Así puedes entrenar tus emociones durante la menopausia

Sentirse confundida. Pesimista. Más ansiosa. Olvidarse de nombres, fechas importantes o de una cita médica… Hasta no hace mucho tiempo se pensaba que todas estas situaciones, muy habituales entre las mujeres a partir de los 40 o 45 años, tenían que ver con su edad. O con el ritmo de vida. Ambos factores son importantes, pero, como subraya la neurocientífica Ana Ibáñez, «hoy se sabe que la menopausia también tiene síntomas emocionales y cognitivos«. La divulgadora científica, experta en entrenamiento cerebral y autora de Sorprende a tu mente, explicó, durante un encuentro organizado por Indasec Toallitas, cómo el hecho de entrenar tus emociones durante esta etapa ayuda a suavizar esas sensaciones. En definitiva, contribuye a verlo todo desde una perspectiva mucho más positiva.

De hecho, Ana Ibáñez, que también participará en el próximo DKV WeLife Festival, insiste en que lo primero que hay que tener claro es que «la menopausia es una transición neuroendocrina; un proceso que afecta tanto a las hormonas como al cerebro». Es decir, el cerebro, al enfrentarse a los cambios hormonales, necesita reprogramarse. «El problema es que, de primeras, se siente aturdido, no sabe reaccionar», explica. Este es el desencadenante de esos cambios de humor, pérdidas de memoria, falta de concentración…

El ejemplo de las pérdidas de orina

Uno de los ejemplos más ilustrativos del eje cerebro-cuerpo-menopausia está relacionado con las pérdidas de orina. Una de cada cuatro mujeres sufre incontinencia urinaria, según datos del Observatorio Nacional dedicado a esta patología. Una cifra que roza el 40% cuando se han cumplido los 45 (¡y alcanza el 70% a partir de los 70!). Pese a su prevalencia, es muy frecuente que afecte a la autoestima y a la seguridad en una misma. «Si bien el inicio es fisiológico, debido a la pérdida de tonicidad muscular, hay que saber que el malestar y la sensación de vergüenza o culpa tienen un origen cerebral», señala la neurocientífica, fundadora de MindStudio. Ibáñez explica que, por ese motivo, «es fundamental dejar de darle a las pérdidas de orina un significado negativo que no es el adecuado».

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Aquí es donde entra en juego la importancia de entrenar tus emociones, y, por ende, reprogramar el sistema nervioso en menopausia. La experta aconseja cambiar la perspectiva y verlo como «tantas otras cosas que nos pasan a nivel fisiológico». En su opinión, esta es una manera efectiva de tranquilizar al cerebro diciéndole: «Esto es incómodo, pero puedo con ello y no tengo nada de lo que avergonzarme». Este giro de guión no sólo mejorará la respuesta ante la situación y la autoestima, sino que también hará que la mujer tome cartas en el asunto. Como afirma la neurocientífica, una vez que se cambia la manera de verlo resulta más sencillo hablarlo, apoyarse en el entorno o en profesionales, así como en productos que, como las toallitas íntimas (las Indasec Discreet, además de hipoalergénicas son perfectas para llevar siempre a mano), hacen más sencillo el día a día.

Mensajes para entrenar tus emociones

Los sentimientos encontrados que pueden provocar las pérdidas de orina son aplicables a otros síntomas de la menopausia. «Por eso, es normal sentirse incómoda y confundida cuando empieza el desequilibrio hormonal», insiste Ana Ibáñez. Pero que sea lógico no quiere decir que no se pueda solucionar. En su charla, la divulgadora compartió tres mensajes clave que son eficaces para el entrenamiento emocional en menopausia.

• Esto también pasará. Una buena manera de calmar al cerebro consiste en tener claro que la menopausia, así como muchos de sus síntomas, es una etapa y va a terminar. «Se trata de decirle a nuestro cerebro que sabemos que está perplejo ante tanto cambio y que se tiene que reorganizar. Pero que es algo transitorio», dice.
• El cerebro femenino tiene una capacidad de adaptación increíble. Para Ana Ibáñez este poder, que científicamente se ha comprobado sólo entre las mujeres, es clave para entender que todo lo que sucede en menopausia –como en la pubertad o el embarazo, por ejemplo– está relacionado con la habilidad cerebral de ir adaptándose a los cambios. «No es ni mucho menos un problema o una deficiencia, todo lo contrario», recuerda.
• Llega una nueva etapa. Por último, la experta anima a ver la menopausia como la puerta a una nueva fase en la vida femenina. «La neurociencia ha visto que el cerebro cambia de tal manera que, a partir de ese momento, nos vuelve más libres, con menos culpa y menos perfeccionistas».

Otras buenas costumbres en menopausia

Además de esos mensajes, clave para facilitar la reprogramación cerebral en menopausia, Ana Ibáñez subraya la importancia de «soltar el sistema nervioso haciendo cosas con las que antes nos sentíamos bien». Entre esas buenas costumbres, la divulgadora recomienda dedicarse un tiempo de reflexión, rodearse de gente que nos haga sentir bien, disfrutar de la música, descansar y comer de forma saludable. «En definitiva pasarlo bien. Todo pensamiento negativo viene de la baja energía. Si hacemos cosas que nos recarguen, los problemas empezarán a ser menos importantes», concluye.