Infusiones de salvia para los sofocos, de jengibre para la hinchazón… Así puedes aplicar el tea cycling en menopausia

A veces, las cosas pueden ser tan sencillas como tomarse un té. Para los británicos es casi una religión. En cualquier serie o película filmada en Reino Unido, la tetera —siempre a punto, siempre humeante, siempre reconfortante— es una protagonista más. No tiene pinta de que esta costumbre inspirara el tea cycling, pero lo cierto es que el objetivo es el mismo. «Este pequeño ritual de autocuidado se refiere a consumir distintos tipos de té o infusiones en determinados momentos del día, de la semana o del ciclo menstrual. La idea es obtener beneficios específicos (energía, relajación, digestión…) y apoyar el equilibrio hormonal, el bienestar físico/emocional y adaptarse a lo que el cuerpo necesita en cada momento», explica la facialista María Casado, CEO de Wellness Boutique.

Esta tendencia de bienestar, que busca, como afirma Casado, experta en medicina china y kinesiología, «la conexión con los ritmos naturales del cuerpo», no solo tiene sentido mientras la mujer menstrúa. El tea cycling en menopausia —y en perimenopausia— también funciona. Por supuesto, ni es una medicina, ni una solución mágica, ni puede sustituir a ningún tratamiento. Pero «las infusiones pueden ofrecer  un apoyo suave, seguro y natural al bienestar corporal», sostiene Carmen Rebel, directora de Nattan, marca que integra infusiones funcionales y complementos alimenticios.

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Un nuevo enfoque para esta práctica

La clave para sacar el máximo partido del tea cycling en menopausia es, paradójicamente, romper sus principios. Es decir, esta práctica holística se basa, por definición, en acompañar el momento del ciclo hormonal. Por ejemplo: en la ovulación, elegir tés que apoyen la función detoxificadora del hígado, como el verde. En la fase lútea, hoja de frambuesa o hierbabuena para dar un impulso a la progesterona… Lo que sucede es que con la bajada de estrógenos no es nada sencillo identificar esos ciclos. Por eso, tal y como aconseja Casado, «en esa etapa lo útil es pensar en objetivos (sueño, sofocos, calma, digestión), no en ritmos hormonales».

En otras palabras, añade, «las infusiones y plantas medicinales pueden apoyar el bienestar en menopausia. En este caso no lo hacen por sincronización hormonal, sino por efectos específicos sobre síntomas concretos: sofocos, ansiedad, sueño, digestión, inflamación y estrés».

Primer paso: convertir el tea cycling en rutina

En el momento en el que aparecen los desarreglos en los ciclos, lo más efectivo es empezar a integrar las infusiones como parte de una rutina diaria estable. «Es lo más eficaz a largo plazo», apostilla María Casado. ¿Cómo se puede organizar? Bastaría con incluir uno dos tés a diario según los objetivos. Y, además, tomarlo en el momento del día más adecuado. La experta propone:

• Si se busca algo antioxidante y energizante, empezar el día con un té verde, jengibre o rooibos
• Para regular las sensaciones y la digestión, menta, hinojo o salvia a media tarde
• Por la noche, para dormir mejor, manzanilla, melisa o lavanda

De este modo es fácil conseguir lo que proponen desde Nattan: «Que las infusiones formen parte de una estrategia holística de cuidado que acompaña, no reemplaza, hábitos saludables». En la etapa de perimenopausia y menopausia, su directora apuesta por mezclas que apoyen al organismo en su día a día. «Con plantas naturales de acción antioxidante, antiinflamatoria y diurética (fresno, abedul, bardana, alfalfa, lemongrass…), lo que ayuda a reducir inflamación, facilitar la digestión y promover el equilibrio general». También es importante tener en cuenta la época del año. Por ejemplo, en invierno, algunos días se puede optar por ingredientes que calienten, calmen, apoyen el sistema inmunológico y estabilicen el estado de ánimo, sugiere Casado. Entre ellos, canela, melisa, tomillo, equinácea en ciclos de 10 o 12 días…

Infusiones de rescate

Existe otra forma de aplicar el tea cycling en menopausia. Consiste en cambiar de infusión según el síntoma que aparezca de forma más acuciante. Existen muchas variantes, pero lo más habitual es optar por salvia, trébol rojo o lúpulo (si no hay contraindicaciones) para aliviar los sofocos en temporadas intensas.

Si hay un extra de ansiedad, nada como la melisa, la manzanilla o la lavanda. Que, por cierto, también funcionan -junto con la valeriana o la pasiflora- en épocas de insomnio. Para la hinchazón o pesadez, se puede terminar la comida con té de menta, hinojo, jengibre…

La CEO de Wellness Boutique también recomienda seguir un modelo híbrído. «Resulta muy práctico y muchas mujeres lo hacen sin llamarlo tea cycling. Consiste en tener una base diaria fija, y añadir infusiones de rescate para los días en que un síntoma destaque especialmente».

La escucha del cuerpo, clave en el tea cycling en menopausia

Pese al listado de plantas y hierbas, las expertas insisten en que no se trata de volverse loca comprando mil variedades. Ni mucho menos de mezclarlas al gusto. Ponerse a infusionar bardana, con manzanilla, salvia y jengibre no solo puede acabar en un sabor desastroso, sino que también puede provocar interacciones entre los ingredientes. Por eso, es mejor apostar por el minimalismo o, en todo caso, elegir mezclas ya comercializadas. Carmen Rebel recuerda otros aspectos a tener en cuenta: «apostar por marcas que trabajen con plantas ecológicas sin pesticidas, sin aditivos ni aromatizantes artificiales y, por supuesto, de cultivo responsable».

Por último, recuerda la importancia de escuchar al cuerpo. «Todas somos distintas y  no hay que caer en exageraciones. Las infusiones son un complemento, no una cura». Por mucho que sigamos el tea cycling al dedillo, lo más eficaz sigue siendo buena alimentación, descanso, ejercicio y, cuando sea necesario, consultar con un profesional de salud.