a treinta minutos es suficiente para que los mensajeros químicos hagan su trabajo.

Qué es el HIIT

Son las siglas de Hight Intensity Training en inglés, o lo que es lo mismo, Entrenamiento de Alta Intensidad. Como su nombre indica, se trata de realizar ejercicios intensos, pero durante un periodo corto de tiempo, intercalando periodos breves de descanso o actividad suave. Se trata de encontrar una mejora de la condición física en sesiones intensas pero cortas.

¿Y qué tiene esta modalidad que no tengan otras? Como explica Efthalia Tsimkas, entrenadora especializada en desarrollo de ejercicios de Brooklyn Fitboxing, “genera una liberación potente y rápida de serotonina y endorfinas porque el cuerpo responde al reto físico de la actividad cardiovascular intensa, liberando estas hormonas para contrarrestar el estrés y el esfuerzo y generando así una sensación de euforia y bienestar”.

Además, dice, actividades cardiovasculares rítmicas y enérgicas, como el HIIT o también el fitboxing que se realizan al ritmo de la música, “pueden hacer que las personas se sientan más conectadas con su cuerpo y liberar tensiones, generando un efecto de limpieza mental que otras modalidades pueden no brindar tan rápidamente”. Al combinar intensidad y variedad, el cuerpo reacciona aumentando la producción de estas hormonas de forma rápida, y esto explica la típica sensación de euforia tras este tipo de ejercicio.

Resistencia, a largo plazo

Si eres más de correr, de bicicleta, de triatlón o fuerza, es decir, aquellas actividades que requieren de tu esfuerzo durante un tiempo prolongado, también vas a tener a contentas a las endorfinas y a la serotonina, pero de un modo menos explosivo y más a largo plazo.

Según la entrenadora Efthalia Tsimkas, los deportes de resistencia son más constantes y al practicarse regularmente ofrecen beneficios emocionales y psicológicos a largo plazo que pueden ser clave para personas con depresión severa. En definitiva, la combinación de intensidad y constancia entre ambas modalidades puede ser una fórmula poderosa en el combate contra los síntomas de depresión y ansiedad.

Si estás pensando en empezar, Tsimkas recomienda buscar una actividad que te guste y combine cardio y diversión, así será más fácil crear el hábito y motivarse. “Es fundamental escuchar al cuerpo y progresar poco a poco, nunca esforzarnos muy por encima de nuestras posibilidades”.

¿Y la modalidad de fuerza, de la que tan bien y tanto se habla últimamente para prevenir dolores y enfermedades como la osteoporosis? “Ayuda, y mucho, al estado mental también. Lo ideal es combinar las dos modalidades, cardio y fuerza de una manera equitativa y dar al cuerpo uno o dos días de recuperación”. La clave, dice la experta, está en adaptarlo a la vida de cada persona y no dejar nunca de moverse.