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Reese Whitespoon habla por teléfono con aparentes cambios de humor

La irritabilidad y la ira son algunas de las emociones más comunes en la menopausia. Fotograma de Big Little Lies.

Menopausia

Cambios de humor en la menopausia, ¿por qué no paras de tenerlos?

Irritabilidad, deseos de gritar, falta de energía... Las alteraciones emocionales son muy comunes en esta etapa. Comprenderlas y llevar un estilo de vida saludable es fundamental para limitar su efecto.

Por Cristina Martín Frutos

26 de marzo de 2024 / 13:30

Resulta curioso que una de las razones que motivó a la reputada neurocientífica Lisa Mosconi a estudiar el cerebro femenino fue dejarle claro a las mujeres menopáusicas que no estaban locas. Ganas de gritar, enfados repentinos, ansiedad… Todos los cambios de humor en la menopausia son absolutamente normales (y no una alucinación, como piensan muchas). De hecho, varios estudios, entre ellos uno publicado en 2020 por la Sociedad Norteamericana de Menopausia, señalan que la irritabilidad y las alteraciones emocionales llegan a afectar a un 70% de las mujeres en esta etapa de su vida.

Lourdes Ramón, psicóloga y orientadora de clínica Palasiet, empieza por recordar que «todo cambio hormonal que se manifiesta en el cuerpo, en la parte física, va a ser el puente para el desarrollo emocional y espiritual». En esta relación directa entre hormonas y emociones intervienen varios factores. El primero tiene que ver con los síntomas que la mujer -en concreto seis de cada diez- experimenta durante años. «Muchas personas no se dan cuenta del alcance y la naturaleza de los cambios que, por supuesto, influyen en el estado mental y bienestar emocional durante esta transición», señala la doctora Zuramis Estrada, ginecóloga y colaboradora de Glow by Hormone University.

Cambios de humor por la conexión hormonal

El siguiente aspecto importante son las propias hormonas. Como explica Lourdes Ramón, «estas tienen una influencia directa en la producción de ciertos neurotransmisores, como la dopamina y la serotonina». Por tanto, al producirse un descenso de los niveles hormonales, también decrece la síntesis de esas moléculas con propiedades estimulantes para nuestro estado de ánimo. «Lo que se traduce en una bajada en nuestro estado de ánimo, en sentir que tenemos menos energía o en estar de mal humor», añade la experta de Palasiet. En realidad, como apunta la doctora Estrada, «no está muy claro si todo esto se produce a raíz de la disminución de los niveles de estrógenos o si son las fluctuaciones las que causan el problema».

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También es básico el papel de otras hormonas como la progesterona. «Tiene un efecto calmante en el estado de ánimo, además ayuda a dormir y relajarse», afirma la ginecóloga. ¿Qué sucede? De nuevo lo mismo: al bajar sus niveles durante la perimenopausia y menopausia puede provocar irritabilidad y cambios de humor.

La testosterona no se queda al margen. Producida también en los ovarios, «se cree que tiene importantes efectos en la resistencia mental, la calidad del sueño o la concentración», subraya Estrada. Cuando baja su producción, esas habilidades se alteran, lo que puede desembocar en episodios de estrés o ansiedad.

El papel de la inseguridad

Más allá de la parte fisiológica, existen otros factores que hacen que durante la menopausia la mujer se sienta rara. O que le cueste más conectar con sentimientos como el placer, la alegría o el disfrute. La pérdida de confianza y los cambios en la autopercepción física son bastante frecuentes entre los 45 y 55 años. «Aumento de peso, caída de cabello, piel más seca… Los cambios físicos en esta etapa pueden afectar significativamente a cómo se ve la mujer a sí misma y cómo se siente», reflexiona Zuramis Estrada.

La doctora sostiene que este cúmulo de percepciones pueden desencadenar la aparición de sentimientos desagradables. «Algunos en torno a la pérdida de juventud e incluso en lo referente a su propósito en la vida. Al final, todo ello afecta a la identidad», añade. El círculo vicioso está servido…

Los cambios de humor más frecuentes en la menopausia

Entendidos los mecanismos que hacen que la mujer se sienta, cuando menos, diferente durante la menopausia, cabe preguntarse por cuáles son los estados emocionales más comunes. Las expertas señalan tres: ira, tristeza y ansiedad. Se traducen en diferentes intensidades. Desde deseos de gritar o dificultad para concentrarse hasta respuestas agresivas, problemas de insomnio, ritmo cardíaco acelerado y ataques de pánico o depresión.

Lo más importante para manejar este carrusel emocional -y evitar que llegue a su máxima intensidad- es empezar por comprenderlo. «Resulta clave entender que estamos ante un cambio evolutivo que va a requerir de ciertos ajustes, así como de una mirada comprensiva y tolerante hacia nosotras mismas», recomienda Lourdes Ramón.

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También es fundamental recordar que es algo transitorio. Puede durar entre uno y cinco años, en función del climaterio (lo habitual son dos), pero el organismo terminará por encontrar de nuevo su ritmo.

Cómo afrontar mejor la montaña rusa emocional

Visto que los cambios de humor son uno de los síntomas más extendidos de la menopausia resulta básico contar con herramientas para intentar limitar su efecto. Practicar ejercicio y mantener una buena higiene del sueño serán de gran ayuda. La alimentación, por supuesto, también resulta clave. «Existe un vínculo entre lo que comemos y lo que sentimos«, expone la doctora Estrada. Por eso mismo, en esta etapa interesan alimentos ricos en calcio, vitamina D, probióticos y prebióticos y, especialmente, ricos en omega 3, que ayudan a proteger del bajo de estado de ánimo y la fatiga. Frutos secos, pescado azul, semillas de chía y edamame son grandes aliados.

Por último, la psicóloga Lourdes Ramón, de Clínica Palasiet, invita a aprovechar esta etapa de cambios de humor para reconectar con uno mismo. Entre sus consejos, levantarse media hora antes que los demás; apuntar en la agenda el tiempo personal (para hacer deporte, salir…) o pasear por la naturaleza, «el mejor ansiolítico natural», en su opinión. Pequeños gestos que, si se integran en el día a día, pueden marcar realmente la diferencia.

 

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