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Una infidelidad toca la autoestima y puede dar lugar a comportamientos autodestructivos./ Pexels.
RELACIONES
Cuando alguien te engaña, sientes que se te rompe el corazón, que te falta el aire y que difícilmente podrás superarlo. Metáforas aparte, algo de cierto hay en todo esto y la ciencia nos explica por qué.
Por Mónica Heras
15 de mayo de 2022 / 08:00
Si alguna vez has vivido una infidelidad por parte de tu pareja, reconocerás esa sensación de presión en el pecho, de dolor, incluso. Y es que lo que sucede en nuestro cuerpo, y en nuestro cerebro, cuando experimentamos en carne propia una traición, traspasa las barreras de cualquier culebrón melodramático, afectándonos tanto nivel emocional, como físico.
Podíamos decir que es una de las maneras de que nos rompan el corazón, y para la Asociación Americana del Corazón (AHA): “El síndrome del corazón roto, se puede diagnosticar erróneamente como un ataque al corazón, porque los síntomas y los resultados de las pruebas son similares. De hecho, las pruebas muestran cambios dramáticos en el ritmo y las sustancias sanguíneas que son típicas de un ataque al corazón. La diferencia es que, en el síndrome del corazón roto, no hay evidencia de arterias cardíacas bloqueadas”.
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Si nos ponemos en plan biológico, resulta que la infidelidad es tan vieja como la humanidad misma, y que esto del poliamor no es más que la modernización de una cuestión evolutiva. Tanto hombres como mujeres, estamos diseñados para procrear y así perpetuar la especie, otra cosa es que decidas hacerlo o no. Es por esto, que nuestras relaciones provocan una reacción inmediata en los centros del placer, liberando endorfinas y haciéndonos sentir tan bien que solo queremos repetir.
El surgimiento de sociedades avanzadas terminó con la poligamia, imponiendo un sistema basado en el matrimonio para toda la vida. Sin embargo, esto ha dejado en evidencia a través de los siglos, que en naturaleza humana sigue habiendo mucho de nuestros antepasados, aquellos que tenían varia parejas a fin de garantizar su seguridad.
Ahora bien, que esto de tener más de una pareja tenga un componente biológico no quiere decir que sea aceptable, especialmente si uno de los implicados no sabe que forma parte de una relación a tres (o más) bandas. Cuando alguien experimenta este tipo de traición, los daños que causa a nivel físico, mental y emocional son tantos, que merecen ser explicados con calma.
Para dejar claro lo que es una infidelidad, cada pareja debe establecer acuerdos que determinen dónde están lo límites de la fidelidad. Mientras que algunos solo contemplan una relación sexual, para otros, una simple intención es más que suficiente para hablar de traición.
Según una encuesta realizada por Ashley Madison, la red social creada para que puedas encontrar relaciones extramatrimoniales de forma discreta, el perfil del infiel es de un hombre de 35 años, con hijos, licenciado y con un alto nivel adquisitivo.
Un dato sorprendente es que la mujer es capaz de tener más de un amante a la vez, 1,5 para ser exactos, y en un 77% de los casos buscaron a otra persona por que les faltan cumplidos y atenciones por parte de su pareja.
Como ves, los motivos pueden ser muchos y atienden a algo más que la mera crueldad por parte del infiel. Desde falta de cuidados, una comunicación pobre, relaciones sexuales poco satisfactorias hasta un desgaste natural.
La Universidad de Nevada llevó a cabo un estudio en el que demostraron que ser víctima de una infidelidad puede desembocar en síntomas asociados a la depresión y la ansiedad. Por otro lado, también se observaron comportamientos autodestructivos como el abuso de drogas o alcohol, Transtornos de la Conducta Alimenticia, adicción al ejercicio o comenzar a tener relaciones con mucha gente y sin ningún criterio. Además añade que los efectos de una infidelidad son peores en las mujeres que en los hombres.
Este tipo de comportamiento tiene que ver con la culpa. Ante la imposibilidad de encontrar respuestas, el que ha sido engañado interpreta que si su pareja se ha ido con otra persona, es porque algo malo hay en ella. Entonces comienzan a castigarse, a reprocharse la infidelidad y a buscar la forma inconsciente de hacerse daño, puesto que creen que son la causa de su mismo sufrimiento.
La infidelidad deja expuestas las inseguridades y los complejos de la persona engañada. Es un golpe bajo a la autoestima. Se plantea si ha sido su peso, el color de su pelo, su inteligencia, o su performance sexual, lo que lo ha causado.
Algunos, aprovechan el momento para replantearse su vida, los valores sobre los cuales se sustentaba su felicidad, su dependencia emocional, etc. Aunque la mayoría prefiere perdonar a su pareja o buscarse otra lo antes posible para anestesiar el dolor.
Cuando te enfrentas a una infidelidad se derrumba todo tu sistema de creencias, por lo que es natural que sientas que nada de lo que habías hecho hasta ahora tiene sentido. Lo más importante es buscar ayuda profesional para trabajar en tu autoestima y en tu autoconcepto. También es necesario que tengas herramientas para que la depresión o la ansiedad, no se hagan crónicas.
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