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La celulitis forma parte de la grasa rebelde y afecta más a las mujeres

La celulitis tiene mucho que ver con el embarazo./ Unsplash.

SALUD

Grasa rebelde (Parte III): ¿Qué pasa con la celulitis?

Toca hablar de una de uno de los enemigos más resistentes que al que el cuerpo de la mujer se enfrenta. ¿Tan mala es la piel de naranja? Aprende por qué somos más propensas a ella y para qué sirve.

Por Mónica Heras

05 DE JULIO DE 2022 / 10:55

Seguimos con nuestra serie de artículos en los que te desmenuzamos los entresijos de uno de nuestros peores enemigos: la grasa rebelde. Ya te hemos contado porqué nuestro organismo empezó a almacenar grasa, nuestra ventaja evolutiva con el resto de los mamíferos. También sobre del proceso que el cuerpo sigue hasta poder llegar a usar esa grasa como energía, del estado de cetosis, la herramienta clave para conseguirlo, y de cómo las hormonas intervienen en todo este entramado metabólico.

Ahora queremos contarte los tipos de grasa que existen, para que puedas entender de una vez por toda por qué alguna es tan fácil de eliminar, y otra nos coge tanto cariño, que no es capaz de abandonarnos jamás.

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La grasa y todas sus amigas

No todas las grasas son iguales y existen diferencias entre los tipos de grasa, que son las siguientes:

  1. Grasa esencial. Se conoce con este nombre a la grasa mínima que el cuerpo necesita para que los órganos, nervios y el cerebro estén protegidos. Abarca entre el 3 y el 4% en hombres y entre un 9 o 10% en mujeres.
  2. Grasa parda. Esta se encarga de quemar energía para producir calor y se activa con el frío, por eso es tan recomendable el Método Wim Hof.
  3. Grasa visceral. Esta se acumula alrededor de los órganos y es bastante perjudicial para la salud, puesto que puede hacer que no funcionen adecuadamente. La buen noticia es que en cuanto hacemos dieta y ejercicio, es la primera que el cuerpo quema.
  4. Grasa intramuscular. Es la grasa interna del músculo, la puedes ver en las típicas vetas de grasa de la carne, y se quema fácilmente con el ejercicio físico.
  5. Grasa subcutánea. Representa el mayor porcentaje de grasa de nuestro organismo y, como su nombre lo indica, se ubica bajo la piel. Tanto su distribución, como la dificultad para quemarla, depende de la genética y sexo y esta es la famosa grasa rebelde.

¿La celulitis es grasa rebelde?

Si hablamos de grasa rebelde, sin duda la celulitis es la peor de ellas y la mala noticia es que ataca sobre todo a las mujeres. Las causas, de nuevo, son evolutivas y es que llevar todo el peso de la la creación de una nueva vida, necesita su buena dosis de energía y de grasa.

Según este estudio, durante las últimas semanas del embarazo, la grasa de los de glúteos y muslos tiende a desaparecer y lo mismo ocurre en durante la lactancia. El motivo es que esta grasa es alta en un tipo de omega 3 llamando DHA, el cual es oro puro para el desarrollo cerebral del recién nacido, y para la producción de la leche materna.

Que tengamos más o menos celulitis, dependerá de varios factores como:

  • La cantidad de grasa que tenemos.
  • La elasticidad de las fibras de colágeno, encargadas de que sujetar la dermis al músculo.
  • El tono muscular. A mayor firmeza, menos visible es la celulitis.
  • La calidad de la piel. Cuando más gruesa sea, más firme estará la superficie y menos celulitis se formará.

La conclusión es que un poco de celulitis siempre ha formado parte de la mujer, tanto que incluso grandes modelos han mostrado sus muslos y glúteos para intentar normalizarla, por lo que no deberíamos obsesionarnos.

Sin embargo, sí que hay algunas formas de mantenerla controlada:

  • Masajes que ayuden a movilizar la grasa rebelde, como la maderoterapia.
  • Una alimentación antiinflamatoria y que nos ayude a la retención de líquidos (abundantes amargos) y a la buena circulación (con antioxidantes).
  • Tomar suficiente agua y evitar el alcohol, el café y las bebidas azucaradas.
  • Practicar entrenamiento de fuerza y algo de cardio para activar nuestra circulación.
  • Convierte las sentadillas en un básico de tus entrenamientos.

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